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La burbuja del delivery se pincha: ¿por qué este negocio no triunfa en España?

Lidia Vega| 16 de agosto de 2022

Desde hace meses que el negocio del delivery está de capa caída en España. Desde la salida de Deliveroo el pasado año, el sector no ha conseguido recuperarse como esperaban. Lejos de que las tres grandes empresas que se quedaban, Just Eat, Glovo y Uber Eats, se quedasen con la cuota de mercado de la británica, la llegada de nuevas empresas como Gorillas o Getir pusieron todo patas arriba.

Estos ocho meses han sido un completo caos en el mundo del delivery. La primera en sacudir el avispero fue Glovo. El 31 de diciembre de 2021 Delivery Hero se hacía con el unicornio catalán en una operación que aún no ha acabado de cerrarse. Desde entonces, la esencia de la empresa de la mochila amarilla se ha ido deshaciendo en favor de los alemanes.

Todas estas empresas se enfrentan a muchos obstáculos, siendo el principal escollo la denominada Ley Rider. En agosto del pasado año entró en vigor esta norma donde se obligaba a todas estas empresas de reparto a contratar a sus repartidores y que dejasen atrás el régimen de falsos autónomos en el que vivían los trabajadores.

A pesar de que el Ejecutivo llevaba meses anunciando su implantación, las compañías de delivery decidieron no hacer los deberes a tiempo y les pilló el toro. De todas, la que peor lo hizo – y lo sigue haciendo- es Glovo. La española sigue sin contratar a sus riders y estos siguen trabajando en régimen de autónomos.

Es por eso que sus principales competidoras, Just Eat y Uber Eats, han denunciado en numerosas ocasiones su falta de rigor. En medio de esta pelea, la llegada de Gorillas, Gopuff y Getir, que sí han cumplido con la normativa, parecía que complicaría las cosas. Sin embargo, estas tampoco consiguen ser rentables en España.

 

GOPUFF, GORILLAS Y GETIR DESMANTELAN SU NEGOCIO EN ESPAÑA

Hace unas semanas, Business Insider España publicó en exclusiva que Gopuff, Gorillas y Getir están realizando despidos masivos. Estas empresas tienen un denominador común: prometen llevarte la compra a casa en menos de 15 minutos, lo que se denomina entregas ultrarrápidas.

La crisis económica que está atravesando el país, unida a la inflación, hace que estas empresas no puedan cumplir con esta promesa a precios atractivos. Según explica el medio, desde hace dos meses que estas compañías se dedican a despedir a un gran volumen de trabajadores mientras luchan por conseguir ser rentables. Muchas han salido de mercados donde no eran tan eficientes, otras directamente han tenido que tirar la toalla y acabar echando el cierre.

Los empleados de Getir han sido los últimos en levantar la voz y denunciar que decenas de empleados de la parte de oficinas estaban yéndose a la calle mediante despidos disciplinarios para eludir el proceso de llevar a cabo un despido colectivo, lo que se considera un ERE encubierto.

La turca no es la única. Gorillas se deshizo de 300 empleados de su sede de Berlín. Pero la falta de rentabilidad no le afecta solo en su país natal. La empresa ha manifestado abiertamente las ganas que tiene de salir de España y buscar un socio mayoritario para hacerse con las acciones.

La tercera en discordia de esta nueva ola de compañías de reparto, Gopuff, también ha comunicado su intención de despedir gente. La empresa estadounidense recortaba el 10% de su personal hace apenas unos días, aunque no han trascendido las cifras de afectados en España. Según explica en un comunicado, se encuentran evaluando su presencia en España.

 

¿POR QUÉ NO FUNCIONA EL NEGOCIO DEL DELIVERY EN ESPAÑA?

A principios de año, el informe ‘Balance anual de la distribución’ de Kantar señalaba que este sector de reparto a domicilio estaba en auge. Según Bernardo Bonilla, retail business director worldpanel division kantar, estas compañías empezarían a competir contra los supermercados tradicionales, regionales y los nuevos de ofertas, por hacerse con la cesta de la compra del día a día de todos los usuarios.

Sin embargo, este pronóstico está muy lejos de poder realizarse. Las empresas de delivery luchan por conseguir ser rentables, mientras ven como su negocio se desangra sin que ellas puedan hacer nada.

La duda surge en el por qué este modelo de negocio no consigue despegar en España. Los expertos señalan que los costes de marketing y de transporte hacen que el margen de beneficios de estas compañías de reparto se reduzcan. Esto afecta a la relación calidad-precio, haciendo que el precio de sea más alto y el servicio sea peor.

Pero este no es el único problema para que este modelo no despegue. Según un estudio de la Universidad Oberta de Catalunya, para que estas empresas sean rentables necesitarían, al menos, 8.000 pedidos al día por compañía. Si además pretenden cubrir los gastos de expandirse a otros mercados, esta cifra debería subir a los 19.000. Unos objetivos bastante difíciles de cumplir.

Por otro lado, la situación actual tampoco ayuda. Aunque es cierto que durante el periodo de confinamiento el take away de los restaurantes creció a doble dígito, una vez se pasaron las restricciones los españoles buscaban volver a salir a la calle. Esto se suma a un momento de inflación, donde los consumidores tienen que mirar el bolsillo y recortar gastos. Una de las áreas donde las familias pueden prescindir de estos gastos es el de la comida a domicilio.

Todas estas cosas, unidas a las palabras de los diferentes dirigentes de estas compañías de reparto, hacen pensar que el futuro de estas empresas es más bien negro y que la mayoría de ellas no continuarán con su negocio en el país.

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