El secreto mejor guardado de El Corte Inglés: la apuesta por las criptomonedas
El Corte Inglés trabaja para entrar en el enigmático mundo de las criptomonedas. Así, la compañía que preside Marta Álvarez y dirige Víctor del Pozo ha solicitado recientemente la inscripción de la marca Bitcor ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea. Según la compañía se trata de un “registro preventivo”, pero podría ser una vía alternativa de generar ingresos, e incluso una política para llegar a la generación millennial.
Para los grandes almacenes españoles, su cliente prototipo no estuvo en internet durante muchos años. Así, allá por 2013 y 2014, la media de edad de sus compradores estaba comprendida entre los 41 y 50 años. Además, los menores de 30 años apenas representaba aquel entonces la mitad de los compradores mayores de 70 años. Al fin y al cabo, hay que entender que El Corte Inglés siempre había tenido consideración de lugar de compra para clase media alta.
La curva de aprendizaje y la llegada de la pandemia
Lo anterior tiene una arista más, y es que, al ser una tecnología incipientemente nueva, la curva de aprendizaje todavía no estaba dibujada. En otras palabras, que los costes de entrar en ese mundo digital eran enormes. De hecho, la aplicación de Inditex se estrenó en 2011, pero diez años después todavía sigue invirtiendo miles de millones para digitalizarse. La entrada en tromba en internet de El Corte Inglés no era tan buena idea por su elevado coste y porque sus clientes representativos todavía no estaban.
Así, la mejor opción era esperar a que el gasto para entrar a competir en ese nuevo mundo se redujera y, con ello, se daba tiempo a que el perfil buscado de cliente se asentara en el mundo digital. De hecho, los primeros pasos sólidos que da la compañía en ese terreno son en 2018 para acompasar el cambio generacional.
Pero la llegada de la pandemia cambia de repente todas las normas del juego. En especial, supuso un catalizador muy potente para la adopción de la digitalización en la vida cotidiana. De hecho, el propio presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, explicaba en otoño del año pasado que, según sus cálculos, con la pandemia «la digitalización se ha acelerado entre tres y cinco años”.
En el caso de la estrategia de El Corte Inglés, eso supuso pasar de cero a cien en apenas segundos. Su primera respuesta se centró en dar servicio a muchos de sus clientes proforma, de unos 40 años, que con la pandemia, los confinamientos y los cierres había dado el salto definitivo al mundo digital.
El Corte Inglés busca atraer a la nueva generación de clase media
La firma ahora se encuentra consolidando ese paso. Aunque obviamente no es fácil. Aun así, El Corte Inglés se situó, de entre las páginas web que se surten con productos de distintas marcas, entre los que más han crecido desde enero de 2019. En concreto, un análisis de SEMrush, una plataforma de gestión de visibilidad online, mostró que el sitio web elcorteingles.es fue el tercer marketplace más visitado de España, por detrás únicamente de Amazon y Aliexpress.
El trabajo empieza a dar sus frutos y los ingresos online empiezan a ayudar a contener la caída de las ventas en las tiendas físicas. Aun así, todavía hay potencial no solo para compensar, sino para sumar en agregado todavía más ingresos en años posteriores. Pero para ello, la firma tiene que dar un paso más: atraer a nuevos usuarios. Más en concreto, el próximo reto es hacer crecer la marca El Corte Inglés entre los jóvenes que empiezan a entrar en ese rango de clase media una vez superan las treintena de edad.
Las opciones son muchas. La apuesta por entrar en telefonía móvil es una de ellas, pero hay más. En este apartado entraría la nueva plataforma cripto que estaría desarrollando la compañía. La idea sería atraer a los jóvenes millennials gracias a su apetito por este tipo de activos como el bitcoin. A través de una plataforma para operar dichas monedas digitales que serviría, además, para pagar la gama de productos que ofrece El Corte Inglés.
También la alternativa de crear sus propios tokens, una especie de ficha virtual que sirve para fomentar la fidelización de los clientes. En definitiva, las posibilidades son muchas, pero el objetivo prioritario sigue siendo atraer nuevos compradores.