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FERNANDO TEJERO: “Por primera vez en mi vida me quiero mucho”

R3pyme| 12 de julio de 2018

No tiene tiempo libre, pero tampoco lo necesita. Es más, prefiere estar ocupado para no pensar demasiado. Es Fermín Trujillo en “La que se avecina”, Ramiro en “El Continental” y acaba de ser el señor Martin, el protagonista de “La cantante calva” en el teatro. Cuando Fermín, Ramiro y el señor Martin se lo permiten, hace el papel de Fernando Tejero. Un cordobés, hijo de pescaderos, amante de los animales, pasional y ultra sensible que duda hasta de su sombra y pone su alma en todo lo que hace.

Tiene un Goya, un TP y premios y reconocimientos para dar y regalar. Fernando Tejero (Córdoba, 1967) es uno de los intérpretes más solicitados del momento, y no le faltan popularidad, ni trabajo, ni dinero. Con estos ingredientes muchos se harían una tarta muy dulce. Se empacharían con su propio merengue, se volverían completamente imbéciles y mirarían al mundo con indiferencia desde su confortable atalaya. Tejero, sin embargo, sigue mirando a los ojos, sigue teniendo miedos, dudas e inquietudes. No esconde sus debilidades, y eso le hace todavía más grande.

Acaba de terminar la representación en el Teatro La Latina (Madrid) de “La cantante calva”, de Eugène Ionesco, una de las obras más representativas del llamado «teatro del absurdo», que ha cautivado a la crítica. Además, compagina el rodaje de “La que se avecina”, su gran familia televisiva, con una nueva serie de ficción para TVE 1 -“El Continental”- donde interpreta por primera vez a un villano. ¿Cuándo duermes? – le pregunto- “¿para qué?” (se ríe).

¿No tienes pensado bajar el ritmo?

Pues mira, tengo que hacerme un proyecto de descanso, de vivir. Pero es que yo soy feliz haciendo lo que hago. Y cuando paro me da mucho miedo porque tengo muchas cosas pendientes por hacer: quiero ser padre, quiero casarme… entonces es mejor hacer cosas, ja, ja, ja, porque esas son responsabilidades muy grandes.

Te voy a ser sincero. A mí, mi profesión me sirve para evadirme del mundo en el que vivo, que a veces me parece terrorífico. Y muchas veces acabo agotado de trabajar y me quejo, pero luego llego a mi casa y pongo una lavadora y digo “quiero seguir trabajando”.

El señor Martin es el personaje que acaba de interpretar en “La cantante calva”, una obra cumbre del teatro del absurdo que no es otra cosa que una crítica desternillante de la sociedad, cuyos comportamientos, bien analizados, resultan algo paradójicos.

¿Cuál es el mensaje que intenta transmitir?

Lo que intenta esta obra es hacer reflexionar al espectador a cerca de la falta de comunicación. No referida a internet, redes sociales, etc, sino a la comunicación de mirarse a los ojos, de sentirse, de escuchar al otro y escucharse a uno mismo. También habla de crisis existenciales, de por qué, de para qué, qué hacemos aquí, a dónde vamos…

¿Te has hecho muchas veces esas preguntas?

Por supuesto.

¿Y has llegado a alguna conclusión?

No. Me pongo muros. Porque si no te pones muros te acabas tirando por la ventana. Entras en una espiral terrible. Pero sí, muchas veces me he preguntado si esto merece la pena. Cuando pierdes a un ser querido, o estas triste, o sufres una ruptura sentimental.

Ahora estoy trabajando mucho y no tengo tiempo para pensar, pero, a veces, cuando uno para, se pregunta ¿y esto hacia dónde va? ¿por qué lo hago?

En tu caso, la recompensa es visible y palpable, porque eres un personaje muy querido…

Es verdad, hacer reír ya es una gran recompensa. Muchas veces voy por la calle y me dicen “gracias por hacerme reír en este momento tan malo que estoy pasando” y eso para mí no tiene precio. Pero más allá de eso, cuando tú te metes en tu propia nube y en tu mundo gris, que todos tenemos, evidentemente uno se pregunta muchas cosas. Y sobre todo la gente frágil como yo, porque no me siento ningún héroe, me planteo muchas veces esas cosas.

Tejero es de los que antepone el corazón a la razón. Y ya se sabe que lo del romanticismo, fuera de la literatura, a menudo provoca disgustos. “Sufrí un desamor que me hizo salirme del tiesto, hice cosas que jamás pensé que haría. Me sentí Juana La Loca, se me piró completamente”. Ahora, más maduro y desde la distancia, disfruta de la soledad y del buen momento personal que atraviesa.

También pienso que uno atrae, imanta, en función de la energía que uno tiene. En las dos últimas relaciones que he tenido yo no estaba bien. Y he atraído a gente que tampoco estaba bien. En resumidas cuentas, lo que te quiero decir es que uno tiene que quererse para querer a alguien. Y yo por primera vez en mi vida me quiero mucho. Y lo quiero disfrutar.

Su nueva conquista, al menos en la pantalla, es Ramiro, el villano que interpreta en ‘El Continental’, la serie que está rodando actualmente para TVE 1. Una ficción ambientada en un cabaret de lujo de principios de los años 20. El personaje que interpreta es un tipo infame que se incorpora a una banda de contrabandistas para hacer turbios negocios.

 

Vaya cambio de registro ¿no?

Si. No tiene nada que ver con Fermín de ‘La que se avecina’. Aquí hago de malo malísimo. Y es muy divertido de hacer. Porque yo siempre he hecho personajes que han sufrido mucho, que la vida les ha dado palos y este no sufre nada. Es más, lo que intenta es hacerle la puñeta a los demás. Hacer de malo en ficción es muy divertido, te da mucho poder. El otro día hice una secuencia con Secun de la Rosa donde yo le perdonaba la vida, y me encantaba, me sentía poderosísimo (se ríe).

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