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¿El metaverso ha fallado? Quizá nunca llegó a despegar

Helio Hervás| 4 de abril de 2023

Hace ya bastante tiempo que Mark Zuckerberg creó Meta. Aunque la red social Facebook había cambiado la forma en que las personas se comunicaban hasta la fecha, los jóvenes socializan digitalmente en otros lugares. Y esto hizo que se diera un giro en la compañía norteamericana con la creación del Metaverso.

Facebook había pasado de ser la red social líder a convertirse en un refugio de mayores que lo utilizan para publicar fotos de sus hijos y nietos -o grupos comunitarios que lo usaban para compartir información y vigilar comportamientos de algunos países o empresas-. Y, por lo tanto, algo tenía que cambiar para no convertirse en un desastre.

 

La gran idea de Zuckerberg: el Metaverso

El creador de Facebook quería, en consecuencia, que la identidad de la empresa se reflejase en un nuevo proyecto: una red social en línea que parecía un videojuego. En lugar de comunicarse a través de la escritura o la publicación de videos, las personas moverían un personaje generado por ordenador utilizando un mundo digital y hablarían e interactuarían con otras personas. Y el nombre de esto ya lo conocemos: el Metaverso. “Con el tiempo, espero que seamos vistos como una empresa de Metaverso”, llegó a decir el multimillonario en la presentación de su nueva idea.

 

Gafas Oculus para el Metaverso

 

Para participar, las cosas no son especialmente complicadas: se necesita un casco de realidad virtual fabricado por una empresa que Facebook compró en su día por 2.000 millones de dólares en 2014 (hablamos de Oculus). Y la idea era inicialmente que se crearan lugares donde a la gente le gustaría pasar el tiempo y, para ello, era básico que otras compañías apoyasen el proyecto… Y, esto, ocurrió con la novedad inicial.

 

Un espacio que está prácticamente vacío

Un ejemplo de lo que decimos es que no hace mucho en The Wall Street Journal se realizó una investigación donde se revisaba cómo de poblado estaba el Metaverso de Zuckerberg. Y las cosas no fueron especialmente bien para la compañía que creó este mundo virtual:

“En una noche reciente, una reportera del Journal visitó uno de los mundos virtuales más populares de Horizon, el Soapstone Comedy Club. Tenía alrededor de 20 usuarios, todos aparecían como avatares. Cuando la reportera se presentó e intentó realizar una entrevista con un grupo pequeño, no había reacción. Simple y llanamente, no había nadie alrededor”. En definitiva, el sitio estaba prácticamente vacío.

Una de las razones de la poca popularidad del Metaverso es que aparece como un lugar prácticamente inacabado, donde los avatares aparecen como torsos flotantes (bien es cierto que aquí se ha mejorado). Y no dan sensación de realismo. Si a esto se le suma lo poco cercana que es la experiencia que se tiene al utilizar las gafas, el cóctel no es precisamente atractivo. Y, con el paso del tiempo, las cosas no han ido a mejor… todo lo contrario.

 

Imagen de creación del Metaverso

 

Por lo tanto, hablamos de algo que necesita de mucho trabajo todavía, y según están los tiempos en el mundo de la tecnología, no parece que exista la paciencia suficiente para que se den los pasos necesarios para que el Metaverso evolucione. En consecuencia, Facebook está en problemas debido a que parece que el destino de su creación es similar al del Titanic: hundimiento completo, a la vez que inesperado.

 

Razones para una debacle

Hay varias razones por las que el concepto de ‘metaverso’ aún no se ha generalizado y que, además, hacen pensar que será complicado que mejore con el paso del tiempo:

  • Desafíos técnicos: la construcción de un metaverso completamente realizado requeriría avances tecnológicos significativos, incluido el desarrollo de sistemas de realidad virtual y realidad aumentada de alta calidad. Además, para tener una evolución adecuada, se necesitan crear plataformas digitales sólidas y escalables que puedan satisfacer las necesidades de un gran número de usuarios.

 

  • Costes: construir y mantener un metaverso no es barato y, a día de hoy, no está claro cómo se recuperará la inversión, por más que en Meta crean que es posible. No son pocas las empresas que dudan de su viabilidad.

 

  • Normativa: el Metaverso plantea una serie de problemas normativos y legales, incluidas cuestiones relacionadas con la privacidad personal, la seguridad de los datos y la propiedad virtual, que deberían abordarse antes de que se generalice.

 

  • Barreras sociales y culturales: también existen barreras sociales y culturales para la adopción del Metaverso, ya que las personas pueden resistirse a la idea de pasar una cantidad significativa de tiempo en espacios virtuales o pueden ser escépticas sobre el valor de dicho entorno.

 

Todo esto hace que las cosas no apunten precisamente en positivo y, por desgracia, los primeros movimientos al respecto se están dando por parte de algunas compañías que inicialmente apoyaron la idea de Zuckerberg, pero que se están bajando del barco… pese a que este ya ha zarpado.

 

Cada vez más compañías abandonan el Metaverso

Desde hace un par de meses, no son pocas las empresas que están abandonando sus apuestas por el Metaverso. Una de las últimas es Disney, que ha cerrado de un plumazo todo lo que tiene que ver con el apoyo e inversión al respecto. Los despidos han afectado a esta decisión, pero si es de lo primero que se ha recortado… Se ve claramente que las ganas de mantenerse como un jugador activo son más bien pocas.

Otra de las grandes que ha hecho lo propio es Tencent, un gigante de los videojuegos y que estaba bastante implicada en un principio. Igual que en el caso anterior, una gran parte del personal dedicado a esto ya no está en la empresa. Incluso compañías como Tinder, que tenía planes importantes de expansión en el Metaverso, han cancelado sus proyectos. Es decir, que ya no es algo prioritario para muchos.

 

Muñeco para el Metaverso

 

En definitiva, el páramo desolado en el que se ha convertido el mundo virtual con el que Mark Zuckerberg pretendía darle una nueva vida a Facebook no ha evolucionado. Está casi vacío y parece de poco interés para los usuarios y las compañías. Y, por lo tanto, el fracaso está casi asegurado si las cosas siguen así. Y eso que a la ‘criatura’ no le ha dado tiempo a mostrar sus capacidades… porque nunca llegó a despegar.

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