Las pequeñas y medianas empresas engloban el 99’98% de las empresas en España. Esto hace que la economía del país dependa en gran medida de esta modalidad de empresa. Es más, España es el país de la Unión Europea más dependiente de las pymes. Crean el 74% del empleo en el país y son completamente imprescindibles para la economía española. Sin embargo, ¿se encuentran al día en cuestiones tecnológicas?
El perfil de las pymes españolas no está definido al 100%. En nuestro país, depende muchísimo del sector en el que se mueva. Sin embargo, existen unas tendencias que están marcando el camino a seguir. Estas son la internacionalización y la innovación abierta, así como la gestión del conocimiento. Diferenciarse de la competencia, en un entorno cada vez más globalizado, se convierte en la clave para conseguir mantenerse a flote. Marcar la diferencia es esencial para destacar en un mercado cada vez más competitivo.
Uno de los grandes retos a los que se enfrentan las pymes españolas es la tecnología. Conseguir estar al día y contar con los recursos económicos para afrontar la innovación tecnológica es uno de los grandes retos de estas empresas. Además, esta innovación supone también una inversión en la formación de los empleados que muchas veces dejamos pasar por alto. A esto hay que sumarle la retención del talento, así como de las dificultades para acceder a la financiación externa.
Marketing y comunicación: la solución para competir
Invertir en marketing y comunicación puede marcar la diferencia a la hora de competir en un ambiente cada vez más globalizado. Primero, es esencial entender que son cuestiones diferentes y, por tanto, la inversión debe ser diferente en una y otra. Si bien es cierto que el marketing se encarga de obtener nuevos clientes, el aspecto comunicativo es el que verdaderamente fideliza a los usuarios. “En comunicación se debe invertir de forma estratégica, apoyados en expertos que conozcan a la perfección cómo funcionan los principales actores del ecosistema, a quién dirigirse y cómo hacerlo de manera personalizada”, asegura Esther Molina, directora del programa de radio PymeTech.
Las empresas deben contemplar su presupuesto e invertir en campañas que se puedan mantener a lo largo del tiempo. Una estrategia de comunicación no es una ciencia exacta. Por lo tanto, hay que realizar un seguimiento constante de los resultados y readaptar la estrategia. Hay que observar si está funcionando en un medio/largo plazo. Por lo general, la comunicación suele dar resultado entre los 3 y 6 meses primeros. Ahí es cuando notamos si todo lo que hemos invertido está haciendo que el negocio sea más competitivo.
Tener una buena idea de negocio no hace que este sea un éxito. Para ello, hay que hacer un cómputo de diferentes factores: presupuesto adecuado, estrategias de marketing y comunicación, proyecto viable y, sobre todo, socios en los que se pueda confiar al 100%. “La actitud, la motivación y el liderazgo son cualidades importantes, pero no aseguran que una iniciativa salga adelante y, sobre todo, se mantenga en el tiempo”, asegura Molina. Por ello, hay que ser consciente de la situación de las pymes en el país y encontrar el camino en el que nos podamos diferenciar.
0 comentarios