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Ángela Molina, un honor para los Goya 2021

Jesús Casañas| 15 de diciembre de 2020

Ángela Molina.

La actriz Ángela Molina recibirá el Goya de Honor 2021 el próximo 6 de marzo. Reconocimiento a toda una carrera que incluye más de cien películas, decenas de series, diversas obras de teatro y hasta un disco como cantante.

Luce las canas de su negra melena con el orgullo y la dignidad que han caracterizado toda su trayectoria. Antonio Molina dejó a fuego el gen para actuar y cantar en su tercera hija, Ángela, cuando llegó al mundo el 3 de octubre de 1955. También lo haría en cuatro de sus siete hermanos: Paula, Miguel, Mónica y Noel. Ella a su vez se lo transmitiría a Olivia, única actriz de entre sus cinco hijos.

Estudió ballet clásico, danza española y arte dramático en la Escuela Superior de Madrid, ciudad que la vio nacer. También se iría a Francia para trabajar en el circo, pero tras debutar en su primera película, No matarás (César F. Ardavín, 1974), se dedicaría al cine de forma casi exclusiva.

Su primer papel relevante se lo debe a Luis Buñuel, que la eligió para protagonizar junto a Fernando Rey Ese oscuro objeto del deseo en 1977. Desde entonces ha trabajado a las órdenes de los directores más reputados de nuestro país: Pedro Almodóvar (Carne trémula, 1997, Los abrazos rotos, 2009), Fernando Colomo (Al sur de Granada, 2003), Pablo Cabezas (Carne de neón, 2011), Pablo Berger (Blancanieves, 2012), Julio Médem (El árbol de la sangre, 2018)…

A algunos también les dijo que no. En sus inicios declinó protagonizar Cambio de sexo (1976) de Vicente Aranda, que llamó finalmente a Victoria Abril. Ya en los ochenta, los problemas de agenda la obligarían a rechazar películas tan icónicas como Carmen (1983) de Carlos Saura, ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984) de Almodóvar (siendo sustituida por Verónica Forqué) o Padre nuestro (1985) de Francisco Regueiro (donde la supliría de nuevo Victoria Abril).

Pero el “no” más sonado fue cuando, diez días antes de comenzar el rodaje de Las edades de Lulú (1990) de Bigas Luna (con quien ya había trabajado en Lola en 1986), dimitió porque le habían vendido “una historia de erotismo elaborado que, a la hora de la verdad, es un porno”. Fue sustituida por la italiana Francesca Neri. El productor Andrés Vicente Gómez la llevó a los tribunales junto a su representante para finalmente retirar los cargos.

También la han llamado para numerosas producciones internacionales. El gran atasco (Italia, 1978) de Luigi Comencini; Operación Ogro (Italia, 1979) de Gillo Pontecorvo; 1492: La conquista del paraíso (EE.UU., 1992) de Ridley Scott; Punto de mira (Reino Unido, 2001) de Karl Francis…

Televisión, teatro y duetos

En televisión ha aparecido en decenas de series españolas (Gran Reserva, Velvet), francesas (La commune, Le baiser sous la cloche), argentinas (La mujer del presidente), mexicanas (Crónica de castas) y, sobre todo, italianas (Quo vadis?, Sadino). Este año la vimos en La Valla (dirigida por Daniel Écija y emitida en Antena 3) junto a su hija, Olivia Molina.

Ya en el siglo XXI empezó a subirse a las tablas, en obras como Troya, siglo XXI (Jorge Márquez y Gerardo Vera, 2002), El graduado (Andrés Lima, 2005), La dama del mar (Robert Wilson, 2008), La hija del regimiento (Laurent Pelly, 2014), César & Cleopatra (Magüi Mira, 2015-2016) o Concierto para un olmo (Corina Fiorillo, 2017).

Lo que muchos no recuerdan o desconocen es su faceta musical. Grabó un disco en los ochenta (Con las defensas rotas) e hizo un dueto con Georges Moustaki (Muertos de amor). Pero donde más se lució fue interpretando las canciones de las dos partes de Las cosas del querer (Jaime Chávarri, 1989 y 1995).

Su trayectoria ha sido reconocida con diversos premios como el David de Donatello de la Academia italiana (siendo la primera intérprete española en lograrlo), la Concha de Plata del Festival de San Sebastián o el Premio Nacional de Cinematografía de 2016. Ha estado nominada hasta cinco veces a los Goya, sin materializar ninguno. El próximo 6 de marzo lo conseguirá finalmente al recoger el Goya de Honor 2021.

“Los premios te vienen en momentos determinados. Cuando estuve nominada por primera vez al Goya por La mitad del cielo –también lo estuvo por Luces y sombras, Las cosas del querer, Carne trémula y Blancanieves–, pensé que me lo iban a dar. Fue para Amparo Rivelles, por Hay que deshacer la casa, y pensé: Amparo es mayor, yo tengo tiempo. Y ahora me toca a mí, que soy mayor. Todo es muy hermoso, todo está en su lugar, viene cuando tiene que ser, si es que tiene que ser”, afirma la actriz a sus 65 años.

Foto Ángela Molina: ©Papo Waisman – Cortesía de la Academia de Cine

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