Bitcoin cae a cero: ¿y ahora qué?
Bitcoin ha ido dando señales de alerta en cada escalón que ha atravesado en su vertiginosa caída. Ahora puede ser tarde para muchos; especialmente, para los últimos en comprar. De hecho, las pérdidas para muchos de ellos pueden ser ya millonarias. Pero no son los únicos. La debacle de la criptomoneda más famosa ha arrastrado con fuerza al resto de activos cripto a la baja e, incluso, parece haber borrado del mapa a algunos. ¿Podría pasar lo mismo con bitcoin? ¿Y qué supondría eso para el mundo de las finanzas?
Un caso especial es el de Terra (UST). Un nombre, además, perfecto para aquellos que ven semejanzas entre el cripto crash y el pinchazo de la burbuja de las puntocom. Pero nada tiene que ver, ya que esta Terra es lo que se conoce como una moneda estable (stable coin), que no es más que un token asociado al valor de (normalmente) una moneda fiat como el dólar o el euro. Se crearon con el objetivo de ser un refugio para los inversores, pero han actuado más como un turbo en sus cotizaciones.
Al fin y al cabo, son los instrumentos que han engrasado el comercio de las criptomonedas. La razón es que cambiar dólares por bitcoin (u otra cripto) es lento, tedioso y caro, pero hacerlo mediante las stable coins suelen ser mucho más sencillo. Por ello, los inversores han utilizado este método para reinvertir sus ganancias alimentando el círculo.
Aunque ahora también lo están alimentando a la inversa. Así, cuando una cripto empieza a caer y sus inversores quieren salir rápido deben hacer el viaje en sentido contrario: solicitar dólares o euros a las plataformas que mantienen las stable coins. Pero no siempre hay suficientes reservas líquidas. De hecho, la más grande de todas, Theter, reconoce que solo el 50% de sus activos estaban listos en la tesorería.
¿QUÉ PASARÍA SI BITCOIN DESAPARECE?
En condiciones normales, mantener un 50% de tus activos de respaldo en efectivo es más que suficiente. De hecho, las entidades bancarias no tienen ni un 10%. Pero cuando la criptomoneda que respaldas se hunde más allá de ese 50% los problemas se multiplican. Y eso es precisamente lo que ha pasado con Luna, la criptomoneda ligada a Terra. Así, el hundimiento de la segunda ha destrozado el algoritmo con el que trabaja la primera, lo que ha generado una espiral bajista.
El colapso de las stable coins era uno de los primeros efectos colaterales en la lista de problemas si el bitcoin desaparece. De hecho, en uno de los artículos centrales de un número de la revista The Economist, allá por verano del 2021, decía acerca de ellas: “En algunas plataformas criptográficas son el principal medio de intercambio (…) Un cryptocrash podría provocar una corrida en las monedas estables”.
Ese tipo de colapso ya se está produciendo. Luna ha barrido a Terra y viceversa. Bitcoin, por su parte, lo está haciendo con otras stables coins más grandes. Theter estaba valorada en más de 100.000 millones de dólares antes de las caídas de los últimos días. Y ahora está en una situación difícil. De hecho, su moneda estable, USDT, perdió la paridad con el dólar y cayó hasta los 0,95 dólares. Pero ni mucho menos es la única, ya que otra decena de estas divisas también han perdido su vínculo con el dólar.
La situación podría complicarse mucho más si el bitcoin desapareciera. Al fin y al cabo, bien sea por el sentimiento de hundimiento del mercado o porque verdaderamente están ligadas a ella, terminarían colapsando. Y eso no solo tendría efecto sobre los activos cripto, también sobre los reales.
EL 90% DE LAS INVERSIONES EN BITCOIN SE HACEN CON APALANCAMIENTO
Al final, como se ha comentado, las stable coins mantienen como reservas una cesta de activos diferenciados. Tether, por seguir con el ejemplo, tiene el 50% en papel comercial, el 12% en préstamos y el 10% en bonos, fondos y metales. A la hora de enfrentarse a una petición masiva de dólares debería deshacerse esas posiciones. Y no estaría solo. El resto de monedas estables también debería hacer lo mismo, ya sea porque estuvieran afectadas antes o por efecto contagio.
