¿Cómo relajar a un perro?
En el momento en el que decides dar el paso y compartir tu vida con un perro, empiezas a descubrir todo lo que pueden aportarte para bien. Nuestro mejor amigo de cuatro patas va a requerirnos muchos cuidados, pero también sabemos que nos lo devolverán con mucho cariño y compañía. Y, entre otras, a veces nos pueden venir dudas sobre cómo educar y convivir con ellos, qué tipo de alimentación ofrecerles, o incluso cómo relajar a un perro.
Mucho se habla de la educación canina y adiestramiento, y también hay bastante confusión. Son vertientes muy diferentes que buscan unos objetivos distintos, y además utilizando medidas y caminos bastante dispares. Pero, ante todo, debemos intentar comprender las necesidades de nuestro perro para poder ayudarle y mejorar la convivencia entre el humano y el perro (y viceversa).
¿A qué llamamos educación canina?
Sin confundirlo con el adiestramiento tradicional, la educación canina emocional busca un equilibrio de entendimiento y convivencia en armonía entre los humanos y los perros que viven bajo un mismo techo y que, al final, forman parte de una misma familia.
Es una educación bidireccional, en la que colaboran tanto humanos y perros para acabar entendiendo las necesidades de cada uno. Los perros domésticos, al final, son animales cautivos, lo que hace que tengamos que esforzarnos en que su socialización y adaptabilidad a nuestro entorno sea lo más positiva y cómoda para ellos.
Pero aunque nos esforcemos, y sigamos todas las recomendaciones de nuestro educador canino, muchas veces los perros acaban generando altos niveles de estrés. Esto puede venir por varios motivos: entorno, inseguridad, ruidos… Entonces, ¿cómo relajar a un perro? Podemos ayudarlos a bajarlo, consiguiendo tranquilizar al animal y que vuelva a un estado de calma, además de enseñarles a gestionar ese estrés.
¿Cómo relajar a un perro?
Hay quienes tienen sus trucos para calmar a un perro cuando el estrés ya puede con él y está inquieto. Los síntomas de que un perro tiene estrés residual podrían ser ladridos, jadeos, morder cosas sin freno… Ante esto, debemos actuar si es posible con anterioridad. Y si no somos capaces de preverlo, hay varias técnicas que ayudarán a nuestro peludo a gestionar mejor el estrés y, por lo tanto, a estar más tranquilo.
La música para perros
Algunos de los sentidos de los perros están mucho más desarrollados que los de los humanos. Por ejemplo, el oído. Los estudios afirman que son capaces de reconocer hasta 150 palabras y sonidos y asociarlos a objetos o señales. Al igual que con los humanos (ya sean adultos o bebés) se ha probado a utilizar la música como terapia relajante, también funciona en los perros. Música reggae y rock suave suelen ser los preferidos de los canes, ayudándoles a tranquilizarse. Una de las playlist que mejor funcionan es la del educador amable Hugo, de En Clave de Can.
Juegos de olfato
Incentivar al perro a utilizar su mejor sentido, el del olfato, les hará ponerse a trabajar concienzudamente y además, disfrutar de ello. Juegos de olfato como esparcir comida sobre una alfombra olfativa, o mediante juegos interactivos especiales para perros (o podemos inventárnoslo nosotros con cualquier cosa que se nos ocurra que tengamos en casa) son herramientas muy potentes a la hora de aliviar el estrés de nuestro amigo peludo.
Aromaterapia para perros
Al igual que con los juegos de olfato fomentamos el uso del sentido del olfato del perro, a través de actividades de aromaterapia estamos ofreciendo al animal a poder utilizar los beneficios que aportan los aceites esenciales. En un estado de libertad en la naturaleza, los animales son capaces de ‘automedicarse’ mediante los olores que transmiten algunas plantas, hierbas o flores. Al ofrecerles la posibilidad de oler esos mismos aromas, aunque sean a través de aceites esenciales, estamos facilitándole esa tarea. Por ejemplo, el aceite esencial de lavanda es un buen remedio para momentos de estrés (tanto para perros como para humanos).
Os animamos a descubrir más sobre vuestros perros y a educar la convivencia humano-perro, perro-humano desde el respeto y la amabilidad hacia los animales.