Skip to main content

Ferrovial culpa al Gobierno de su crisis de reputación y busca ayuda externa

Pedro Ruiz| 13 de marzo de 2023

El pasado 28 de febrero, Ferrovial anunciaba la intención de salir de España. La intención era crear una matriz en Países Bajos, que empezase a cotizar en la bolsa holandesa, como paso previo de su salto al mercado estadounidense. La decisión se llevaba fraguando en estricto secreto desde el verano pasado, según ha podido saber Influencers, y finalmente se anunció casi por obligación “en el peor momento”, reconocen fuentes cercanas a la compañía. Así, un par de semanas después, la constructora no solo reconoce internamente la crisis, sino que culpa al Gobierno de ello y busca ayuda externa para superarla.

“La noticia llegó en un momento delicado para el Gobierno”, explican fuentes consultadas por este medio, “se veían acorralados por las noticias que estaban apareciendo de corrupción socialista [por el caso Mediador] y el anuncio fue la excusa perfecta para desviar la atención mediática”, prosiguen. Aún quedaría otro factor que influyó también para volar por los aires a la compañía: “Además, estábamos casi en periodo electoral, con las elecciones en mayo, por lo que todo el mundo quiso sacar provecho de ello”. 

Así, desde el primer momento, el Gobierno fue el más crítico con la constructora. De hecho, fue prácticamente el único actor en reprobar públicamente a Ferrovial, ya que ni los inversores (las acciones incrementaron su valor en los siguientes días) ni la oposición (que mostró lamento más que crítica) ni sus competidores (que no valoraron la decisión) quisieron alimentar la crisis que poco a poco crecía en el seno interno de la empresa. 

 

EL GOBIERNO ATACA A FERROVIAL CON TODO

“No se sabe bien si fue para desviar la atención del caso Mediador o por la cercanía de las elecciones”, señalan fuentes consultadas por este medio. Y es que, tras el anuncio de la constructora el pasado 28 de febrero, las hostilidades del Gobierno (además, de cada ministro) no fueron más que en aumento. Encontrando también de forma cómplice la ayuda de muchos medios de comunicación que se lanzaron en tromba a sacar a relucir algunas de las malas conductas de la compañía durante los últimos años.

En este caso, la voz cantante la llevó la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que filtró una llamada al presidente de la compañía, Rafael del Pino. En la información suministrada a los medios se podía leer que la responsable económica del Ejecutivo le había mostrado su “rechazo” por una decisión que “no resulta aceptable”. Más tarde, prácticamente todos los ministros salieron a criticar a Ferrovial en lo que pasó a convertirse ya en un asunto de Estado. Más tarde, después de que miembros del Gobierno hubieran calentado el asunto, tomó partida de ello el presidente, Pedro Sánchez.

En una comparecencia ante los medios desde Dinamarca, Sánchez aseguró que los empresarios tienen una enorme responsabilidad social en la sociedad «en la que nacen y desarrollan toda su acción» y que además hay en España ejemplos «extraordinariamente positivos» de grandes empresarios comprometidos con su país. «Desde luego, con este anuncio, no es el caso del señor del Pino», sentenció. Para entonces, la salida de Ferrovial ya era un asunto de Estado del que no se podía dejar de hablar y todo lo demás parecía que ya no importaba.

 

FERROVIAL SE DOBLEGA PARA ACABAR CON LAS CRÍTICAS

En el asunto de Ferrovial, además, también entró en juego el efecto electoral. La oposición en bloque, desde el PP a Ciudadanos o VOX, vieron la salida de la constructora como un hecho irrefutable de la gestión socialista. La secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, relacionó la decisión de la compañía con el «vapuleo» que a su juicio ejercen los de Sánchez contra las empresas españolas. También dejó caer que el Ejecutivo es «responsable de la falta de seguridad jurídica que hace que muchas compañías tengan que optar por otros países».

 

La cúpula directiva llevaba desde verano trabajando en la salida de España, pero nadie se preocupó por realizar un plan de comunicación acorde a una decisión tan transcendental

 

Por su parte, El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, vinculó el cambio de sede social de Ferrovial a Países Bajos con las políticas “muy equivocadas” emprendidas desde el Gobierno, que a su juicio ha convertido a España en un “infierno fiscal y administrativo” para todo tipo de empresas.

El juego de la política había tocado de lleno a Ferrovial, que se encontraba en mitad del fuego de unos y otros. Al final, la compañía tuvo que ceder y parece que hasta doblegarse a cambio de no recibir más críticas, o al menos eso parece desprenderse, después de la última secuencia de actos de unos y otros. Primero, la compañía reconoció públicamente que su traslado de sede no obedece a una menor estabilidad jurídica en España, pues está a la “altura de las mejores del mundo”. Una afirmación que curiosamente tardó en llegar casi una semana. En segundo lugar, ya nadie del Gobierno prácticamente habla de Ferrovial.

 

LA CRISIS INTERNA: DE LA MALA GESTIÓN A LA AYUDA EXTERNA

La situación, pese a que ahora parece más calmada, ha llegado a tal punto de tensión que la propia Ferrovial ha tenido que buscar ayuda externa. En la actualidad, el grupo está trabajando para incorporar una agencia de comunicación que la ayude a superar la fuerte crisis reputacional por la que atraviesa, lo que implica reconocer tácitamente dicha crisis. En la actualidad, el nombre que suena con más fuerza es el de Atrevia, aunque también podría entrar en la puja Llorente y Cuenca, ambas son dos de las mayores agencias de España con experiencia en este tipo de crisis.

Si bien la culpa para la compañía la ha tenido el Gobierno por sobredimensionar la situación para sus intereses, la realidad es que la gestión ha sido nefasta. En especial, a la hora de anunciar una decisión que estaba prácticamente encima de la mesa desde el verano de 2022. 

En definitiva, Ferrovial necesitará mucho tiempo para limpiar su imagen, tras la ofensiva del Gobierno. Por suerte, parece que ya ha entendido la gravedad del asunto y está trabajando en una hoja de ruta más cuidada que la seguida con su último anuncio.

OTROS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
NOTICIAS RELACIONADAS

Suscríbete ahora

LO MÁS DESTACADO