Se acaban las vacaciones, se acaba el verano y toca volver a la rutina. Es cuando se produce la llamada ‘depresión postvacacional’, un periodo de tristeza y frustración que se puede superar fácilmente con estos consejos.
¿Qué es la depresión postvacacional y cómo superarla? Para afrontar cualquier problema es esencial conocer su origen. La depresión postvacacional se produce cuando se acaban las vacaciones de verano y toca volver a trabajar. Hay varias causas, pero la principal es no tener un trabajo que nos motive. De lo contrario, el cambio entre periodo de descanso y periodo de trabajo no sería tan duro.
Sea como sea, y si se tiene en cuenta que gran parte de la población sobrevive en trabajos que no les motivan en absoluto, lo cierto es que esa ‘depresión postvacacional’ existe. Para algunas personas solo es un breve periodo de tiempo que se restringe a los primeros días de trabajo tras el verano. La rutina se encargará del resto. Pero para otras personas es realmente tedioso volver a enfrentarse a un trabajo desmotivador, a un jefe tirano o a compañeros de trabajo con los que no se tiene ninguna afinidad. Por no hablar de otras ‘rutinas’ que llegan en septiembre: la vuelta al cole, el gasto que supone afrontar el nuevo curso, el empeoramiento del tiempo (adelantando la noche, como complemento de regalo)…
Cómo superar la depresión postvacacional
Si eres de esas personas para las que volver a la rutina es agobiante, toma nota de estos consejos. El primero, o más bien el número cero, es que te replantees si la vida que estás llevando es la que realmente quieres llevar. Suena a libro de autoayuda, pero no hay nada peor que llevar una vida que no queremos llevar, y no dejarlo por miedo. Hay que superar el miedo al cambio. Es un cliché, pero algún día nos arrepentiremos de seguir atrapados en un trabajo que no nos aporta nada más que dinero (que no es poco, ciertamente, pero… ¿qué trabajo no es capaz de reportarnos dinero?).
Dicho esto, desde Udemy sugieren 5 consejos básicos para evitar la falta de motivación, si es que vamos a seguir en ese trabajo no deseado. El primero es cuidar las relaciones interpersonales. Y es que, aunque parezca mentira, si no nos llevamos bien con nuestro jefe o con nuestros compañeros de trabajo, en realidad más vale que tratemos no tanto de ser amigos, sino ‘soportarnos’ de la forma más decente posible.
Si miramos esas relaciones como algo inevitable, encontraremos recursos para relativizarlas (también a esas personas). Es decir: mientras estés en esa empresa, tu jefe va en el paquete. No tienes por qué ser su amigo y salir juntos a cenar, pero sí puedes relativizar su forma de ser (y todo lo que te molesta de ella) para que, al menos, tratar con él sea asumible. Un mal menor. Te encontrarás mucho mejor.
Otro consejo es plantearse buenos objetivos. De nuevo, puede parecer otro cliché, pero si en un trabajo que no nos motiva encima no tenemos objetivos personales… mal vamos. Por eso, debemos jugar con los objetivos que nos marque la empresa y dividirlos en metas más pequeñas que luchemos por conquistar a título personal. Así, y en cierto modo, estaremos convirtiendo en algo parecido a un juego (quizás sin gracia) nuestro trabajo. Algo es algo.
Cómo ayudar a tus empleados a ganar motivación en el trabajo
Si estás al otro lado, en el de ‘jefe’ o manager, también tienes tarea. Además de la personal, que es enfrentarte a tu propia vuelta a la rutina, debes cargar con parte de la rutina de tu equipo. Y eso exige aplicar los mismos puntos que ya hemos visto, pero también otros como tener en cuenta las prioridades del equipo.
En este sentido, Udemy habla de la vuelta al trabajo presencial una vez la pandemia esté bajo control. No es el caso, pero el proceso de vacunación ha llegado casi a la línea de meta, y ese es el punto en el que muchas empresas con visión tradicional (o anticuada) se han fijado para volver a llenar oficinas. Algo en lo que no están escuchando la voluntad de los empleados. Según Udemy, 6 de cada 10 quieren mantener el teletrabajo porque encaja mejor no solo con su modo de vida, sino con un modelo laboral más racional.
A fin de cuentas, tener que perder dos horas diarias en transporte (contaminante) para ir a un edificio en el que vamos a sentarnos frente a un ordenador como el que tenemos en casa (o peor) y hacer un trabajo que podríamos hacer desde cualquier otro lugar… no tiene sentido se mire por donde se mire.
Evitar distracciones en el trabajo y planificar bien el año, claves para ganar motivación
Eso sí, otro consejo que nos da Udemy es evitar las distracciones, que pueden ser frecuentes si teletrabajamos (aunque quizás no tan frecuentes como en la oficina). Un truco es establecer periodos de trabajo de 30 minutos en los que estemos realmente inmersos en el trabajo, dejando de lado el móvil, email, teléfono… Solo trabajar, sea en casa (donde es más fácil si nos encerramos en nuestra habitación o en el despacho) o en la oficina (donde tendremos que pedir a nuestros compañeros que nos hagan el favor… de seguirnos).
Por último, un consejo esencial para afrontar la vuelta al trabajo es no hacerlo de golpe. Por eso es muy importante que dediquemos los primeros días a aterrizar: revisar correos recibidos durante el verano, atender algún asunto que habíamos aplazado a septiembre o, muy importante, planificar el nuevo curso. No todo el mismo día, por supuesto: la dosificación es también una clave para el éxito.
¿Lograrás volver al trabajo con aires renovados? ¡Suerte!
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