Los cerveceros advierten de subidas “récord” en el precio de la cerveza
La inflación de precios llega a la cerveza. Además, de manera contundente. Así lo advierte una de las mayores firmas del sector, como es Heineken, al reconocer que está sufriendo “la mayor inflación en la última década”. A lo que la compañía responderá con una subida del precio de sus productos “valiente”. Una acción a la desesperada, ya que un coste excesivamente alto supondría una menor demanda, lo que complicaría el desbarajuste que están haciendo a los balances los gastos disparados en energía, materias primas o personal.
“Si se observa la inflación que estamos experimentando actualmente, es la más alta en 10 años y no es solo en nuestras categorías de productos. Tememos que podría estar sucediendo algo macroeconómico aquí”, alertó el director ejecutivo de Heineken, Dolf van den Brink, en una conferencia con los analistas tras la presentación de resultados. Además, advirtió que aumentará el precio de su cerveza en un porcentaje alto, para compensar unos costes que se han vuelto “locos”.
Un par de semanas antes, desde Carlsberg advertían de que la industria tendría problemas a lo largo del próximo año. Principalmente, por el fuerte incremento de costes al que se enfrentaban, que iba a reducir drásticamente sus márgenes. Otra que se sumó a esa funesta advertencia fue el gigante Unilever, que comercializa todo tipo de productos y bebidas. En concreto, señaló que la inflación pesará sobre la rentabilidad durante dos años, pero el paso adelante de Heineken puede ser el arrebato que necesitaba el sector para ajustar considerablemente sus precios de venta al alza.
EL COSTE DE LA CERVEZA ALCANZA CIFRAS RÉCORD
El anuncio de Heineken tendrá efecto inmediato sobre marcas reconocidas en España como Amstel. Para la que tiene reservada un suplemento extra en el precio, según dejo caer el director financiero, Harold van den Broek. El ejecutivo señaló que la compañía tiene como objetivo aumentar los precios de su cerveza en cantidades «valientes» en todo el mundo para compensar los crecientes gastos relacionados con el aluminio, que aumentó un 50% desde enero de 2021, la cebada, cuyo costo se duplicó, y los fletes. El mundo parece que “se ha vuelto absolutamente loco”.
Otras marcas reconocidas en España como Mahou o el Grupo Damm mantienen silencio por el momento. Pero es difícil pensar que van a mantener los precios y asumir las perdidas. Más si cabe, en un contexto inflacionario tan alto, lo que reduce drásticamente sus márgenes, y tras una devastadora pandemia donde el consumo ha caído en picado en la medida de que los bares estaban cerrados. La situación parece una ratonera en la que nadie quería dar el paso hasta que Heineken finalmente lo ha hecho.
En definitiva, el ciclo inflacionista empieza a consolidarse. Los mayores costes energéticos, de transportes y después de mano de obra han empezado a trasladarse a los precios. La cerveza, por ahora, parece todavía tímida a ejecutar un movimiento agresivo, aunque el paso delante de las grandes marcas y la llegada del buen tiempo (que dispara su consumo) serán el principal catalizador de que los botellines, tercios o las cañas se paguen a un precio récord nunca visto.