El creador de Android, Andy Rubin, ha lanzado una nueva empresa tecnológica llamada Essential. Sus dispositivos de salida son un smartphone modular que tiene un precio de 699 dólares y un sistema de «smart-home» diseñado para competir con Echo.

Con sus gadgets, Rubin quiere acabar con los problemas que él mismo admite que Android ayudó a crear. La obsolescencia programada y la incompatibilidad entre empresas son algunos de los errores que quiere subsanar con su empresa. Google absorbió Android, compañía fundada por Rubin, en 2005. Hoy día, el 80% de los móviles corren bajo Android, y unos 2.000 millones de dispositivos en total usan este sistema operativo.

El smartphone de Essential está basado en Android. Compuesto de titanio y cerámica, ofrece un diseño limpio y sin marcas, además de resistente. El teléfono incluye una cámara con visión de 360 grados, que es el primer accesorio de una gama de acoplamientos modulares que esperan extender la vida útil del dispositivo.

Andy Rubin habla de traer la artesanía al mundo tecnológico.

Los analistas profesionales, sin embargo, no tienen mucha fe en la aventura de Essential. Su escepticismo parece estar justificado. Jan Dawson, analista en Jackdaw Research, afirma que los operadores de teléfono en EEUU son reacios a vender móviles de fabricantes poco conocidos, y no cree que el CV de Rubin sea suficiente para darse a conocer. El concepto de modularidad tampoco es nuevo, ya que Motorola y Lenovo lo han probado en el pasado con escaso éxito.

Solo el tiempo dirá si Essential consigue abrirse un hueco en el saturado mercado de la telefonía móvil.