Las inversiones alternativas del Barça para sufragar el Camp Nou: deuda pública española y pagos del Banco Santander
El Barça finalmente tiene en marcha toda su operación ‘remodelación del Camp Nou’. En el plano físico, las obras cumplieron su primer aniversario el pasado 29 de mayo. En el plano financiero, tanto la forma societaria como la estructura de financiación del proyecto (conocido como Espai Barça) está cerrada desde finales de abril (también de 2023). Finalmente, la parte económica también echó a andar y el equipo ha empezado a conseguir los primeros ingresos con el proyecto. Y es que, a falta de que la reforma del estadio avance para permitir generar dinero, el club ha optado por utilizar otras vías para generar cobros adicionales: la deuda pública y los depósitos.
La primera (y principal) fuente de ingresos del proyecto hasta ahora ha sido la inversión en deuda pública española. En concreto, el Barça compró letras y bonos del Tesoro Público por un valor superior a los 623 millones de euros entre el 24 de abril y el 31 de diciembre de 2023, según se recoge en la propia memoria financiera del proyecto Espai Barça que se ha hecho llegar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Los fondos provienen del dinero captado a través de los múltiples bonos emitidos por el club para el proyecto, pero que todavía no han sido desembolsados, lo que le ha permitido poder disponer de ese dinero para generar intereses adicionales. En este caso, el club se ha anotado como beneficios directos más de 16 millones, de los cuales 7,4 millones como “resultado positivo” y otros 8,86 millones registrados como “intereses devengados no vencidos”.
EL SANTANDER PAGA HASTA 3M€ AL BARCELONA POR SER SU BANCO
Otra fuente alternativa de ingresos para el Espai Barça proviene directamente de Banco Santander. La entidad cántabra ha sido la elegida por el club para realizar toda la operativa de pagos y movimientos bancarios. También para mantener en ella los más de 113 millones de euros de tesorería con los que cuenta actualmente el proyecto, con datos a 31 de diciembre de 2023. A cambio, la firma que preside Ana Botín ofrece al club una remuneración elevada para dichos fondos que mantiene en euros y dólares, y un tratamiento favorable para las operaciones bancarias que conlleve el proyecto en los próximos años.
En este caso, el club señala que gracias a ese acuerdo obtuvo más de 3,2 millones de euros entre finales de abril y diciembre de 2023. Los datos suponen un tipo de interés superior al 4%, una cifra que está por encima del mercado y se acerca, por ejemplo, a lo que pagan directamente los bancos centrales. A su vez, el Barcelona señala también que mantiene abierta una cuenta de custodia con BNP Paribas.
Al final, la suma de los ingresos adicionales que ha ido captando Espai Barça ascendió durante sus primeros siete meses de vida a 13,8 millones de euros. Los cuales están registrados como ‘intereses y rendimientos asimilados – Otros activos financieros’ en la cuenta de pérdidas y ganancias presentada en la memoria del proyecto durante 2023. Pese a que se trata de una cifra elevada, apoyada por el elevado volumen de dinero captado por el club para la remodelación del Camp Nou, no alcanza para satisfacer las demandas de pago que se han ido acumulando y que ya ascienden a unos 41 millones, según se detalla en las mismas cuentas.
EL ESPAI BARÇA COSTARÁ FINALMENTE UNOS 3.000M€
Detrás de la generación de los intereses anteriores está el enorme volumen de recursos que el Barça ha solicitado a inversores y acreedores. En primer lugar, tras haber emitido bonos en el MTF de Viena por un valor superior a los 1.000 millones. De ahí, por ejemplo, que el club haya podido invertir hasta 620 millones en deuda pública. En este caso, el Barcelona realizó hasta ocho colocaciones de bonos distintos con unos importes que van desde los 27,5 millones hasta un máximo de 239 millones y unos vencimientos que oscilan entre el 2028 y el 2047. Eso sí, todos ellos comparten calificación (BBB) y pagan un interés similar en torno al 7%.
La suma de las cantidades junto con los intereses supondrán una factura que, por el momento, se acerca a los 3.000 millones de euros
Pese a que ese volumen de dinero le ha permitido obtener una serie de ingresos, la realidad es que dicha estructura será una pesada losa para el club que detraerá una importante cantidad de los recursos que genere el nuevo estadio. En total, el Barça deberá pagar en torno a 70 millones al año y devolver cerca de 1.900 millones entre este mismo año y el 2047. Y eso, en el mejor de los casos, ya que pueden existir extensiones de bonos (a través de nuevas emisiones) o necesitar de más financiación por un aumento de los costes en la remodelación, una situación que suele ser habitual.
Lo anterior no será el único dinero que deberá devolver, ya que el proyecto Espai Barça también cuenta con tres líneas de crédito por un valor de 375 millones, que le han proporcionado Goldman Sachs, JP Morgan y MUFG. Dicha financiación se liberará en tres tramos, 108 millones en 2023, 2024 y 2025, más 50 millones adicionales, y tiene un coste de 3,25%+euríbor a 6 meses, es decir, en torno a otro 7% actualmente y que se devolverá en dos pagos anuales hasta 2028. Por último, el Barça también tendrá que hacer frente a un último préstamo hecho por el fondo norteamericano PIMCO, que se realizó el verano anterior, por 116 millones.
Así, en total, la suma de las cantidades junto con los intereses supondrán una factura que, por el momento, se acerca a los 3.000 millones de euros, lo que supondrá un enorme reto financiero para el club que, de no hacerse bien, puede acabar sufriendo graves problemas.