Emprender en tiempos de crisis
Todos los indicadores apuntan que se nos viene encima una crisis profunda, pero desde el sector digital, este momento se vive de manera dual: se ha producido un acelerón de la digitalización sin precedentes, que está aquí para quedarse. El covid-19 ha impuesto un nuevo orden mundial en el que la ‘low touch economy’ se extiende y pone a prueba la capacidad de adaptación de todos los sectores.
Sin embargo, de las crisis siempre salen oportunidades. En las pasadas se han creado grandes compañías: Airbnb nació en agosto de 2008, apenas un mes antes de aquel 15 de septiembre en que Lehman Brothers entrara en quiebra y marcara el inicio de la Gran Depresión. Un año después, en plena crisis, se creó WhatsApp.
Encontraríamos cientos de ejemplos, también aquí, como Letsbonus, que fundé en 2009. Era un momento de incertidumbre, de enorme crisis económica, de cambios de paradigma, igual que ahora. No había cultura de rondas de inversión, el ecommerce empezaba a arrancar. Pero fue un éxito. Después repetimos la experiencia con Wallapop.
También ahora se están creando nuevas oportunidades para emprender en sectores como la telemedicina, ciberseguridad, educación, servicios de software, teletrabajo o movilidad. Seguro que saldrán nuevas compañías exitosas.
La actividad inversora en el sector emprendedor sufrió un parón al inicio de la pandemia, cuando cayeron muchas operaciones de inversión en proceso de cierre, pero hay liquidez disponible con más de 250.000 millones de euros comprometidos en los fondos de capital riesgo globales que están volviendo al mercado paulatinamente. De hecho, en el último trimestre se han cerrado muchas operaciones en compañías como Onhaq, Ontruck, The Hotel Network, Zeleros, Oxilife, Declarando, Bewe, Essential, CounterCraft, Glovo, Mascoteros, Nemuru, Singular Cover, Carnovo, Elma, algunas de ellas de las que soy cofundador a través de Antai Venture Builder. También, se han producido exits con la venta de Verse, el PayPal español, adquirida por Jack Dorsey, fundador de Twitter y Square, o la compra de Idealista por parte de EQT por 1.300 millones de euros.
Estas últimas semanas ha habido muy buenas noticias para el ecosistema, como son el lanzamiento de nuevos fondos de capital riesgo de mayor tamaño por parte de Seaya y Kibo, así como los múltiplos de retorno a inversores con más 8x en el fondo de Inveready, lo que demuestra la madurez de un ecosistema que implicará mayor liquidez para emprender.
“Si alguien todavía tenía dudas de que la única alternativa era digitalizarse o morir, se ha quitado de golpe las vendas de los ojos”
Hemos visto también una mayor participación de los fondos de capital riesgo corporativo, invirtiendo con más fuerza junto a los fondos de capital riesgo al uso. Y en los próximos trimestres veremos cómo aumenta esa tendencia con rondas de ampliación de capital de mayor tamaño así como nuevos exits, con una mayor participación de grandes corporaciones, invirtiendo y comprando startups, para poder sobrevivir digitalizando sus negocios a toda velocidad, adquiriendo talento, nuevas tecnologías, mercados o canales. Esta es la gran asignatura pendiente de nuestro ecosistema. Si alguien todavía tenía dudas de que la única alternativa era digitalizarse o morir, se ha quitado de golpe las vendas de los ojos.
Si ahora vas a emprender, lanzas tu startup, desarrollas tu MVP (mínimo producto viable) y un test de mercado, -hoy se puede realizar un test a través de las redes sociales con muy poco capital inicial- te encontrarás buscando una ronda de financiación el segundo trimestre de 2021, cuando el apetito para las inversiones digitales será mayor, y tendrás más posibilidades de éxito. Por lo que se abre un vintage único de oportunidad para los nuevos emprendedores COVID.