Decía Arthur C. Clarke que “Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.” Razón no le faltaba: un equipo de la Universidad de Stanford desarrolla “lab on a chip”, un chip electrónico capaz de realizar múltiples pruebas para el diagnóstico de enfermedades como el cáncer, la malaria o el VIH.
“Lab on a chip” (LOC) se trata de un chip que puede ser usado a modo de laboratorio en miniatura y permite a los médicos diagnosticar enfermedades de una forma más rápida, económica y eficiente. Esta tecnología supone una revolución para el mundo de la medicina: cuanto más rápido se haga un diagnóstico, más rápido también se podrá aplicar el tratamiento y, con ello, más vidas serán salvadas.

Rahim Esfandyarpour, investigador de la Universidad de Standford
Los chips se producen con una impresora de inyección de tinta y nanoparticulas conductoras, es por ello que su fabricación requiere poco más de 20 minutos. Además, el coste de producción es de 0,01 dólares, o lo que es lo mismo, un centavo, que unido a la posibilidad de reutilización, hace de este microchip una invención muy útil para países con pocos recursos.
Cada microchip está formado por una cámara que contiene silicona, que a su vez incluye una muestra de celdas para pruebas y una tira electrónica, que es la parte del chip que pùede reutilizarse. Se creará una gran base de datos con cada uno de los diseños para la tira y de estos diseños dependerá el diagnóstico que se quiera realizar.
Para conocer el diagnóstico se coloca una pequeña muestra de tejido sobre el chip y se aplica una carga eléctrica. Esta descarga hará que las células sanas se separen de las células cancerígenas o afectadas por alguna enfermedad.
LOC está, efectivamente, orientado para ser utilizado en países subdesarrollados que no cuentan con los medios y con los recursos económicos suficientes como para ofrecer una sanidad de calidad. Gracias a este chip, miles de personas podrían ser diagnosticadas a tiempo de enfermedades como la malaria, el cáncer o la tuberculosis, enfermedades que tienen una tasa de mortalidad mayor en estos países.
Esta nueva tecnología no busca reemplazar los análisis exhaustivos que se realizan dentro de los laboratorios, sino servir como herramienta complementaria para diagnósticos rápidos. LOC no cuenta todavía con un plan de comercialización ni distribución, ya que los estudios continúan en la búsqueda de su mejora. Tal y como indican en el abstract de su investigación gracias a la reducción de costes y a su facilidad de uso masivo, estos microchips supondrán una revolución médica.
Patricia Lajara Camacho
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