El proyecto, un submarino nuclear de combate Oscar II modificado, no solo será el submarino de investigación civil más grande jamás construido, sino que además está dotado de unas «alas» con más envergadura de las que cualquier avión ha tenido. Evidentemente, estas enormes estructuras con forma de ala no son para volar.

La envergadura del submarino con las «alas» extendidas superaría la de un Airbus A380
La oficina de diseño Rubin, con experiencia en submarinos, está diseñando
el enorme navío para estudiar la zona ártica. El submarino tendrá 134 metros de eslora y una manga de 100 metros con las «alas» extendidas. Pesará, además, unas 13.000 toneladas. Una tripulación de 40 personas harán navegar a este mastodonte a una velocidad máxima de 12.6 nudos a una profundidad máxima de más de 400 metros.
Las alas cumplen la función de antenas de sonar retráctiles. Estos potentes receptores permitirán mapear toda la zona alrededor del submarino nuclear, y no tienen ningún tipo de utilidad hidrodinámica.
Aunque está construido para operar bajo el hielo ártico, los expertos creen que el enorme tamaño del submarino puede ser un impedimento para esta tarea. Su enorme envergadura (con las alas extendidas) haría imposible la navegación en zonas donde las enormes columnas de hielo se extienden desde la superficie hasta prácticamente el lecho marino.

Algunos submarinos nucleares son capaces de emerger rompiendo el hielo ártico.
Como submarino civil, estará completamente desarmado. Este diseño aparece en plena carrera Rusa por detectar y asegurar las inmensas cantidades de recursos naturales ubicados en el ártico, zona sobre la que mantiene reclamaciones territoriales . Carrera en la que Rusia no es el único competidor.
0 comentarios