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¿Qué es lo más difícil de crear un negocio?

Club del Emprendimiento| 16 de junio de 2025

Una de las cosas más difíciles de crear un negocio es encontrar y validar una propuesta de valor que realmente resuelva un problema o necesidad en el mercado. Muchas personas se enamoran de su idea, pero no prueban si hay clientes dispuestos a pagar por ella.

  1. Validar la idea de negocio. Requiere investigación, pruebas, y estar dispuesto a ajustar o cambiar el enfoque según la respuesta del mercado.
  2. Construir una base de clientes desde cero. Conseguir a los primeros clientes es difícil. Requiere visibilidad, confianza y un producto/servicio que realmente encaje con lo que buscan.
  3. Sostener el negocio financieramente. Muchos negocios fracasan por problemas de flujo de caja, no por falta de ventas. Muchos planes de negocio pecan de optimismo. Gastar más de lo previsto, no contar con margen para imprevistos o asumir ingresos inmediatos suele llevar a problemas de liquidez en muy poco tiempo.
  4. Tomar decisiones bajo incertidumbre. Al principio, casi todo es incierto. No hay garantías, y el fundador debe tomar decisiones sin tener toda la información.
  5. Persistencia emocional. Emprender es una montaña rusa. Hay frustraciones, dudas, momentos de soledad y presión constante.
  6. Formar un equipo sólido. Delegar y rodearse de un equipo competente es clave para crecer. Si creces, necesitarás rodearte de personas capaces que compartan la visión. Delegar y liderar bien no es fácil.

Propósito y visión a largo plazo al crear un negocio

Más allá de las cifras, los productos y las estrategias, los negocios que perduran comparten un elemento en común: un propósito claro y una visión a largo plazo.

Tener un propósito va más allá de ganar dinero. Es entender por qué existe tu negocio, qué problema quiere resolver y qué impacto quiere generar. Este propósito es lo que conecta emocionalmente con el cliente, el equipo y tú mismo como fundador. 

La visión a largo plazo es la brújula estratégica. La visión proporciona un destino claro. Define hacia dónde quieres llevar tu empresa en los próximos cinco o diez años. 

Propósito y visión alinean al equipo. Cuando estos dos elementos están bien definidos, es más fácil atraer y retener talento que comparte tus valores. 

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