‘El señor de los anillos: Los anillos de poder’: ¿racismo y machismo en la Tierra Media?
El pasado viernes, 2 de septiembre se estrenaba El señor de los anillos: Los anillos de poder. Basada en el universo creado por J. R. R. Tolkien, era una de las series más esperadas del año. El hype hizo su trabajo (se le lleva dando bombo desde que se estrenase el primer tráiler en febrero), y los miles de seguidores de la Tierra Media corrieron a devorar los dos primeros capítulos (se irá estrenando uno nuevo cada viernes) en Prime Video. Las críticas no se han hecho esperar.
FEMINISMO EN LA TIERRA MEDIA
Principalmente por el carácter inclusivo que se le ha dado al reparto. Cabe recordar que las películas dirigidas por Peter Jackson no superan ni de lejos el Test de Bechdel. Basado en el ensayo Una habitación propia (1929, Virginia Woolf), y utilizado por primera vez en el cómic Unas lesbianas de cuidado (1985, Alison Bechdel), este test se basa en tres simples requisitos que una película (y por extensión, cualquier historia) debe cumplir para no ser machista:
- Deben aparecer al menos dos personajes femeninos
- que mantienen una conversación entre ellos
- y que no tiene como tema un hombre.
A pesar de su sencillez (en versiones posteriores, se exige además que estos dos personajes tengan nombre propio y no sean meramente secundarios), muchas de las grandes películas de la historia del cine no logran superar este test. Su calidad cinematográfica es innegable, pero en la trilogía dedicada a El señor de los anillos apenas salían tres personajes femeninos: Arwen, Éowyn y Galadriel. Tenían roles meramente secundarios, y no llegan siquiera a hablar entre ellas. A la trilogía de El Hobbit le ocurre exactamente lo mismo: solo vemos a las elfas Galadriel y Tauriel (personaje que no salía en la versión literaria), y no llegan a cruzarse en ninguna escena.
Cabe señalar que Jackson se limitó a ceñirse a lo que aparecía en los libros de Tolkien, y que no es justo juzgar con los ojos de ahora unas obras publicadas hace más de medio siglo. De hecho, fue el cinesasta quien otorgó mayor protagonismo a Arwen en la trilogía de El señor de los anillos, y quien creó a Tauriel para la de El Hobbit.
En cualquier caso, todo esto ha cambiado en El señor de los anillos: Los anillos de poder (la diversidad está a la orden del día). La mitad de las protagonistas de la serie son mujeres: la elfa Galadriel (en su versión juvenil), la princesa enana Disa (mujer del príncipe Durin IV) y la pelosa (subraza hobbit) Nori. Son personajes independientes, con relevancia en la trama, y que a su vez mantienen conversaciones con otras mujeres ajenas a hombres (Nori charla largo y tendido con su amiga pelosa Amapola, con lo que el test ya estaría superado).
¿RACISMO?
Con respecto a la diversidad étnica (dejando de lado las razas ficticias del universo Tolkien, tales como hobbits, elfos o enanos), en las películas de Jackson brillaba por su ausencia. Los únicos personajes con rasgos asiáticos o africanos eran aquellos integrantes de los ejércitos del sur que venían a apoyar a Sauron en Las dos torres y El regreso del rey. Además de no tener el menor protagonismo, estaban estigmatizados (eran de los “malos”).
Esto también cambia en la serie nueva. La mencionada Disa, además de ser mujer, es negra. Como también lo es el elfo Arondir, o algunos integrantes de la comunidad pelosa. Volvemos a lo mismo: Jackson se ciñó a la versión original, y El señor de los anillos: Los anillos de poder es una adaptación bastante libre (a pesar de que se base en notas de la Segunda Edad creada por el escritor y en la recopilación de El Silmarillion) del universo Tolkien. Una precuela donde se juega a recrear cómo fue la creación de los famosos anillos, y qué uso se les dio al ser repartidos: tres para los elfos, siete para los enanos y nueve para los hombres.
LOS FAMOSOS ENTRAN AL TRAPO
La diversidad patente en los personajes de El señor de los anillos: Los anillos de poder ha levantado todo tipo de críticas entre los espectadores. Y es que muchos de ellos se han quejado de que no respeta el espíritu original de la obra de Tolkien.
El dueño de Tesla, Elon Musk, ha llegado a afirmar en su perfil de Twitter que el escritor “está revolviéndose en su tumba”. “Casi todos los personajes masculinos hasta ahora son cobardes, idiotas o ambas cosas”, sigue Musk en otro tuit, mientras que apunta que Galadriel es “valiente, inteligente y simpática”. Estos comentarios a su vez han generado todo tipo de opiniones, desde las que apoyan al empresario hasta las que le critican abiertamente. Y hay quien señala incluso que las palabras de Musk se deben simplemente a su mala relación con Jeff Bezos (dueño de Amazon, y responsable final por tanto de Los anillos de poder).
