Generadores basados en anguilas eléctricas para mantener vivos órganos artificiales.
La revista Nature ha publicado un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Fribourg, Suiza, que arroja luz sobre un nuevo tipo de biogenerador de energía. El ingenio consiste en varias capas de gel imprimidas en una impresora 3D que usan el transporte de iones para producir energía. Se trata de un tejido «blando», por lo cual su aplicación en la industria médica parece más que posible, ya que el tejido biológico tendría, en principio, más compatibilidad. Esta «biobatería» puede ser usada como fuente de energía para órganos artificiales.
«Los órganos eléctricos de las anguilas eléctricas hacen exactamente esto. Convierten la energía metabólica en energía eléctrica de alto voltaje mediante el transporte de iones» dije Tom Schroeder, co-autor del artículo. La similitud con los órganos de este animal acuático son importantes. En la anguila eléctrica, varias capas de tejido ionizado pueden producir una descarga eléctrica. Este tejido se recarga mediante los procesos metabólicos normales. Si de alguna manera se puede implantar en humanos, los médicos podrían eliminar la necesidad de cambiar las baterías de los marcapasos y otros bioimplantes.
Schroeder dice que lo más interesante de esta línea de investigación es la capacidad de recarga de la hipotética biobatería, ya que, al igual que en las anguilas eléctricas, solo necesitaría de los fluidos del cuerpo, lo que se traduce en la batería funcionando de manera indefinida.
De momento, esta tecnología no produce demasiada energía para cosas tales como potenciar un corazón artificial. Pero Schroeder dice que, por ejemplo, lentillas mejoradas pueden ser posibles muy pronto. Si los científicos consiguen extraer más energía de estas baterías flexibles, el mundo de los bioimplantes verá una revolución increíble.