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Ana Rosa Quintana: «Yo nunca miro atrás, ni para coger impulso»

Miguel Angel Gomez| 12 de enero de 2023

 

AR son unas siglas muy reconocidas que, al menos en España, se asocian con Ana Rosa Quintana Hortal (Madrid, 1956); una periodista, presentadora de televisión y empresaria de la comunicación con gran influencia en nuestro país.

Corría el año 1978 cuando Ana Rosa iniciaba su extensísima trayectoria profesional. Fue en Radio Nacional de España. Pero su debut en televisión no se produciría hasta el año 1982, cuando Televisión Española le dio la oportunidad de presentar la edición vespertina del Telediario. Cuenta Ana Rosa que no recuerda con cariño sus inicios en televisión “porque era muy joven, tenía muy poca experiencia, y lo pasé muy mal”. Nada parecía indicar entonces que se convertiría en toda una referencia del periodismo televisivo nacional durante las siguientes décadas.

Mas aún cuando en 1983 se trasladaba a Nueva York, donde volvería a la radio –en este caso como corresponsal de la cadena de radio COPE– y hacía su primera incursión en la prensa escrita –colaborando en la revista Tiempo–. Cuatro años después regresaría a Madrid para dirigir y presentar el magacín Las tardes de RCE en Radiocadena española, pasando posteriormente por la emisora musical Radio 80 y por Antena 3 Radio.

Si hay un año a partir del cual se empieza a vislumbrar el éxito que le deparaba el destino a esta joven periodista fue 1994, cuando se estrenó como tertuliana en Radio Voz –un formato que ha logrado manejar con maestría– y regresó a televisión, concretamente a Telecinco, para presentar el programa de juicios Veredicto. “Después de estar unos años alejada de la tele, volví con el programa Veredicto, con el que lo pasé muy bien y al que tengo muchísimo cariño”, recuerda.

Tres años después saltó a Antena 3 para ponerse al frente de Sinceramente Ana Rosa Quintana, aunque fue con el magacín de crónica social Extra Rosa con el que logró convertirse en líder de audiencia de las sobremesas, antes de dar el paso para presentar el programa vespertino Sabor a ti que, aunque inicialmente estaba previsto solo para los meses de verano, el éxito de audiencia hizo que se mantuviera en pantalla durante seis temporadas, convirtiendo a Ana Rosa Quintana en una de las presentadoras más relevantes en España.

Pero Ana Rosa es una persona con no pocas inquietudes, lo que le llevó a inaugurar el siglo XXI con dos facetas hasta entonces inéditas: por un lado creó, junto a su hermano Enrique Quintana, su propia productora (Cuarzo Producciones), con la que empezó a producir su programa; por otro lado, lanzó como editora su revista: AR. La Revista de Ana Rosa, aunque diecisiete años y doscientas portadas después desaparecía de los quioscos. “Estoy volcada en un programa en directo de cinco horas y quiero dedicarle más tiempo a mi familia”, explicó Quintana al respecto.

Aunque 2004 fue un año de infausto recuerdo para la sociedad española, Telecinco tiene motivos para recordarlo como el año en el que se produjo uno de los movimientos más rentables en la historia de la cadena. En el mes de septiembre se produciría el regreso de Ana Rosa a la cadena, en este caso para competir con María Teresa Campos –que acababa de ponerse al frente de las mañanas de Antena 3–. El programa de Ana Rosa se estrenó el 10 de enero de 2005 y enseguida se hizo con el liderazgo de audiencia en su franja horaria, desbancando a María Teresa, cuyo programa –Cada día– terminó siendo retirado de la parrilla. El programa de Ana Rosa mantiene todavía hoy el liderazgo en cuanto a audiencia en su franja.

Si hay una fecha marcada en rojo en la vida profesional de Ana Rosa es la del 2 de noviembre de 2021, día en el que anunció en directo en su programa que le habían detectado un carcinoma en una mama y que debía dejar la televisión durante una temporada. “Lo detecté y fui inmediatamente, primero, a mi ginecólogo; y después, al oncólogo. Fue una suerte haberlo detectado porque es determinante la detección precoz de cualquier cáncer”, explica.

Fue entonces cuando Ana Rosa tuvo que enfrentarse a uno de los retos más difíciles de su vida. Lo asumió con entereza y lo afrontó cargada de determinación y positivismo. Esta batalla le obligó a retirarse de la primera línea televisiva, cediendo el testigo a unos compañeros en los que depositó toda su confianza y que, como no podía ser de otra manera, la tuvieron siempre muy presente. Durante su convalecencia, por primera vez, se veía obligada a  contemplar el programa que lleva su nombre desde el otro lado de la pantalla. Pero, once meses después de aquella fecha, retomó las riendas, siendo si cabe más consciente de lo efímero de nuestra existencia.

 

“He recibido muchísimo cariño y ha sido muy emocionante”

 

¿Qué pensaba mientras veía su programa desde casa?
Veía poco mi programa porque me daba mucha ‘cosita’. Veía más los otros programas de la productora, como a Joaquín en Cuatro al día, pero el mío prefería no verlo para no dar la lata; hay una cierta tendencia cuando eres productora también, y por eso trato de reprimirme mucho. A veces se me ocurre algo y lo digo, pero solo por aportar. No quiero que se interprete como una interferencia.

 

Y en ese tiempo, en el que recibió tantos mensajes de cariño y de apoyo, ¿echó a alguien en falta?
No, no he borrado a nadie de mi agenda. Al revés, he estado absolutamente desbordada con mensajes de todos los compañeros, incluso, compañeros con los que no tengo un contacto tan directo; pero también de todos los directivos e incluso de gente de la calle, que me daba todo tipo de estampitas. Todavía me paran y me dicen: “He rezado por ti”. He recibido muchísimo cariño y ha sido muy emocionante.