Neil Gaiman, autor de cómics tan famosos como The Sandman (actualmente adaptado a formato serie en Netflix), también ha querido entrar al trapo respecto a los personajes de color: “Tolkien describió a los pelosos como «más morenos de piel» que los demás hobbits. Así que creo que cualquiera que se queje es racista o no ha leído Tolkien. Tu opinión puede variar”.
TAMBIÉN LOS ACTORES
Los actores de la serie también han expresado su opinión. Entre ellos Sir Lenny Henry (intérprete de Sadoc Burrows, uno de los pelosos negros), que en una entrevista con GQ afirmaba: “No tienen problemas para creer en un dragón, pero sí para creer que una persona negra pueda ser miembro de la corte. O que una persona negra pueda ser un hobbit o un elfo”.
Por su parte, el actor puertorriqueño Ismael Cruz Córdova (encargado de encarnar al elfo Arondir), ha denunciado en una entrevista con Esquire el acoso racista que está recibiendo a raíz de la serie, fruto de un “discurso de odio, puro y cruel”. “Si luché por este papel fue precisamente por eso”, ha añadido, “sentía que podía llevar esta antorcha. Me encargué de que mi elfo fuera el más élfico de todos, el más increíble, porque sabía que esto iba a pasar”.
Hasta desde Amazon Prime (que ha vetado las reseñas en la plataforma hasta 72 horas después del estreno de cada episodio para frenar el hate y el review bombing: las malas puntuaciones) han decidido hablar del asunto. La productora ejecutiva de la serie, Lindsey Weber, ha declarado a Vanity Fair: “Nos pareció natural que una adaptación de la obra de Tolkien reflejara cómo es el mundo en realidad. Tolkien es para todos. Sus historias tratan sobre razas ficticias que dan lo mejor de sí cuando dejan atrás el aislamiento de sus propias culturas y se une”.
MITOLOGÍA PARA INGLATERRA
Uno de los principales argumentos que defienden quienes están en contra de la nueva diversidad en la Tierra Media es que Tolkien quiso crear en su obra una nueva mitología para Inglaterra. Con lo cual, al igual que no esperaríamos ver personajes blancos en mitologías africanas o asiáticas, cabría esperar que todos los de un mito inglés fuesen caucásicos.
En esa línea, el profesor Corey Olsen (experto en Tolkien), contestó en un hilo en Twitter a algunas de las críticas racistas que ya recibió la serie desde el primer tráiler. “Basas tu argumento en el deseo explícito de Tolkien de hacer una mitología para Inglaterra. No para los blancos; para Inglaterra. El tema del color de la piel simplemente no es central para esa visión. Si estás interesado en eso, deberías preocuparte más por la nación que por el color de la piel”, señaló a uno de los usuarios de la red social.
Tolkien ha sido a menudo acusado de racista, y hasta grupos nazis se han intentado apropiar de su discurso. A este respecto, Olsen apunta que “solo hay una mitología basada en la raza que abordó: el arianismo nazi, y que (Tolkien) rechazó rotundamente. Su mitología tenía sus raíces en la tierra del noroeste de Europa, como él dice, pero no explicaba ni promovía un grupo racial, al estilo de Hitler”.
VOX Y ARAGORN
En España, el partido de ultraderecha Vox compartía en su perfil de Twitter en 2019 una imagen retocada donde se mostraba un fotograma de Aragorn enfrentándose él solo a un ejército donde los orcos habían sido sustituidos por simbología feminista, republicana, anarquista o del colectivo LGTBI. Aquí (además de la llamada de atención de Warner Bros. por vulnerar los derechos intelectuales de su material) el encargado de responderles fue el propio Viggo Mortensen, el actor que interpretó al montaraz en las películas de Jackson y que, por tanto, aparecía en la imagen. En una carta remitida al diario El País, afirmaba que “hay que ser bastante ignorante para pensar que el uso del personaje de Aragorn de la trilogía cinematográfica El señor de los anillos para promover la campaña electoral de un partido xenófobo de ultraderecha como Vox sería una buena idea”.
“No solo es absurdo que a mí, el actor que encarnó este personaje para Peter Jackson, y una persona interesada en la rica variedad de culturas e idiomas que existen en España y en el mundo, se me vincule a un partido político ultranacionalista y neofascista”, seguía Mortensen, quien consideraba “ridículo que se utilice el personaje de Aragorn, un estadista políglota que aboga por el conocimiento y la inclusión de las diversas razas, costumbres y lenguas de la Tierra Media, para legitimar a un grupo político antiinmigrante, antifeminista e islamófobo”.