Del Internet de las Cosas al Internet del Todo
En los últimos tiempos se escucha hablar mucho acerca de cómo la revolución de Internet lo está cambiando todo. Por su paso ha dejado dos nuevos términos que se encuentran estrechamente relacionados. Uno es el Internet de las Cosas (IoT) y el Internet del Todo (IoE). Ambos términos, aunque suenen parecidos, no son lo mismo y, por eso, vamos a ver cuál es su significado.
Diferencias entre el Internet de las Cosas y el Internet del Todo
Este término no es más que la capacidad que tienen algunos objetos cotidianos al conectarse a Internet. De esta manera, los usuarios de estos dispositivos pueden disfrutar de esta conexión. El Internet de las Cosas es, por ejemplo, la información sobre atascos o accesos que proporcionan los automóviles o la capacidad de realizar la compra online por parte de un frigorífico.
Este concepto, aunque suene bastante novedoso, lleva con nosotros muchísimos años. Además, es probable que en un futuro muy cercano, todos los dispositivos de alrededor puedan conectarse a Internet. Además, muchos de los productos terminarán teniendo inteligencia suficiente como para utilizar esta conexión para realizar funciones que puedan interesarnos.
Lo cierto es que el Internet de las Cosas está bastante conectado con el Internet del Todo. Este va un paso más allá y busca aprovechar la conexión de los diferentes dispositivos para crear una comunicación con todo lo que los rodea. La finalidad de esto es terminar haciendo nuestra vida mucho más sencilla.
La idea es utilizar el Internet del Todo como manera de reunir todo: a las personas, los datos y los objetos, logrando así conexiones que sean valiosas y relevantes. Esto podría traducirse también como Smartcity o Ciudad inteligente.
Sin embargo, ambos conceptos están completamente conectados y sería prácticamente imposible, o muy limitada, la existencia de uno sin el otro.
Un mundo interconectado: ventajas y problemas
A pesar de las numerosas posibilidades que nos brinda, también puede suponer un problema. Puede ser todo un beneficio para la sociedad. Sin embargo, tener un mundo interconectado también puede suponer todo un riesgo de seguridad. Por ello, es necesario definir también protocolos que abarquen desde todas los posibles ataques a todos los disposivos.
Sobre todo, en la actualidad, se trabaja la protección de los dispositivos físicos conectado a Internet. Se calcular que en el robo de estos es donde hay una mayor amenaza.
Sin embargo, también existen muchos aspectos positivos. En las empresas se podrá tener una mayor productividad. Además, reducción de costes operacionales, un mejor ambiente de trabajo, mayor cooperatividad…
Además, se elimina la necesidad de trabajos con cierta peligrosidad, mejorando las condiciones de salud.