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Duro Felguera espera recibir 80 M€ de ayudas de forma inminente

Pedro Ruiz| 2 de octubre de 2021

Duro Felguera prosigue con su calvario. Un vía crucis que se ha extendido excesivamente para las costuras de la compañía, pese a que el pasado 9 de marzo la situación parecía encaminada para su salvación. Así, ese mismo día el Consejo de Ministros autorizó al Consejo Gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE) la aprobación de ayudas para la compañía por 120 millones de euros. Pero, medio año después, apenas han llegado un tercio de las ayudas.

El rescate a la firma asturiana se estructuró en dos fases. Una primera en la que recibiría un desembolso inicial de 40 millones, mediante un préstamo participativo y otro ordinario, 20 millones cada uno. Esa primera se cerró el pasado 10 de mayo posibilitando a la compañía poder continuar con su actividad normal. La segunda fase, más ambiciosa, incluía un pago total de 80 millones a través de un crédito participativo de 50 millones y una inyección de 30 millones que iría directamente al capital.

Pero esa segunda fase a día de hoy sigue bloqueada, tras dos ampliaciones. Así, en un principio la fecha para su ejecución era el 30 de junio, aunque posteriormente fue prorrogada, a solicitud de la propia Duro Felguera, hasta el 30 de septiembre. A día 1 de octubre esa ayuda todavía no ha llegado. La firma explica que ha recibido del Consejo Gestor del FASEE “una certificación acreditativa de que el mismo acordó, a solicitud de la Compañía, una extensión del plazo para llevar a cabo la ejecución”.

Aunque también señala que la propia notificación del Consejo indicaba que la ejecución final, y el pago de los 80 millones, será “el más breve posible y en cualquier caso no superior a dos meses (30 de noviembre de 2021)”.

 

DURO FELGUERA SIGUE VIVIENDO PENDIENTE DE LOS BANCOS

La llegada de la ayuda pública resulta vital para la compañía por varios motivos. El primero, y más técnico, es que en la actualidad se encuentra en una situación de quiebra técnica, al tener un patrimonio neto negativo. En concreto, la firma suma un agujero en su capital de 153 millones de euros que espera revertir con el dinero que debe llegar de la FASEE y, con ello, desatascar el proceso de reestructuración de deuda que mantiene con la banca por un valor cercano a los 85 millones.

Así, ese sería el segundo motivo por el cual el desembolso público debe llegar rápido. De hecho, la compañía apunta en esta dirección en sus cuentas al señalar que “este apoyo público temporal se enmarca dentro de un proceso de reestructuración global del Grupo (…) la refinanciación de la deuda sindicada actual de 85 millones de euros bajo ciertos términos y la obtención de una línea revolving de avales por importe de 80 millones de euros, con cobertura CESCE del 70%, para cubrir las garantías necesarias de contratación en los siguientes dos años”.

La contienda parecía saldada una vez se aprobó el rescate, entraba un nuevo socio en el capital (en este caso la SEPI) y se producía la salida del anterior consejero delegado de la compañía, José María Orihuela. De hecho, la propia firma pública ha colocado a gente de su total confianza en algunos puestos claves en Duro Felguera. Pese a ello, sin la inyección de capital público (del resto del rescate) la banca ni ejecutará la reestructuración de deuda acordada ni tampoco dará avales necesarios a la compañía.

 

SIN AVALES NO HAY RECUPERACIÓN EN EL NEGOCIO

Una postura que lleva a un último problema: el retraso en muchos proyectos con los peligros que conlleva, en forma de sanciones por incumplir plazos. Pero, para poder corregir ese inconveniente, al que se le añade poder optar a nuevos contratos, la firma repite una y otra vez que necesita esa línea de avales. Así, por ejemplo, la firma explica que “presenta unas referencias excelentes en distintos sectores que, junto a las futuras disposiciones de línea de avales, permitirá a la compañía aprovechar este dinamismo del mercado de forma positiva. Existen actualmente avances importantes para futuras contrataciones de cartera”.

Para hacer frente a esta situación, la compañía ha ido depositando las cantidades necesarias de su propia tesorería. En concreto, la firma señala que “mantiene un importe de 26 millones de euros correspondiente a imposiciones y depósitos en el epígrafe de activos financieros corrientes del balance de situación al 30 de junio de 2021, que se ha depositado en garantía de ejecución de sus proyectos, como consecuencia de la falta de avales”. Pero obviamente no es suficiente, dado que la compañía apenas cuenta con recursos.

En definitiva, la situación de Duro Felguera se ha ido complicando con el paso de las semanas. Tanto porque la compañía los necesita para poder sobrevivir, dado que esta en quiebra técnica, como porque la banca lo exige para desatascar una línea de avales que la permita seguir con su actividad. Para la compañía la ayuda debería llegar de manera inmediata, pero tras lo ocurrido con la empresa durante los últimos años nunca se sabe.

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