Camilla de Cornualles: la transformación estilística de la futura reina del Reino Unido
A lo largo de sus 70 años de reinado, Isabel II se ha consolidado como una de las personas más emblemáticas del mundo de la realeza. Firme defensora del buen protocolo, sus apariciones estilísticas han estado fielmente medidas. Al igual que, con sus contestaciones y discursos, siempre ha buscado mantenerse alejada de la polémica. Dato que, como se ha visto en los últimos años, sus hijos no han sabido heredar.
Más allá del reciente escándalo de su hijo Andrés (a quien, a pesar de haber retirado los títulos reales, la monarca del Reino Unido le ha ofrecido recientemente ayuda económica) su primogénito, el príncipe Carlos, lidera esta lista.
Sus fotografías y su nombre ocuparon las portadas de la mayoría de los periódicos y revistas. Su más que conocida aventura extramatrimonial sigue resonando a día de hoy. Y si bien es cierto que, desde el año 2005, su affaire se ha convertido en su esposa; el inicio de Camilla de Cornualles como miembro de la Casa de Windsor no fue el mejor recibido. Al menos, por parte de la soberana. Su falta de afinidad nunca ha sido un secreto. De hecho, la presencia de Camilla llegó a estar prohibida durante un largo periodo en palacio.
Sin embargo, como dicta el dicho común, el tiempo parece curarlo todo. Y a pesar de que ambas han llegado a presidir actos juntas o se las ha visto charlar de manera coloquial, no ha sido hasta que, al ritmo de su jubileo, Isabel II ha querido aclarar que, con su retirada, su nuera pasaría a ser reina consorte. Una noticia que sorprendía, pues carece del título de princesa.
CAMILLA DE CORNUALLES, UN ESTILO EN CONSTANTE EVOLUCIÓN
Con ese anuncio, la monarca del Reino Unido dejaba patente que, pese a sus múltiples disputas, ambas han ido estrechando relación, coincidiendo en gustos y preferencias. De hecho, el estilo de Camilla ha ido evolucionado en los últimos años. Su inspiración -al contrario que Lady Di, quién creó sus propias tendencias bastantes recreadas-, está bastante clara; el corte y la combinación de prendas monocromáticas, al ritmo de enormes sombreros, que utiliza, sigue el compás de Isabel II. Analizamos su estilo y como este, con el transcurso de los años, ha ido ganando relevancia al igual que la relación entre ambas ha ido mejorando.
Al igual que ocurre con el resto de los miembros de la Casa Windsor, Camilla de Cornualles también asiste a numerosos actos de agenda real. A lo largo de las décadas, su presencia ha ido ganando un mayor peso; lo que ha favorecido que, en solitario, presida numerosos eventos.
Gracias a dichos actos, es fácil observar y trazar su transformación estilística, marcada más allá de por los sombreros y los bajos bien medidos y cortados, por comenzar a introducir paulatinamente -como Kate Middleton en sus mejores estilismos- fuertes y vibrantes colores, dejando a un lado los clásicos y siempre favorecedores tonos neutrales. Lo vemos en cuatro claves de estilo.
EL ARMARIO DE CAMILLA GANA COLOR, SIN RENUNCIAR AL BLANCO
Al igual que la reina y las duquesas, suele decantarse por los tonos azulados. En esta ocasión, se la puede ver con un atuendo fluido y corte recto, tejido en ese dulce tono celeste. Un atuendo que, pese a tener un aspecto de lo más sencillo, podría lucir con auténtico estilo la propia monarca, gracias a las líneas de sus patrones y sus costuras. Además, como detalle, luce la conocida flor roja a modo de broche.
Eso sí, el blanco es el único tono neutro que no desaparece de su vestidor. De hecho, suele optar por este en las ocasiones más especiales. Uno de los colores que, curiosamente, ha lucido en contadas ocasiones la reina.
LOS SOMBREROS, EL ACCESORIO ESTRELLA DE LA CASA WINDSOR
Desde que se convirtió, de manera oficial, en la esposa del príncipe Carlos, los sombreros han ido ganando relevancia en cada una de sus apariciones. Eso sí, como dicta el protocolo y la propia soberana, siempre antes de las seis de la tarde.
No obstante, es uno de los pocos accesorios donde Camilla no toma la fiel referencia de la monarca británica. No. En su enorme colección -según apuntan, Isabel II tendría más de 4.000 modelos-, los sombreros siguen un patrón bastante parecido: alas cortas y motivos florales a modo de decoración. Todo lo contrario que la duquesa de Cornualles, quien se suele decantar por modelos vistosos marcados por enormes alas, que siguen el estilo de las pamelas.
CHAQUETA Y VESTIDO, DOS PIEZAS QUE NO PUEDEN FALLAR
Al igual que la monarca, los pantalones parecen extinguidos en su vestidor. Desde la década de los años setenta, Camilla suele decantarse por vestidos lisos o con motivos florales a la altura de la rodilla. El clásico corte que Isabel II ha marcado al ritmo del protocolo.
Eso sí, la indiscutible tendencia monocromática de la Casa Windsor que, hasta Kate Middleton ha adoptado en los últimos años, ha fomentado que las chaquetas den paso a sendos y tupidos abrigos en el mismo tono, al compás que lleva trazando Isabel II desde su coronación.
TACÓN BAJO, UN COMPLEMENTO DE LO MÁS CÓMODO
Por último, a diferencia de los sombreros que Camilla ha querido transformar dándole un mayor protagonismo y volumen en sus estilismos, los zapatos con tacón bajo, redondo y ancho se han ido adentrando en el vestidor al fiel estilo de la monarca. Así, desde la década de los años 2000 se han vuelto imprescindibles en cada una de sus apariciones. Incluso las botas, que ha ido incorporando a sus atuendos más invernales, han carecido de tacón.
Un zapato, cabe destacar, que predomina por su comodidad y favorece que vayan a la misma altura, el príncipe y la duquesa en sus apariciones comúnes.
De esta manera, al son de sus prendas monocromáticas, los sombreros y los tacones, Camilla de Cornualles ha conseguido adoptar el estilo marcado y trazado, durante su reinado por la monarca del Reino Unido, introduciendo leves modificaciones que han fomentado que, pese a seguir la misma idea, cuenten con diferencias notables que a ambas las favorece enormemente.
