De la cesta de Carrefour a los supermercados públicos: las medidas ante la inflación

Los precios de los productos básicos de alimentación no dejan de subir, al igual que la luz y el gas. Para intentar ponerle un freno a esta inflación, el Gobierno está llevando a cabo una serie de medidas que ayuden a desahogar el bolsillo de los españoles. Sin embargo, las propias compañías, como Carrefour, también están dando pasos por su cuenta.

Hace solo unas semanas, la ministra de Trabajo y vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, planteaba la idea de crear una cesta de la compra conformada por 30 productos y que costase 30 euros para ayudar a las familias desfavorecidas. Entre los alimentos que quería introducir estaban los productos lácteos, frescos, carnes o pescados. Es por eso, que durante estas semanas se ha estado reuniendo con los responsables de las principales patronales de distribución y con cadenas, como Carrefour.

Sin embargo, esta idea no es nueva. En 2011, Francia ya lanzó una cesta similar con precios económicos para garantizar una alimentación con unos estándares mínimos de calidad para las familias más desfavorecidas.

El secretario de consumo del gobierno de Sarkozy, Frédéric Lefebvre, acordó con las cadenas minoristas una cesta con diez productos conformada por, al menos, un producto de cada una de estas categorías: fruta, verdura, carne, pescado, queso o producto lácteo y bebidas. En el país vecino, a diferencia que en España, todas las marcas estuvieron de acuerdo para elaborar estas cestas con la única condición de cumplir con los estándares de calidad.

Otra similitud entre esa cesta y la que quiere implantar la ministra de Trabajo es que los productos deben rotar. En la francesa, las cadenas se comprometieron a modificarlos, al menos, una vez por semana.

La criticada cesta de Carrefour

Sin embargo, Carrefour se ha adelantado a la decisión de Díaz y ha elaborado su propia cesta de 30 productos a 30 euros. Este es el segundo paso que da la cadena de supermercados francesa en los países en los que opera para tratar de reducir la presión económica de las familias. En Francia, tiene congelado el precio de 100 productos de uso diario desde agosto hasta el próximo 30 de noviembre.

De esta manera, hace una semana que Carrefour lanzaba la lista de los 30 productos cuyos precios se van a mantener congelados hasta el 8 de enero, después de navidades, tal y como pedía el Gobierno. Los productos se pueden comprar de forma individual, sin elegir toda la propuesta. Sin embargo, esta cesta no ha estado exenta de polémicas.

Escuchando las palabras iniciales de Yolanda Díaz, esta selección de productos debía incluir carne, pescado, frutas y verduras, todo ello fresco. Son embargo, nada de esto aparece en la cesta de Carrefour.

Esta primera lista ha incluido verduras envasadas, aceite de girasol, papel higiénico, latas de atún, zumo y chocolate blanco. «Los productos que forman parte de esta lista están presentes en cualquier despensa», señala la cadena en su web. Puede que en un futuro esta lista cambie, tal y como asegura Díaz, que indica que los franceses se comprometieron a estudiar introducir frescos.

Pero esta decisión de Carrefour no la comparten el resto de cadenas. De hecho, en el comunicado en común de ACES, ANGED y Asedas, las tres asociaciones que representan a las cadenas de distribución alimentaria españolas, rechazaron el acuerdo de la cesta de la compra con costes fijos.

«Las empresas de distribución consideran el acuerdo inviable y contraproducente porque parte de un diagnóstico erróneo de la formación de precios en la cadena, porque sería ineficaz y porque la experiencia en otros países ha resultado fallida», detallan.

Además, en el escrito piden otras medidas para para luchar contra el alza del IPC y reducir los costes empresariales que soporta la cadena alimentaria, como «destacan la reducción del IVA en alimentos, una moratoria a impuestos medioambientales, el descenso del coste regulatorio y, sobre todo, la reducción del coste de la energía, que puede hacer entrar en pérdidas a empresas de la distribución».

Supermercados públicos, copia de Venezuela

Otra de las medidas que se estudia desde los gobiernos autonómicos es la de crear supermercados públicos. Esta es la propuesta de Adelante Andalucía. De hecho, varios miembros de este partido compartían opinión con las patronales y con el propio Antonio Garamendi, presidente de la CEOE. Ambos consideraban esta propuesta insuficiente.

Ha sido José Ignacio García, diputado en el Parlamento de Andalucía por Adelante Andalucía, el que ha propuesto estos supermercados públicos a través de su perfil de Twitter.

Según relata en la red social del pajarito, García explica que se deben conseguir cuatro puntos imprescindibles: «precios asequibles en productos básicos, pagar precios dignos a agricultores y ganaderos, salarios dignos a trabajadores de super y reducir la huella ecológica».

Unos puntos que, bajo su criterio, van en contra de Mercadona o Carrefour, que lo que buscan es sacar beneficios. «Y aquí uno de los problemas de la propuesta de Yolanda Díaz: No vamos a conseguir estas cosas con acuerdos con las grandes compañías. Porque ellos tienen sus intereses y la mayoría de la gente otros«, añade el político.

Para lograr estas metas, José Ignacio propone crear una red de supermercados públicos. «En esta red pública podría existir una canasta básica de la compra a precio reducido, con productos frescos y de temporada. Al eliminar el enorme beneficio de la multinacional de turno podría pagarse un precio digno a agricultoras y ganaderos y a los trabajadores del supermercado. Se crea empleo de calidad en los supermercados y se fomenta el empleo agrario y ganadero bien pagado. Y se priorizan los productos de cercanía».

Aunque sería una propuesta totalmente legal, llevarla a cabo suena bastante complicado. Ni el gobierno andaluz ni el nacional han recogido el guante. Sin embargo, la inflación sigue por las nubes y el precio de los alimentos no se detiene.