BBVA obligado a declarar ante la SEC por sus lazos con la Embajada de Irán

BBVA se ha visto obligado a emitir un comunicado a la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) por sus actividades con Irán. En concreto, la firma que preside Carlos Torres tuvo que especificar a la agencia estadounidense que sus lazos con la región se deben a la cuenta de un trabajador de la embajada del país en España. El grupo no solo ha tenido que remitir una notificación específica recientemente, sino que también ha incluido dicha información en el documento anual, que se conoce como Annual Report on Form 20-F.

Así, el pasado día 4 de marzo, el grupo bancario vasco remitía a la SEC su reporte anual. Un enorme documento con toda la información detallada acerca del desempeño del grupo en el ejercicio pasado. Pero no sería el único escrito que llegaría a la oficina del regulador estadounidense. El escrito iba a acompañado de otro más corto cuyo título (acortado) era: ‘Aviso de divulgación de la Ley de Derechos Humanos de Siria e Irán y la Sección 13(r) de la Ley de Intercambio’. Una notificación obligatoria para las entidades con actividades relacionadas con ciudadanos con lazos en dichas regiones como parte de la lucha antiterrorista.

En el mismo, BBVA explicaba que “de conformidad” con lo exigido por la legislación vigente incluía una “divulgación” en su Informe Anual (en el Formulario 20-F) sobre sus actividades relacionadas con Irán. En concreto, el banco remitía la información a la página 55. Además, añadía que la notificación serviría como “referencia”. Así, ya en el documento anual del grupo se puede ver la petición y la respuesta. En concreto, bajo el apartado de ‘Divulgación de actividades iraníes’ se incluye la información requerida en cumplimiento con la Ley.

UNA CUENTA DE UN TRABAJADOR DE LA EMBAJADA DE IRÁN

En concreto, las autoridades estadounidenses interpelaron al BBVA a revelar la información. En concreto, si la entidad o cualquiera de sus afiliados “participó a sabiendas en ciertas actividades, transacciones o tratos relacionados con Irán. Con personas físicas o entidades designados por el gobierno de los EE.UU. en virtud de órdenes ejecutivas específicas. Incluidas las actividades no prohibidas por la ley y realizadas fuera de los Estados Unidos”. Una misiva que implicó al banco “solicitar información relevante de sus afiliados a nivel mundial”, según expone en el documento en posesión de la SEC.

Pero BBVA únicamente ha informado de una actividad residual. En concreto, la entidad explica que la actividad descrita es la “relacionada con la embajada iraní”. Así, el banco prosigue explicando que “mantiene una cuenta bancaria en España para un empleado de la Embajada de Irán en España”, aunque asegura que su nacionalidad es española. Lo más curioso es la cantidad que describe. De hecho, la entidad señala que “la actividad relacionada con la embajada, que incluyen honorarios y/o comisiones, totalizaron 41,98 dólares”.

Además, el banco señala que la cuenta “no tiene asignados costes directos a honorarios y comisiones y, por tanto, no ha revelado una medida de beneficios separada”. Con ello, el grupo cierra las explicaciones a la SEC sin dar más detalles. La anécdota, sin embargo, sirve para ilustrar el estricto control que deben tener las entidades tras las sanciones en EE.UU. o Europa a ciertos países. Y pone de relieve a lo que se enfrentan los bancos de cara a la persecución de los oligarcas rusos.

BBVA ACTUALIZA SU PREOCUPACIÓN POR RUSIA Y UCRANIA

De hecho, BBVA explica en el documento remitido a la SEC algunas de las exigencias que deberá cumplimentar, tras las sanciones a Rusia. Así, por ejemplo, el banco señala que tiene “prohibido vender valores mobiliarios denominados en euros emitidos después del 12 de abril de 2022 o participaciones en organismos de inversión colectiva que proporcionen exposición a dichos valores a cualquier ciudadano ruso o persona física que resida en Rusia o cualquier persona jurídica, entidad u organismo establecido en Rusia”.

Asimismo, el banco advierte de los problemas que le puede ocasionar el enfrentamiento bélico. “La invasión de Rusia a Ucrania, el mayor ataque militar contra un estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial, podría provocar una perturbación, inestabilidad y volatilidad significativas en los mercados mundiales, así como una mayor inflación y un crecimiento menor o negativo”, señalan desde BBVA. Un marco general al que añade las sanciones propuestas y los efectos desconocidos que pueden tener.

En concreto, BBVA concluye que se han “impuesto importantes sanciones y controles de exportación contra Rusia y los intereses rusos y han amenazado con sanciones y controles adicionales. El impacto de estas medidas, así como las posibles respuestas a ellas por parte de Rusia, se desconoce actualmente y, si bien la exposición directa del Grupo a Ucrania y Rusia es limitada, podrían afectar de manera significativa y adversa el negocio, la situación financiera y los resultados de las operaciones del Grupo”.