Skip to main content

Carolina de Mónaco hubiera sido la influencer de moda más seguida (y aquí están las pruebas)

Marina Vazquez| 7 de octubre de 2022

Carolina de Mónaco es sinónimo de buen estilo. Sobre su cabeza reposa una tiara, pero no necesita recurrir a ella para que se haga el silencio. Su armario (o, mejor dicho, su espectacular vestidor) se ha convertido para los amantes (y no tan amantes) de la moda en una pieza más valiosa que la citada joya, una que no cesa de improvisar.

Y no, no es solo por las grandes marcas que habitan entre las perchas. Parte del mérito recae en su indudable arte para combinar prendas, cohesionar estilos y crear vanguardias, es indudable.

De esta manera, no es de extrañar que los flashes hayan seguido con afán cada una de sus apariciones públicas.

Y sí, escribimos flashes y no instantáneas porque ella fue la responsable de unir, de ligar, el concepto de la realeza con la moda. No hay aparición suya en el agenda real donde no aparezca o le siga la gran pregunta: “¿Qué conjunto lucirá hoy? ¿Con qué look nos dejará sin habla?»

No se podía esperar menos de la primogénita de la eterna Grace Kelly. Un talento, cabe destacar, que ha heredado su hija, Carlota Casiraghi.

Desde sus innovadores vestidos de gala (o fiesta, según se mire) en la década de los 70 hasta sus aplaudidos looks de invitada. Hoy destacamos algunas de sus claves de estilo más aplaudidas y seguidas, esas que asentaron un antes y un después en la visión de la realeza. Los mismos que, de haberse dado en estos momentos, la habrían alzado con el título de la influencer de moda más seguida. Al fin y al cabo, las críticas hacia sus looks que siguen aguardando desde su primera aparición parecen no llegar.

 

La reputación de Carolina de Mónaco nació con sus vestidos de gala

Carolina de Mónaco recurrió a este aplaudido look de noche con el que consiguió atraer la atención de las cámaras. (@caroline.of.monaco/instagram)

 

En la actualidad, en esta era dominada por las redes sociales, este look no hubiera dejado a nadie indiferente. Entre hashtags y menciones, este outfit que se hubiera convertido en trending topic, marcó el inicio. No hay dudas.  A finales de la década de los 70, Carolina lució este vestido azul que destaca por su escote pronunciado y cruzado. Una prenda que, cabe destacar, seguiría las actuales tendencias con sus mangas abullonadas.

Y no solo eso, más allá de su apuesta estilística atípica en esa época para un miembro de la realeza, Carolina optó por combinar una amplia y diversa variedad de joyas. El oro, las perlas y los pequeños destellos, típicos de los diamantes, coexisten en su atuendo como muy pocas veces se había visto. Una apuesta que, sin dudas, marcó un antes y un después en su estilo.

 

Sombreros, el accesorio estrella de Carolina

Ha llevado todo tipo de sombreros, pero los adornos de flores no suelen fallar. (@caroline.of.monaco/instagram)

 

Dejando a un lado que este complemento está ligado, sin espacio a la discrepancia, con Isabel II, Carolina de Mónaco también ha logrado despuntar con él en algunos de sus looks. Eso sí, la princesa se suele decantar por modelos que cuentan con alas más amplias. Un detalle que le aporta un aspecto más moderno. Lo cual, todo sea dicho, le brinda cierto glamour al look.

La royal lleva recurriendo a este accesorio desde sus primeras apariciones en solitario y, en general, suele optar por ellos en los actos de etiqueta y exterior. Aunque las diademas y las cintas también han tenido cabida entre sus apariciones, los sombreros con alas voluminosas priman.

El distintivo que aporta al complemento recae en la decoración. Al igual que en sus looks de fiesta las joyas eran las encargadas de aportarle ese acabado único, los motivos florales -para las ocasiones de día- han adoptado ese rol en sus outfits en innumerables ocasiones.

 

Carolina de Mónaco rompe con la monotonía de baño

Carolina de Mónaco se ha convertido en una precursora de estilo en lo referente a la ropa de baño. (Composición, imágenes Flickr)

 

Los bañadores blancos que, todavía, siguen consolidados como el último grito en moda de la ya pasada temporada, tuvieron un idilio anterior con Carolina. En concreto, en 1978, recurrió a esta pieza cromática que dejaba la espalda totalmente al descubierto. Algo insólito en aquellos tiempos.

Unos años después, recién casada con Stefano Casiraghi, la royal recurría a un impresionante bañador metalizado. Sí, los mismos que, hace apenas unas temporadas, destellaban sobre la arena de la playa. De la misma manera, cuatro años más tarde, se decantaba para visitar Saint-Tropez por una pieza tejida en aparente cuero.

Como ves, en cada nueva temporada, Carolina rompe con esa monotonía que caracteriza a la ropa de baño. Eso sí, sin dejar a un lado su inherente glamour.

 

¿Estampados? Sí, en su justa medida

Carolina de Mónaco
No suele optar por los estampados, pero cuando lo hace: las flores se alzan como su opción favorita. (@caroline.of.monaco)

 

A diferencia de lo que se puede ver en los actuales desfiles donde los estampados y la combinación de estos prima, Carolina no suele recurrir mucho a ellos. Apenas destacan en su vestidor prendas con vistosos estampados, más allá de vestidos con dibujos geométricos o chaquetas confeccionadas con tweed.

Aunque, como toda regla, siempre existe su excepción y, en este caso, el estampado de flores adopta esa función. Más aún si rara es la ocasión donde falta al baile de la rosa o, incluso, con una etiqueta más informal a las características ferias de flores. No hay combinación con estas que haya lucido que no se haya convertido en un auténtico acierto. Ocupando portadas se convierte en ese referente que, como ya dictábamos, de haber sido en la actualidad la hubieran alzado con este título en redes sociales que, curiosamente, hoy ocupa su hija e, incluso, Victoria Federica con su transformación estilística.

 

Presumiendo de canas

Al igual que otras celebrities, Carolina de Mónaco también se ha sumado a la tendencia de dejar su melena al natural. (@caroline.of.monaco/Instagram)

 

En la actualidad, se ha señalado y aplaudido cómo la reina Letizia ha decidido dejar sus canas al descubierto. Una seña a la que, cada vez, se le suman más rostros famosos. Y sí, la primogénita de Grace Kelly lleva el último año luciendo con auténtica sofisticación, como no podía ser de otra manera, su melena gris.

Una vanguardia estilística que también le ha sido aplaudida en incontables ocasiones y que ha fomentado que se haya convertido en una inspiración en la moda; su melena grisácea no afecta a sus atuendos; sigue luciendo juvenil y sofisticada a partes iguales. ¿El secreto? Los complementos. Los zapatos y los bolsos son los encargados, en su caso, de aportarle ese guiño de vanguardia a sus atuendos en mayor o menor proporción según sus características.

Como ves, no hay aparición suya que no siga las directrices actuales de la moda (su siempre citada amistad con Karl Lagerfeld, tal vez, impulsó su buen ojo) o que no favorezca nuevas. Carolina se distingue; ella crea sin perder su glamurosa apariencia.

OTROS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
NOTICIAS RELACIONADAS
Suscríbete ahora
LO MÁS DESTACADO