La compañía habría vendido más de 11 millones de dispositivos antes de Navidad.
Las cifras reales se desconocen, pero Amazon Echo, el dispositivo de hogar conectado de la compañía de Jeff Bezos, podría estar presente en casi 1 de cada 10 hogares estadounidenses, a juzgar por las previsiones de Morgan Stanley.
Según un informe, Amazon habría vendido más de 11 millones de dispositivos Echo entre mediados de 2015 y el 1 de diciembre de 2016, lo cual deja fuera la campaña de Navidad (donde se estima que la compañía vendió «millones», porque así lo calificaron ellos mismos tras las fiestas). Morgan Stanley reconoce que sus previsiones son incluso bajas porque las ventas reales serían superiores en cualquier caso. El crecimiento de las ventas es exponencial, ya que en 2015 se vendieron un millón de unidades.
El informe profundiza y estima el peso que ya tiene Echo en las cuentas de Amazon: considerando que el precio del dispositivo oscila entre los 50 dólares del ‘Dot’ y los 180 del ‘Echo’, este altavoz dotado de Inteligencia Artificial podría estar representando ya el 2% de las ventas totales de la compañía, con unos ingresos de 900 millones de dólares sólo en el cuarto trimestre de 2016 (y sin incluir la campaña navideña).
Cabe recordar que Echo no se vende en todos los mercados, ya que dependen de Alexa, el motor de Inteligencia Artificial de la compañía (que todavía no funciona con otros idiomas que no sean el inglés). A pesar de eso, se estima que en Alemania se han vendido 400.000 unidades y en Reino Unido otras 300.000.
La importancia de estas cifras no radica sólo en el dinero que Amazon está generando con la venta de Echo, sino los rendimientos asociados a la masiva implantación del dispositivo en hogares de todo el mundo: por un lado, se erige como la opción preferida para los nuevos hogares conectados (un paso intermedio entre la domótica y el hogar tradicional), cerrando el paso a dispositivos como Google Home y a los que plantean lanzar otras compañías como Apple. Por otro lado, supone multiplicar los usuarios de Alexa, de manera que el perfeccionamiento de esta tecnología tomará impulso en los próximos años, con nuevas aplicaciones y utilidades. Sin olvidar que Amazon ha decidido no restringir su Inteligencia Artificial a sus propios dispositivos: Alexa también estará presente en vehículos, tabletas o móviles de terceras compañías, algo que indudablemente retroalimentará el mercado que están creando y situará a Amazon como un actor clave en la revolución de la Inteligencia Artificial, la nueva frontera de la tecnología.
Miguel Ángel Ossorio Vega
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