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Estos son los beneficios de invertir en sostenibilidad

Redaccion| 4 de octubre de 2021

La sostenibilidad ha pasado de ser una propuesta meramente ética a una fórmula de inversión que ha demostrado no solo ser rentable para los inversores sino, además, ser capaz de transformar la sociedad a través de las finanzas, al denunciar comportamientos corporativos que han sido tóxicos y proponer nuevas fórmulas de desarrollo económico respetuosas con el medioambiente.

Tanto mediante acciones como mediante bonos, hoy en día los inversores tienen la posibilidad de hacer más sostenible su cartera de inversión, apoyando con sus finanzas movimientos a favor de un mundo más respetuoso con el medioambiente, ayudando a frenar el cambio climático, contribuyendo a una sociedad más diversa y exigiendo a las empresas que respeten los derechos de los trabajadores, entre otros factores.

 

¿Por qué deben subirse los inversores al tren de esta megatendencia?

La lucha contra el cambio climático parece una de las tendencias más obvias cuando hablamos de sostenibilidad. De hecho, es una de las tendencias de las que habla BlackRock, la gestora de fondos más grande del mundo, en su revisión de riesgos de mediados de 2021. Bajo el lema ‘preparándose para la transición verde’, la gestora entiende, al mismo tiempo, que el cambio climático es tanto un riesgo para la inversión como “una oportunidad de inversión histórica”. Por este motivo, ha tomado medidas para que sus carteras de inversión puedan reflejar adecuadamente el impacto del cambio climático sobre el entorno de inversión.

Según Natalie Gill, estratega de carteras del BlackRock Investment Institute, “el impacto de subestimar la transición climática podría ser de hasta un 7% de retornos anualizados a cinco años entre los sectores tecnológico y energético, que probablemente sean los más afectados por la transición bajo nuestro punto de vista”.

 

Reduciendo la huella de carbono

Más allá del cambio climático, una tendencia de sostenibilidad que ofrece múltiples oportunidades a los inversores es la reducción de la huella de carbono. La última encuesta que ha realizado Fidelity International a sus analistas aporta algunas pistas sobre dónde puede ser interesante invertir. La gestora ha pedido por primera vez a 151 de sus analistas que se centraran exclusivamente en las cuestiones ESG a las que se enfrentan las empresas de todo el mundo.

La conclusión principal de la encuesta es que los analistas de Fidelity creen que actualmente las oportunidades derivadas de la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono superan a los riesgos. Entre los sectores en los que ven más retos, pero también oportunidades si son capaces de reconvertirse, destaca el de servicios públicos (que incluye a compañías eléctricas, por ejemplo), al considerar que es el que ofrece interesantes oportunidades para invertir “a la vista de la inversión que está destinándose a las energías verdes”. Y añaden: “La transición también podría reducir los riesgos empresariales de este sector”.

Otra de las tendencias que anticipan es que se reduzcan las acusadas diferencias actuales entre el sector de servicios públicos y las empresas energéticas, “que se enfrentarán a los mayores riesgos a medida que se eliminen gradualmente los combustibles fósiles, lo que les dejará con activos obsoletos”, como resultado de un proceso progresivo de fusiones y adquisiciones entre compañías de ambos sectores “para convertirse en las locomotoras limpias del futuro”.

El siguiente sector con más oportunidades de inversión según los analistas de Fidelity es el industrial, pero presenta el segundo nivel más alto de riesgo. “Según un analista de bienes de equipo con oficina en Europa, esta área debería beneficiarse de una mayor demanda de productos, desde equipos para energías renovables y puntos de recarga de vehículos eléctricos hasta maquinaria para electrificación ferroviaria y electrolizadores de hidrógeno”.

 

Objetivo: cero emisiones

BlackRock también habla en revisión semestral del “viaje hacia las cero emisiones”, aunque con un punto de vista más crítico: si bien desde la gestora consideran que “es un punto de partida claro y un destino potencial”, al mismo tiempo admiten que “no existe un camino claro” para alcanzarlas. Entre las tendencias de inversión de esta temática destacan el aumento de la demanda de materias primas como el cobre (para vehículos eléctricos y estaciones de recarga) y el litio (para baterías), impulsadas por el objetivo de cero emisiones de carbono.

También vinculada con esta transición está una tercera temática, la del incremento de la inversión en infraestructuras a nivel global. Anne Valentine Andrews, responsable global de Activos Reales de BlackRock, destaca tanto las oportunidades derivadas del cumplimiento de los Acuerdos de París como las generadas potencialmente por el programa de inversión en infraestructuras de la Administración Biden, la progresiva utilización de fuentes de energía renovable -que requerirán inversiones en turbinas de viento y paneles solares- o el incremento de la demanda de coches eléctricos, que depende de las redes de distribución de la energía y la construcción de estaciones de recargas, entre otras posibilidades.

Al mismo tiempo, la experta anticipa que “al reducirse las finanzas públicas y la existencia de un vacío de financiación estimado en 15 billones de dólares, según el Global Infraestructure Outlook que publicó el G-20 en 2018, vemos que el capital privado jugará un papel clave”.

«Las infraestructuras jugarán un papel clave»

“Las infraestructuras juegan un papel clave en el movimiento hacia la descarbonización y las emisiones cero”, afirman rotundamente desde Franklin Templeton. Desde esta gestora distinguen varios subsectores dentro de este sector.

El primero es el de las compañías eléctricas (divididas a su vez entre compañías dedicadas a la generación de electricidad, redes de distribución y venta minorista), considerado por la firma como el que juega el papel más relevante en el movimiento hacia las cero emisiones.

En segundo lugar, citan al ferrocarril, por suponer “la forma de transporte más barata y eficiente en consumo de gasolina”, además de ser “un socio de negocios importante para el sector industrial” y jugar un papel importante en el auge de las redes logísticas.

En tercer lugar, citan a las infraestructuras de energía, primordialmente los grandes oleoductos y gasoductos que transportan estas materias primas hacia diversos mercados. “Las compañías gasistas también son parte de la cadena de valor que lleva el gas desde las tuberías, a través de las redes de distribución, hasta el consumidor final”.

El cuarto subsector importante dentro de las infraestructuras son los aeropuertos: “El viaje por aire ha crecido fuertemente desde los 60, al caer los precios de los billetes y subir la renta disponible. Hoy, los viajes aéreos suponen cerca del 2,5% de las emisiones globales de CO2 y un 12% de las emisiones del transporte”, explican desde la gestora. Según su análisis, para conseguir la reducción de las emisiones, los aeropuertos deberán tomar medidas como convertirse en productores de su propia energía renovable, el uso de vehículos eléctricos o basados en el hidrógeno para el transporte dentro del aeropuerto y una mayor inversión en eficiencia energética.

 

Texto: C.S.

Imagen: Freepik

 

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