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La situación financiera del Barsa cambia su tendencia

Pedro Ruiz| 23 de junio de 2025

El Barsa empieza a ver la luz al final del túnel. Tras una temporada buena en lo deportivo, la situación económica también comienza a remontar. No solo ha logrado mejorar recientemente su calificación crediticia, que ha pasado de estable a positiva, sino que ya dispone de un horizonte financiero claro para dejar atrás el pozo en el que estaba sumido.

Las cuentas comienzan a cuadrar con el regreso este año al Camp Nou, previsto para el inicio de LaLiga en agosto, lo que supondrá un notable aumento de los ingresos. Además, el club estará obligado a finalizar entre los dos primeros en La Liga y, como mínimo, alcanzar los cuartos de final en la Champions League.

“El cambio de tendencia a positiva desde estable se sustenta en la mejora del rendimiento financiero del FC Barcelona en las dos últimas temporadas”, explica Morningstar, la agencia de calificación del club. A ello añade el reconocimiento al esfuerzo realizado por el Barsa en el control de costes. Llama la atención que la firma también destaque el respaldo recibido por parte de los marcos de sostenibilidad de la UEFA y LaLiga como uno de los factores detrás de la mejora financiera, a pesar de que el club ha incumplido algunos de estos criterios, lo que incluso obligó a intervenir al Gobierno a través del CSD.

EL BARSA EN 2027: 1.100 M€ DE FACTURACIÓN

La mejora de la calificación está más relacionada con lo que se espera a futuro que con la situación actual. Uno de los elementos clave es el regreso del equipo al renovado estadio, ahora rebautizado como Spotify Camp Nou. La marcha forzada a Montjuïc fue un lastre económico por dos motivos: primero, por la notable reducción del aforo, prácticamente a la mitad; y segundo, por la desaparición de ingresos extraordinarios procedentes de los palcos VIP y otras actividades vinculadas al estadio.

El impacto fue claro: “El club reportó ingresos de 761 millones de euros en el ejercicio fiscal 2024, un 3% menos que en 2023 debido al traslado temporal al estadio de Montjuïc”, según detalla Morningstar. Sin embargo, el regreso al Spotify Camp Nou generará “una mejora adicional gracias al aumento de los ingresos”, aunque este incremento será gradual, ya que inicialmente solo estarán disponibles 62.000 plazas.

De ahí que el segundo pilar en el que se apoya la agencia para confiar en la recuperación sea el rendimiento deportivo. Este aspecto contribuirá de forma decisiva por dos vías. Por un lado, un equipo competitivo y atractivo genera mayores ingresos en taquilla, merchandising y patrocinios. Por otro, las competiciones reparten importantes premios en metálico. En concreto, para que se cumplan las previsiones de Morningstar, el FC Barcelona deberá “quedar entre los dos primeros en LaLiga y alcanzar los cuartos de final de la UEFA Champions League”.

La combinación de ambos factores debería permitir al club alcanzar una facturación de 1.100 millones de euros en 2027, según las proyecciones de la agencia. Una cifra que pondría fin al largo calvario económico de los últimos años.

UNA PESADA LOSA DE 1.500 M€

Alcanzar ese nivel de ingresos no solo es clave para la supervivencia financiera del club, sino que resulta imprescindible para mantener un equipo competitivo. La razón es que tanto LaLiga como la Champions League utilizan el volumen de facturación como base para calcular los límites salariales y permitir o restringir la inscripción de nuevos jugadores. Con unos ingresos de 1.100 millones, el club reduciría notablemente la ratio de sueldos sobre ingresos, lo que le otorgaría mayor flexibilidad económica. Morningstar prevé que dicha ratio se sitúe “en torno al 55% entre los ejercicios 2025 y 2029”.

Hay que recordar que el club emitió aproximadamente 1.500 millones de euros en deuda, mediante una combinación de bonos y préstamos, para acometer la remodelación del estadio.

Las cuentas, por fin, parecen claras y realistas, más aún tras el rendimiento mostrado por el equipo en el último año. No obstante, cualquier previsión conlleva un margen de incertidumbre, y en el caso del Barsa, no es menor. Hay que recordar que el club emitió aproximadamente 1.500 millones de euros en deuda, mediante una combinación de bonos y préstamos, para acometer la remodelación del estadio. A ello se suma el volumen de préstamos ya existentes en balance, lo que absorberá una parte significativa de los ingresos en concepto de intereses.

Además, se prevé que el Barsa logre “ganancias por traspasos de jugadores por valor de unos 100 millones al año”. Una estimación ambiciosa si se tiene en cuenta que, en la última década, el saldo neto por traspasos del club ha sido negativo, con cifras acumuladas de entre 400 y 500 millones, si bien en los últimos cinco años la tendencia ha mejorado.

En cualquier caso, la directiva deberá actuar con extrema prudencia para cumplir las expectativas marcadas por la agencia, mantener un equipo competitivo y asegurar un balance financiero verdaderamente saneado.

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