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Los trucos definitivos para alargar la batería de tu móvil

Miguel Ángel Ossorio Vega| 11 de septiembre de 2024

La vuelta al trabajo tras las vacaciones de verano nos obliga a permanecer conectados, una vez más, veinticuatro horas al día. Para evitar quedarnos sin conexión, te presentamos una serie de trucos para alargar la batería de tu móvil, tanto para aguantar todo el día como para darle un par de años más de vida útil.


A día de hoy, vivimos atados al teléfono móvil. Los smartphones se han convertido en una herramienta fundamental en nuestro día a día. Lo utilizamos absolutamente para todo. Y, como todo en la vida, debido a su excesivo uso llega su correspondiente desgaste. Cada pocos años tenemos que cambiar de dispositivo porque ya no rinde como el primer día. Y uno de los primeros componentes que falla de manera natural es la batería. Con unos sencillos trucos, es posible alargar la batería de tu móvil.

¿CÓMO ALARGAR LA BATERÍA DE TU MÓVIL?

El simple uso continuo del dispositivo hará que la batería se desgaste, es algo inevitable. Pero es posible cuidarla de tal forma que alargar la batería de tu móvil no sea un problema.

Aquí tenemos que distinguir dos vertientes: por un lado, podemos optimizar la carga del dispositivo para que nos dure durante toda la jornada. Por otro, dándole un trato óptimo alargaremos su vida útil.

Para alargar la batería durante el día, podemos utilizar unos sencillos trucos. Lo principal es conocer qué aplicaciones están funcionando en segundo plano. Las aplicaciones que comparten la ubicación en tiempo real son grandes consumidores de energía.

Otro gran consumidor de batería es la pantalla. Las pantallas de los móviles de última generación gozan de un brillo extraordinario. El hecho de disfrutar de la mejor imagen se traduce en un consumo excesivo de carga. Para alargar la batería de tu móvil, reduce el brillo de la pantalla. Notarás la diferencia.

También acciones como activar el modo ahorro de energía, que limita las notificaciones que recibimos o desactivar conexiones como Wi-Fi o Bluetooth, harán que la carga del smartphone dure algunas horas más.

Siempre podremos recurrir, también, a las baterías externas o power banks. Estos dispositivos se pueden convertir en un verdadero aliado durante largas jornadas alejados de un enchufe, eliminando la ansiedad ante el temor a que se nos apague el teléfono.

CAMBIAR LA BATERÍA PARA SEGUIR UTILIZANDO EL MISMO DISPOSITIVO

En otras ocasiones seremos testigos de cómo, hagamos lo que hagamos, inevitablemente la batería del dispositivo se consume por momentos. Aquí habrá llegado el momento de tomar una decisión drástica. Ya no puedes utilizar trucos para alargar la batería de tu móvil.

Las opciones son igual de sencillas que limitadas: cambiar a un nuevo dispositivo o sustituir la batería. Es aquí donde entran en juego otros factores a valorar.

La antigüedad del dispositivo es el aspecto fundamental. Si el teléfono que tenemos entre manos tiene más de dos años, es probable que, en los próximos meses, sufra algún fallo de otros componentes. Además, en muchas ocasiones los dispositivos dejan de recibir actualizaciones llegados a este punto. Sin el sistema operativo actualizado, no sólo no podrás utilizar las últimas versiones de las aplicaciones, si no que corres un grave riesgo de seguridad. Un sistema operativo obsoleto es más vulnerable que uno actualizado.

Si, por el contrario, no consideras cambiar de dispositivo, siempre puedes acudir al servicio técnico para realizar un reemplazo de batería. De esta forma, la salud de tu dispositivo volverá a reestablecerse y podrás alargar la vida del teléfono al menos unos meses o algún año más.

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

La obsolescencia programada es un concepto que oscila entre el mito y la realidad. Hay quien dice que todos los dispositivos electrónicos vienen con fecha de caducidad establecida. Aunque esto no es real, sí que es cierto que, llegados a un punto, todos tienen que ser reemplazados.

Antiguamente, una lavadora o una televisión podían durar décadas en perfecto funcionamiento. Las nuevas tecnologías utilizadas actualmente hacen que esto haya cambiado.

Los grandes aparatos tecnológicos (lavadoras, televisores, frigoríficos, etc.) todavía están diseñados para que presten servicio durante muchos años. Sin embargo, pequeños dispositivos como ordenadores, smartphones o tablets, es raro que aguanten más de tres o cuatro años sin perder sus capacidades.

Cuanto más avanzado tecnológicamente es un dispositivo, es posible que más pronto se quede obsoleto. Las tecnologías de reciente descubrimiento están en constante evolución y cambio. Por eso, pese a que pudiera parecer lo contrario, el dispositivo más novedoso dejará de ser útil mucho antes que uno que funcione con una tecnología que ya está asentada en el mercado.

Así que no pretendas que tus dispositivos electrónicos duren décadas. Aprovéchalos al máximo mientras los tienes y, pasados unos años, ve pensando en cambiar al siguiente modelo. Ya depende de ti, de tus gustos o de tu curiosidad mantenerte fiel a una marca o ir variando entre fabricantes.

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