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Estados Unidos lanza una advertencia a algunos influencers

Redaccion| 25 de abril de 2017

La Comisión Federal de Comercio exige que especifiquen cuándo están promocionando productos.

El arrollador éxito de las redes sociales ha convertido a estas plataformas en un escenario privilegiado para promocionar productos y servicios. En ellas, personas con gran cantidad de seguidores han captado la atención de las marcas, que pagan en ocasiones cantidades astronómicas para que los llamados ‘influencers’ hablen de su producto, lo muestren en fotos y vídeos o los incluyan en el ecosistema que han creado para sus seguidores. Las marcas buscan la espontaneidad, cercanía y naturalidad de estas personas, lo que ayuda a posicionar mejor los productos y a crear publicidad más amigable. Y ese es, precisamente el problema.

En muchas ocasiones, los influencers de las redes sociales hablan de las bondades de un producto previo pago, pero no especifican que han cobrado por hacerlo. El mensaje pasa por una recomendación sincera, pero en realidad es publicidad. La normativa publicitaria de casi todos los países exige identificar adecuadamente los contenidos de este tipo, pero en las redes sociales se ha difuminado la barrera entre la publicación libre de opiniones y la publicación de contenidos en la que ha mediado una transacción económica.

Para evitar que los consumidores puedan sentirse engañados o vean vulnerados sus derechos, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos ha enviado una carta a más de 90 influencers que hacen publicidad en redes sociales para advertirles de la necesidad de especificar claramente cuándo están promocionando un producto en sus publicaciones. De este modo, el regulador busca aplicar las normas sobre publicidad en un entorno nuevo para todos, ya que se encuentra actualmente en exploración y expansión.

Hasta ahora, algunos influencers añaden la etiqueta #ad para advertir a sus seguidores que han cobrado por hablar de ese producto. El problema está en que esa minúscula etiqueta suele ocultarse entre una maraña de hashtags de todo tipo, lo que dificulta advertir con claridad que ese mensaje contiene publicidad. Los reguladores están buscando la fórmula que permita a los influencers ganar dinero, a las marcas promocionar sus productos y a los consumidores proteger sus derechos. Como todo en la era digital, será cuestión de tiempo lograr el punto de equilibrio.

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