Fitch, una de las grandes agencias de calificación, advirtió recientemente que un repentino rescate masivo de fondos podría “afectar la estabilidad de los mercados de crédito a corto plazo”. Los responsables de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos y la Reserva Federal llevan tiempo ya prestando más atención a los riesgos de las criptomonedas y, en particular, de las monedas estables.
Obviamente, antes de que afectase a otros mercados, la primera onda se habrá llevado por delante el mundo cripto. Las criptoempresas o las plataformas de compraventa serían las primeras en sufrir el adiós al bitcoin. Sin ir más lejos, la conocida Coinbase se deja cerca de un 85% de su valor desde máximos y la sangría no parece parar.
Pero, ¿cómo se está llegando a esto? Una de las razones es que las apuestas se canalizan a través del apalancamiento, esto es deuda. De nuevo, como las stable coins, esa fórmula ha sido un turbo para disparar al alza las acciones y ahora lo es para acabar con ellas. De hecho, el 90% del dinero que se invierte en bitcoin se hace a través de derivados financieros conocidos como swaps, que no son más que apuestas sobre fluctuaciones futuras de precios.
MARGIN CALL: EL COLAPSO DEL SISTEMA
Dichos instrumentos financieros se toman prestados para hacer apuestas aun mayores. Y se suelen utilizar los canales no regulados que ofrecen, por ejemplo, FTX o Binance. Pero eso, de nuevo, tienen un gran problema y es que cuando el precio cae considerablemente nadie los ejecuta y las plataformas se ven forzadas a liquidar las tenencias de sus clientes. Entonces, sucede lo que se conoce como: margin call o llamada de emergencia.
Se trata del proceso en el que los grandes actores de cualquier mercado ejecutan ventas apresuradas a cualquier precio para no quedarse pillados. En ese proceso todos los actores del mercado asumen grandes pérdidas, aunque esperan que al actuar con rapidez éstas sean menores. Ese es el peor escenario y, muy probablemente, lo que está ocurriendo en estos días. De hecho, los traders de Luna liquidaron 103,5 millones en apenas 24 horas, según los datos de Coinglass, lo que provocó una caída del 44% en ese espacio de tiempo.
Ahora, todos los actores involucrados en bitcoin, ethereum y otras tantas criptomonedas luchan en ese escenario. La primera lleva una caída casi del 10% en las últimas horas, en el caso de la segunda se acerca al 20% y el resto sobrepasa ampliamente el 30%. Vijay Ayyar, director internacional del intercambio de criptomonedas Luno, dijo a la CNBC que hay «miedo” impulsado por la especulación “como resultado de las consecuencias de la caída de UST”.
LA CLAVE FINAL: LOS TRES TIPOS DE INVERSORES EN BITCOIN
Y es que al margen de los detalles técnicos (apalancamiento, margin call o reservas) el problema es mucho más sencillo: ¿qué tipo de inversor queda en bitcoin?
Bitcoin, como todos los activos del mundo, tiene tres tipos de inversores. El primero son los creyentes o fundamentalistas, aquellos que creen en las bondades de la criptomoneda de cara al futuro. El segundo son los técnicos o tácticos, que le confieren un cierto valor, pero no lo ven como solución mágica. De hecho, son muy conscientes de sus limitaciones. Por último, están los especuladores que, simplemente, quieren jugar a ser ricos.
Parece más que evidente que en mitad del pánico los últimos han salido corriendo. Además, probablemente con muchas pérdidas. Los primeros, en cambio, se mantienen rectos y confiantes, incluso los hay que están aprovechando para seguir comprando. Al fin y al cabo, la mayoría todavía retienen importantes ganancias, ya que probablemente entraron con precios mucho más bajos. Pero la clave es qué va a pasar con los segundos, entre los que se encuentran principalmente inversores institucionales, que son el grupo más numeroso. De hecho, en 2021, dichos agentes representaron más del 60% de las compras de bitcoin, mientras que en 2017 apenas significaban el 10%.
Entonces, la guerra real se está librando en convencer a esos inversores. Una batalla en la que el precio parece ser clave. Así, las compras se han hecho a una media de 35.000 dólares, en el último año y medio, por lo que a medida que los soportes fallen y las pérdidas sean más abultadas muchos intentarán salir. Eso puede llevar al bitcoin a los 20.000 dólares e incluso por debajo de esa cifra. Pero un evento fatídico en el que la criptomoneda se vaya a cero cada vez parece más inverosímil. Aunque la pregunta sigue siendo: ¿cuál es su valor real?