Entrevista Silvia Hernández, directora general del Grupo Pitillos: «No le damos a los pies la importancia que realmente tienen»
Ha tomado el testigo de la empresa fundada por su padre hace casi cuatro décadas con la intención de revolucionar una de las marcas de calzado más populares de España mientras profundiza su presencia internacional y enfoca un producto asociado a la calidad y el confort a las nuevas generaciones.
¿Qué es Pitillos?
Es una empresa de calzado, estamos especializados en comodidad y confort. Ahora estamos centrados en crear modelos más actuales y bonitos. La empresa ha crecido y se ha ido haciendo más grande, y ahora mismo está en pleno cambio generacional. Para mí no es fácil asumir este puesto, pero llevo años preparándome para ello, conozco a los empleados desde que era pequeña.
Tu padre fundó la compañía.
Sí, la fundó hace 36 años, más o menos. Mi padre era comercial y se arriesgó a fundar su propia marca, que fue creciendo hasta ser lo que es ahora. Ha dedicado toda su vida a trabajar, a tener la última tecnología y a que haya buen ambiente en la compañía.
¿Qué características personales hay que tener para montar una empresa y llevarla tan lejos como llevó tu padre a Pitillos?
Hay que ser muy constante, luchador y tener ilusión. Yo recuerdo a mi padre dejando a mi madre zapatos en la mesilla porque había conseguido ese modelo. Y el carácter, es una persona muy querida y admirada, una base importante para el funcionamiento de la empresa.
Y ahora tomas el testigo de la empresa como directora general. ¿Qué has cambiado desde que has llegado?
Creo que he cambiado la imagen, antes se nos asociaba a calzado de gente mayor y ahora apostamos por modelos más actuales. También hemos cambiado el logotipo, la imagen o el colorido para darle otro carácter a la empresa dentro de la elegancia. Todo manteniendo el confort y la calidad. La moda no va reñida con el confort.
¿Cuál es el secreto para crear y potenciar una marca?
Mira, algunas firmas nos han pedido que les fabriquemos producto bajo su marca, y nos hemos negado. Queremos trabajar para nuestros clientes finales sin intermediarios. La estrategia que hemos seguido es confort, calidad y precio medio no disparado. Hemos creado Ricardo Hernández, el nombre de mi hermano, con una línea masculina, por ejemplo. Tenemos varias marcas, Blanco y Negro, Silvia Hernández, Ricardo Hernández y luego la matriz, el Grupo Pitillos.
¿De dónde viene lo de ‘Pitillos’?
En los pueblos se nos llama por apodos. Este es el de la familia de mi padre, y creo que debe de ser porque mi abuelo tenía un perro que se llamaba Pitillos. Nos hemos quedado todos con el nombre (risas).
La empresa ha traspasado fronteras.
Sí, llevamos unos diez años en 35 países. En México, Rusia o Italia hemos crecido mucho y están bien centradas. Ahora queremos llegar a otros sitios en Europa, por ejemplo. Nos mandan cartas de otros países que nos dicen que gracias a nosotros pueden andar, es muy bonito. No le damos a los pies la importancia que realmente tienen.
En algunos países adaptáis el producto.
Sí. Hacemos un muestrario con 300 modelos diferentes, algo que se adapta bien a distintos países, pero hay productos que moldeamos según la zona. Pero es que incluso dentro de España no se vende lo mismo en el norte y en el sur. Ahora vamos a empezar a diseñar la colección del verano de 2019, así que damos vueltas por distintos lugares para ver colores, texturas, etc.
¿Usáis Big Data para ver qué compra la gente?
Bueno, tenemos buenos clientes que nos van diciendo qué se vende mejor o peor, y con eso hacemos estudios. Pero al final lo que buscamos es un zapato para todos los días seas quien seas, todos vamos a lo mismo.
¿Vendéis en China?
Sí, tenemos una clienta que lo vende fenomenal. Incluso salió en televisión con un reportaje en el que mostraba nuestros productos y cómo se venden en el país.
¿Gusta la Marca España en China?
Sí, en China, Japón y países de la zona todo lo de España gusta muchísimo.
Aquí están de moda las zapaterías chinas.
Yo creo que el consumidor europeo quiere cada vez menos productos de China, han vuelto a la calidad, sobre todo a lo español.
¿Por qué?
Por la calidad. Buscamos un producto bueno para nosotros. Es como lo ecológico, buscamos estar sanos, felices y a gusto con lo que llevamos. Y como nosotros hacemos moda, que no está reñida con el confort…
¿Y los jóvenes? ¿Apuestan por la calidad?
Los jóvenes van al precio y a la moda, y eso es complicado, claro. Pero ahora estamos intentando dar a conocer nuestro calzado con influencers o redes sociales, ya que hasta ahora solo lo conocían por sus familias. Yo como madre quiero que mi niña lleve un producto de calidad que le proteja el pie.
¿Se apoya desde los poderes públicos a empresas como la tuya?
Es complicado, no hay todas las ayudas que debería, pero luchando se sale adelante.
¿Y la sociedad lo valora?
Sí, la gente valora la calidad o la historia que hay detrás. Yo como consumidora quiero saber quién lo ha diseñado, y creo que los jóvenes quieren cada vez más información. Si no encuentras información sobre una marca, desconfías. Y nosotros somos una empresa familiar, trabajadores, y eso es algo que mostramos.
Apareces en el Ranking Top 100 Mujeres Líderes.
Sí, me hizo mucha ilusión. Yo soy madre de dos niños y para mí es complicado tener este cargo directivo tan importante y compaginarlo con ellos. Pero nunca me pierdo nada de ellos, es lo más importante que tengo en mi vida.
¿Qué podemos hacer con la conciliación?
Mi marido y yo nos compaginamos, si yo llego a casa y además de mi trabajo tengo que cargar con toda la casa y los niños, no podría vivir. Y lo veo en mi ambiente, somos otra generación. La de mis padres era el hombre trabaja y la mujer en casa. Todas mis amigas están trabajando, no queremos quedarnos en casa, queremos estar activas.
Pero si sales del trabajo a las ocho de la tarde, se acabó ir a la función o al médico con tus hijos.
Sí, eso es un tema que hay que cambiar. Estoy luchando para cambiarlo. Yo creo que es mejor levantarse antes y tener la ilusión de poder ir luego con tus hijos. Cambiar eso es complicado, pero en la empresa estamos involucrados con recursos humanos para hacerlo. Es una de las patas más importantes de la empresa para mí.
¿Las empresas se lo toman en serio?
Yo intento llevarlo a cabo y creo que lo voy a conseguir, pero cuesta cambiar algunas mentalidades.
¿Cómo afectan los gigantes tecnológicos a las empresas familiares?
Ellos vienen y quieren trabajar con nosotros, pero también quieren llevarse la medalla. Así es imposible trabajar. Se trata de llegar a un buen acuerdo porque aquí todos trabajamos para ganar dinero. Costará, pero llegaremos.
Miguel Ángel Ossorio Vega