Las tecnologías en el ámbito automovilístico no dejan de avanzar. Prueba de ello es la insistencia de las grandes empresas en la carrera por el coche autónomo: en no más de veinte años la forma de conducir, así como las carreteras, poco tendrán que ver con lo que conocemos ahora.
Regular el tráfico por medio de la tecnología podría evitar accidentes y también algún que otro dolor de cabeza a conductores. La Universidad de Clemson en Estados Unidos propone una alternativa para regular el tráfico que haría desaparecer los semáforos. La propuesta plantea utilizar para ello una app que se conectará a los coches autónomos y funcionará desde nuestro smartphone. La app funciona con un sistema de GPS y de comunicación entre vehículos que los hace frenar en función de la cantidad de coches que hay en los cruces.
Las pruebas de este sistema ya han comenzado en el Centro de Investigación de Innovación de Tráfico de Greenville y sus resultados han sido sorprendentes. Si mediante semáforos, durante una hora, la media de coches que se detienen en las intersecciones es de 1.100 vehículos, con este sistema que regula las velocidades, tan solo tuvieron que detenerse 11 coches.
Esto supone, además de una reducción de los accidentes, otras muchas ventajas: la congestión del tráfico se reduciría notablemente, el consumo de los coches disminuiría, y con ello, también la contaminación en las ciudades: la investigación contabiliza que los coches tendrían un 19 por ciento menos de gasto en carburante. Sin embargo, la aplicación sigue desarrollándose, pues aún no ha sido probada con peatones, tan sólo con automóviles.
Aún así, existen más estudios sobre la regulación del tráfico. La casa Ford está probando una tecnología en sus vehículos, Green Light Optimal Speed Advisory, la cual ahorrará tiempo en los desplazamientos de sus conductores, ya que gracias a él, encontrarán siempre los semáforos en verde.
Según un estudio realizado por Castrol, 72 días al año son los que pasamos de media los españoles en atascos y cada semana perdemos unos 40 minutos por el tráfico lento. Pues bien, el sistema estudiado por Ford facilitará a los conductores la velocidad óptima para que nunca tengan que detenerse en los semáforos mediante unidades instaladas en la calzada.
Christian Ress, el supervisor de Tecnologías de Ayuda al Conductor del departamento de Ingeniería e Investigación de Ford afirma que “permitir a los conductores ‘surfear’ semáforos en verde también equivale a tener un trayecto más fluido que ayuda a mejorar el flujo del tráfico y a ofrecer reducciones significativas de emisiones de dióxido de carbono y consumo de combustible”.
0 comentarios