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Covid-19 y el juego del «pollo loco»

Miguel Ormaetxea| 10 de marzo de 2021

Las mutaciones del virus nos están metiendo en un peligroso callejón

 

Los virus como el covid-19 no están vivos, son “partículas infectivas” que tienen la peligrosa capacidad de evolucionar. Es materia orgánica compleja inanimada, que evoluciona únicamente dentro de la célula, con una enorme capacidad de recombinarse. En esta fase de la pandemia, con las vacunas extendiéndose por el mundo de manera abrumadoramente desigual, es esencial que la gente entienda bien algunos hechos, en medio de una abrumadora infodemia que nos impide ver nuestra propia imagen, como niebla en un pantano. Todo esto cuando las informaciones sobre la pandemia copan hasta el 60% de los informativos del mundo.

Se parece al famoso juego del “pollo loco”. Es un juego de epidemiología contra biología evolutiva. “La forma en que evoluciona el virus es como la vida. Lo que es diferente es que se está desarrollando a una escala, muy, muy grande. Así que hay muchas oportunidades para que el virus haga mutaciones y haga cosas nuevas”, dice Adam Lauring, virólogo de la Universidad de Michigan en la prestigiosa revista “Wired”. El bicho no es un bicho, pero juega y esquiva.

No están vivos, pero siguen las mismas reglas que todos los seres vivos de la Tierra: adaptarse o morir. Se adaptan y nos matan. Comprender esas fuerzas más ocultas, cómo evolucionan dentro de nosotros, cómo cambian las formas en que pasan de una persona a otra, definirá la siguiente fase de la pandemia. Es un tema que puede estar más allá de la pura ciencia médica o farmacéutica.

10 países acapararon el 90% de las vacunas contra el Covid-19

Los virus son pequeñas cantidades de proteínas envueltas en material genético, que en el caso del Covid-19 es ARN. Probablemente estaba en algún otro animal primero, un murciélago o un pangolín, hasta que llegó a los desafortunados seres humanos. El virus está tratando de ser mejor virus, entra y se replica, se copia a sí mismo. Es una infección aguda para muchas personas y tal vez crónica para otras. Estamos en una batalla sutil. Comprender la evolución viral ayudará a saber cómo actuar.

Las vacunas son un arma básica, pero si algunos países acumulan vacunas mientras otros no las tienen, vamos mal, dejamos el campo a las mutaciones del virus. Según la OMS, 10 países acapararon el 90% de las vacunas contra el Covid-19, algunos pueden inmunizar tres veces a toda su población. Otros países de África y América Latina no lograrán vacunar a sus habitantes hasta el 2023 o 2024, con los datos que tenemos a mediados de marzo, cuando despunta la primavera en el hemisferio Norte. Vamos mal.

La fase aguda de la pandemia no acabará hasta que el 60-70% de la población mundial esté inmunizada

Y la niebla de este pantano no nos dejan ver con claridad que las recurrentes pandemias tienen que ver con el modelo de desarrollo, de consumo. Las grandes farmacéuticas no quieren ceder los derechos de patentes, son un inmenso negocio. Pero la fase aguda de la pandemia no acabará hasta que el 60-70% de la población mundial esté inmunizada.

Boaventura de Suosa Santos acaba de publicar en Akal su último libro, El futuro comienza ahora. Dice entre otras cosas que “el nuevo coronavirus y los que vendrán deben interpretarse como advertencias de una naturaleza herida e impaciente”. Debemos comenzar a cambiar ahora, aunque el proceso llevará décadas. “La naturaleza no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la naturaleza”. No basta con los epidemiólogos.

 

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