Emilio Morenatti gana el segundo Pulitzer por sus imágenes de Ucrania
Emilio Morenatti ha sido premiado, junto a otros cinco fotógrafos de Associated Press (AP), con su segundo Pulitzer por sus instantáneas tomadas durante la guerra de Ucrania.
Lo ha vuelto a hacer. Las imágenes captadas por el objetivo de Morenatti traspasan el papel, y la pantalla, para descubrirnos la cara más humana de la realidad, como ya hiciera con su serie Loneliness de fotografías de la pandemia, que le valieron su primer Pulitzer en 2021.
Ahora ha sido premiado junto a otros cinco compañeros de la agencia de noticias Associated Press, entre los que se encuentra el también español Bernat Armangué, con el premio de Fotografía de Noticias de Última Hora por su “valiente labor” al haber inmortalizado para el resto de mortales la “matanza de civiles en la invasión rusa de Ucrania” desde Mariupol, donde los reporteros, incluido el zaragozano que copó nuestra portada en noviembre de 2021, permanecieron mientras la localidad era asediada y bombardeada por las fuerzas rusas. No es el único premio que se ha llevado en esta edición la agencia, también ha recibido el de Servicio Público por su encomiable labor en el frente de guerra.
Natali Sevriukova reacciona ante la barbarie junto a su edificio destruido por las bombas en Kiev (Ucrania). Foto: Emilio Morenatti
El galardón se suma a los múltiples que ha recibido el fotoperiodista nacido en Zaragoza -aunque criado en Jerez- desde que comenzara su trayectoria trabajando para AP hace ya veinte años. En su retina se configuran muchas guerras, demasiadas, heridas irreversibles y secuestros. Su labor le ha llevado a estar en primera línea de batalla en Jerusalén, Gaza, Pakistán, La Palma, Barcelona…
Una bomba en Afganistán le llevó a perder parte de su pierna izquierda. A partir de ese momento reside en la Ciudad Condal, desde donde sigue realizando trabajos para la agencia estadounidense por todo el mundo, no en vano, tal y como afirma Julia Pananon, “ser un fotógrafo de Associated Press no es para los débiles de corazón”. Lo último: la coronación de Carlos III. Tras este trabajo le comunicaron que recibiría su segundo premio Pulitzer. A pesar de sentirse agradecido por los galardones, que permiten dar visibilidad a su trabajo, él reconoce: “No voy a levantar la copa de champán, son muertos lo que hemos fotografiado”.
Anastasia Ohrimenko, de 26 años, recibe el consuelo de familiares y amigos mientras llora junto al ataúd de su esposo muerto en la guerra el 24 de agosto de 2022. Foto: Emilio Morenatti
LA GUERRA PANDÉMICA
Sin embargo, uno de los momentos más difíciles que le ha tocado vivir, tal y como afirmaba en su entrevista para Influencers en sus treinta años de profesión, fue retratar la pandemia de coronavirus en España, durante la cual se lanzó a las calles por su necesidad “de ponerle imágenes y rostros a una pandemia global” que sirvió para contar la realidad de lo que estaba pasando en las residencias de ancianos del país y otras verdades ocultas que no mostraban los medios de comunicación oficialistas cuando España se situaba a la cabeza en muertos de toda Europa. El resultado: Loneliness, una serie “conmovedora” para el jurado de los Pulitzer, que le valió su primer premio por parte de la prestigiosa institución.
La fotografía más icónica de esta serie la protagonizan Agustina Cañamero, de 82 años, y Pascual Pérez, de 85 en aquel momento. La imagen muestra el reencuentro del matrimonio –sesenta años casados- tras cien días alejados por las circunstancias pandémicas a través del plástico profiláctico el 22 de junio de 2020 en una residencia de Barcelona. Un retrato conmovedor.
El que comenzara su carrera profesional en El Periódico del Guadalete de Jerez en 1988, fue en 1992 cuando le contrataron por la Agencia Efe en Sevilla para cubrir la Expo Universal. En esa etapa cubrió desde dos Juegos Olímpicos hasta la guerra de Irak de 2002. Ya en 2003 pasó a formar parte de AP, donde ejerce como Jefe de Fotografía. Desde entonces ha vivido una carrera imparable.
UNA VIDA DE PREMIOS
En 2009 recibió el premio FotoPress de la Obra Social de La Caixa por un conjunto de instantáneas que mostraban los rostros desfigurados de quince mujeres pakistaníes atacadas con ácido. En 2012, una instantánea tomada durante una huelga en Barcelona le valió el tercer premio en la categoría de hechos contemporáneos otorgados por el World Press Photo y el Premio Ortega y Gasset de Periodismo Gráfico un año después, convirtiéndose en el fotógrafo más laureado de nuestro panorama nacional.
En 2015, la ONCE le otorgó su Premio Solidario por “el coraje de su compromiso con la información sobre desastres, guerras y situaciones de conflicto”. La valentía y una sensibilidad fuera de lo común definen el objetivo, y el alma, de este héroe fotográfico made in Zaragoza cuya labor vuelve ahora a ser reconocida por el gran público.