Estaciones solares espaciales, el futuro de las energías renovables
Nos enfrentamos al mayor reto de los últimos tiempos, el cambio climático. El planeta Tierra está sufriendo cambios en los patrones climáticos, aumentan las temperaturas globales y los impactos de este cambio climático ya se sienten en todo el mundo. Para poder afrontarlos, tenemos que cambiar la manera de generar y consumir energía. La gran apuesta son las estaciones solares espaciales.
La ciencia está dando grandes pasos para convertir lo que hasta ahora era pura ciencia ficción, en una realidad: enormes estaciones de energía solar flotando en el espacio que transmiten grandes cantidades de energía a nuestro planeta. Es la Agencia Espacial Europea la que está buscando financiar estos proyectos. Y pronostican que el primer recurso que obtendremos será la “energía transmitida” desde el espacio exterior.
Inconvenientes de las energías renovables
Cuando hablamos de energías renovables, nos referimos a la energía que se obtiene a partir de fuentes naturales inagotables, ya sea por la cantidad de energía que disponen o porque se pueden auto regenerar. Hablamos por ejemplo de la energía solar, la eólica, la hidroeléctrica, la geotérmica, los biocarburantes…
Estas tecnologías para generar estas energías renovables han evolucionado muchísimo en los últimos años, con mucha eficiencia y bajo costo. Sin embargo, la gran barrera que tienen es que no pueden proporcionar un suministro constante de energía. Por ejemplo, los parques eólicos o solares solo generarán energía cuando el viento sopla o el sol brilla. En el caso contrario, no la generarán. Y nosotros necesitamos electricidad 24 horas al día, por lo que nos hemos visto obligados a almacenar esta energía.
Estaciones solares espaciales, el futuro de las energías renovables
Buscando soluciones para tratar el problema de que las energías renovables no son permanentes, los científicos estudian la posibilidad de salir al espacio exterior para encontrarla. Generar energía solar en el espacio tiene muchas ventajas. Si se instalara una estación solar en el espacio, podría orbitar de cara al sol las 24 horas del día y así, almacenar y enviar la energía solar a nuestro planeta de manera constante.
Uno de los principales desafíos de esta innovadora energía, es cómo montar la estación solar y lanzarla al espacio, ya que las estructuras son gigantescas. Para que nos hagamos una idea, una sola estación de energía solar podría tener un área de hasta 10 kilómetros cuadrados, lo que equivaldría a unos 1.400 campos de fútbol.
Por otro lado, es fundamental que los materiales a utilizar sean ligeros y no muy costosos, ya que el mayor coste al que nos enfrentamos en este proyecto es precisamente a enviar todo esto al espacio en un cohete.
Queda mucho por hacer en este campo, pero el objetivo es que, en las próximas décadas, las estaciones solares espaciales se conviertan en una realidad. Investigadores chinos han diseñado un prototipo llamado Omega que pretende estar operativo para 2050. Este sistema sería capaz de generar 2GW de energía a la red de la Tierra con rendimiento máximo. Para producir esa cantidad de energía con paneles solares en la Tierra, se necesitarían más de 6 millones de estos.
Es más que evidente el esfuerzo y la dedicación en todo el mundo en desarrollar estaciones de energía solar en el espacio. Es una de las grandes esperanzas para que, algún día, pueda ser una herramienta vital en nuestra lucha contra el cambio climático.