Que correr es beneficioso ya no es ningún secreto. De hecho, es tan bueno para la salud, que cientos de mujeres que han pasado o están pasando por un cáncer de mama lo han convertido en el pilar fundamental de su lucha.
Bajo la fundación «La vida en rosa» cada vez más mujeres se ponen las deportivas y dan paso tras paso para dejar atrás al cáncer. «La vida en rosa», fundada por la oncóloga Lucía González Cortijo hace casi dos años, ofreció un acto en el espacio «Cómo», una iniciativa de la agencia Comunica+A . Allí, Mago More entrevistó a Lucía, que contó la historia de los inicios de la fundación y agradeció a todas las personas que la han hecho posibles.
Una de esas personas es Ramiro Matamoros, veterano corredor popular. Ramiro, tras un encuentro casual con Laura, pasó a ser el entrenador de las mujeres de «La vida en rosa».
Cuando Lucía experimentó los beneficios de correr a diario, pensó que sería una terapia excelente para sus pacientes. Con esa idea en mente nació «La vida en rosa», que resultó ser una herramienta tremendamente positiva para la recuperación de las pacientes.
La realización de actividades deportivas, además de los beneficios físicos como pérdida de peso y mejora de la condición cardiovascular, implica beneficios psicológicos de valor incalculable. «Cuando van a correr por primera ven a mujeres que han pasado por lo mismo que ellas, y eso les enseña que se puede superar».
Muchas veces, el tratamiento trae consigo consecuencias tan terribles como el adelanto de la menopausia, que en palabras de la fundadora: «no son solo unos simples sofocos, se te echan 20 años encima». El deporte y el apoyo psicológico que las pacientes reciben resulta vital en la recuperación de las mujeres.
«La vida en rosa» está creciendo. Lo que empezó de manera precaria cada vez se diversifica y se afianza más. Ya no solo corren. La fundación ofrece todo tipo de actividades en grupo para las afectadas por el cáncer.
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