 

342 días después de aquel anuncio regresaba al plató para retomar la presentación de su programa. ¿Qué sintió el día que volvió?
No dormí en toda la noche. Estaba muy nerviosa, como si fuese la primera vez. El día comenzó con mucha emoción, cuando subí a la Redacción y estaban todos mis compañeros esperándome… y se produjo nuestro reencuentro. A la mayoría de ellos no los había visto en mucho tiempo porque la enfermedad me pilló en la sexta ola del covid, que fue tremenda y yo debía tener mucho cuidado de no contagiarme. De hecho, yo no he pasado el covid, y en mi casa tampoco lo ha pasado nadie. Recuerdo que los compañeros se hacían todos la PCR siempre justo antes de ir a verme. Fue todo muy complicado.

Hablando del covid, ¿cree que después de lo que sucedió durante la pandemia, con la cantidad de bulos que se difundían por plataformas de mensajería y redes sociales, se recuperó el prestigio y la confianza en los medios de comunicación tradicionales?
Yo creo, francamente, que la televisión fue fundamental. Se hizo un seguimiento espectacular y creo que la gente valoraba que estábamos ahí cada día, cuando no había nadie por la calle y nos estábamos jugando el tipo. Recuerdo que fueron unos tiempos muy duros, porque todo el mundo estaba teletrabajando excepto los redactores, presentadores y el equipo técnico. Ahí es cuando realmente cobra importancia una profesión y un medio de comunicación: estando al pie del cañón en las peores circunstancias.

 

Y, actualmente, ¿en qué situación se encuentra el periodismo en España?
El periodismo está muy vivo en este momento. Hay muchos medios, muchos de ellos digitales, pero también muchas emisoras de radio y cadenas de televisión. Todos ellos con distintas perspectivas de absolutamente todo, y eso le da al espectador, al lector, o al oyente la posibilidad de elegir el medio en el que cree más.

 

No menciona el papel… ¿Qué futuro depara a los medios de comunicación escritos?
Convertirse en digitales. A mí me sigue gustando el papel, creo que es muy bonito. Y que conste que yo he pasado por todos los procesos: por ejemplo, los libros los he leído en e-books, pero prefiero leerlos en papel. Incluso, en cuanto a la prensa, yo seré de las pocas que la leo cada día en papel: recibo todas las mañanas, a las seis de la mañana, toda la prensa escrita, aunque también mire después los digitales. Ahora hay una dicotomía en la que tenemos que leer también el digital aunque hayamos leído el papel. Y es muy importante, creo, leer a todos y escuchar a todos.

 

¿Y en el caso de las revistas?
Yo creo que su caso es distinto. Hay determinado tipo de revistas que van a sobrevivir, a pesar de sus dificultades, por su gran calidad gráfica y de contenidos.

 

Cada vez es más habitual que el presentador de un programa de actualidad informativa inicie el mismo con un editorial. ¿Por qué cree que se está generalizando este modus operandi?
Pues no lo sé, en mi caso empezó un día de una forma improvisada. Me dio un pronto y había cosas que yo quería contar. A partir de ahí, la verdad es que genera cierta expectación y creo además que, cuando alguien es un comunicador, su oyente o lector también quiere que ese comunicador le dé su punto de vista. Es algo habitual en la prensa nacional y, si ellos lo hacen, ¿por qué no se va a poder hacer en radio o televisión también?

 

¿Cómo definiría la línea editorial de su programa?
De libertad. Yo cuento cómo veo la actualidad de 8:55h a 9:00h, separándolo un poco del resto del programa. Luego me siento en la mesa y allí tenemos personas con todas las sensibilidades, donde dice cada uno lo que piensa. A mí me parece que eso es estupendo.

 

Esos cambios que comenta que se están produciendo en Mediaset, ¿cómo los percibe?
Por una parte, a mí me da muchísima pena que se vaya Paolo [Vasile], por el cariño y todas las cosas que han pasado en estos dieciocho años que él ha estado aquí. Hemos establecido una relación tan personal como profesional, pero entiendo que él ha decidido que ha llegado su momento y que tiene derecho a disfrutar de su vida y de su familia, y ante eso no hay opinión que valga. Pero se quedan personas con muchísimo talento, el equipo es buenísimo. Massimo Musolino asciende ahora a consejero delegado, aunque ya llevaba tiempo haciendo  maravillosamente que esta televisión fuese tremendamente rentable; y conoce muy bien tanto el mercado nacional  como el internacional. Creo que no se podía quedar en mejores manos y, con un presidente ejecutivo, creo que está muy bien armado. Ahora, vamos a ver…

 

Llamó mucho la atención el premio que le entregó su compañera y ahora competidora Susanna Griso. ¿Cómo vivió este momento?
Susanna y yo coincidimos hace muchos años en Antena 3: ella presentaba el informativo y yo presentaba Sabor a ti. Hemos tenido una relación de amistad, aunque en épocas hayamos estado más distantes (normal, cuando cada una está en una cadena) y en otras hayamos coincidido más. En este periodo en el que yo he estado de baja ha sido muy cariñosa conmigo, se ha preocupado de mí, y fue un acto de generosidad por su parte al que yo estoy muy agradecida. Fue muy bonito.

 

Fotos: Antonio Terrón

 

Si quiere leer la entrevista completa, pida la revista Influencers en su quiosco o acceda a la versión digital que podrá encontrar aquí.

 

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