En un movimiento que se podría calificar de reto ante los grandes bancos, la compañía de Jeff Bezos planea extender su línea de crédito a negocios pequeños en Japón, Estados Unidos y el Reino Unido. Hace seis años, se lanzó sin demasiada publicidad Amazon Lending, una plataforma que otorgaba créditos a 12 meses. El sistema funciona de la siguiente manera:

Los vendedores independientes (muchos de los cuales pagan a Amazon para el almacenaje, empaquetado y transporte de los bienes) piden un préstamo a la propia compañía. Posteriormente, se cobran cada dos semanas las letras del préstamo, y si la cuenta del vendedor se queda sin dinero, Amazon congela el stock del vendedor hasta que pague. Es una situación en la que no se puede perder, pues nada es embargado.

 

 

Este movimiento, además de práctico y rentable, es un símbolo de poder. Los bancos tradicionales se han alejado del crédito a negocios pequeños en el escenario post crisis. Amazon planea llenar ese hueco.

Pero no es el único que la compañía de Seattle planea llenar, ya que no descartan ofrecer otros servicios bancarios en el futuro. «Empezamos con los créditos cuando nos enteramos de que el capital era muchas veces un escollo para los vendedores» dice Peeyus Nahar, vicepresidente de Amazon Marketplace. «Tenemos que ver que más cosas son un obstáculo para ellos» .

Hace poco, coincidiendo con su 20 aniversario, la compañía de Jeff Bezos alcanzó los mil dólares por acción en bolsa. Queda patente que el crecimiento de la compañía es imparable, y que los sectores en los que se desarrolla no están sujetos a ningún patrón.