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Gonzalo Bernardos: «Veremos cómo muchas familias se van a ver desplazadas a chabolas, roulottes o tiendas de campaña»

Pedro Ruiz| 26 de mayo de 2025

Gonzalo Bernardos (Barcelona, 12 de noviembre de 1962) es profesor titular de teoría económica en la Universidad de Barcelona, donde también obtuvo su doctorado en Ciencias Económicas y Empresariales. Además, imparte clases en instituciones como el Institut Barcelona d’Estudis Internacionals (IBEI) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Bernardos combina ese extraordinario bagaje académico con una faceta mediática que ha convertido su cara en un clásico de las tertulias económicas de la televisión. También de las redes sociales; de hecho, ha sido nombrado #twecos 2025, distinción creada por Crédito y Caución para aquellas personas influyentes del mundo de la economía en las redes sociales. 

Uno de los temas centrales del año es el del gasto militar. España necesita aumentarlo al 2% del PIB, aunque ya hay países, como los bálticos, que podrían llegar al 5%. ¿Cómo podemos hacerlo? 

En primer lugar, con una subida de impuestos. En segundo lugar, con una reasignación de la recaudación, es decir, dejar de gastar en prestaciones sociales o infraestructuras y gastar más en defensa. En tercer lugar, acometer una mejora del gasto público, lo que significa reducir numerosas subvenciones. En cualquier caso, lo que me parece clave es subir los impuestos. 

De todas esas soluciones, ¿cuál le parece la mejor? 

Yo me quedaría con estructurar mejor el gasto público. Un ejemplo: en los últimos años, las comunidades autónomas están gastando más dinero en el control social con ayudas o subvenciones a aquellas asociaciones que permiten al partido gobernante tener más votos cautivos. Mientras, el gasto en educación o sanidad se ha mantenido igual o menor en porcentaje del PIB. Así pues, indiscutiblemente hay margen para gastar en aquello que es verdaderamente interesante para los ciudadanos y no en el interés de los políticos. 

«LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS CADA VEZ GASTAN MÁS EN EL CONTROL SOCIAL CON AYUDAS O SUBVENCIONES A AQUELLAS ASOCIACIONES QUE PERMITEN AL PARTIDO GOBERNANTE TENER MÁS VOTOS CAUTIVOS» 

Ese aumento en el gasto de defensa, ¿podría elevar el crecimiento de la economía española? 

Si la administración pública gastase mejor ayudaría a que los ciudadanos tuvieran la sensación de que sus impuestos son mejor utilizados. La administración tiene que dar ejemplo y explicar en qué gasta el dinero, no es suficiente con que se aprueben unos presupuestos públicos en el Congreso, algo que cada vez es más difícil, sino también hacer pedagogía. Eso implica contarle a la población que el dinero que paga en impuestos le sale rentable. Además, que es así. Según un estudio de Fedea, aquellos que tienen una renta media en España reciben en forma de prestaciones de la administración cerca de 2.000 euros más de los que pagan en impuestos. Por lo tanto, es indispensable que esas cuentas sean públicas. 

Otro tema que preocupa, y mucho, a la población española es el tema de la vivienda. Los españoles cada vez encuentran más problemas para comprarse una casa o para vivir de alquiler. ¿Hay alguna solución viable en el corto plazo? 

No, porque el Gobierno de Pedro Sánchez no quiere. Es importante entender que, antes de la llegada de Sánchez al poder, la vivienda no era un problema prioritario para los españoles, pero ahora ocupa el número uno. ¿Qué ha pasado? Básicamente que la vivienda se ha convertido en uno de los cromos que el Gobierno ha intercambiado con su aliado en el poder asumiendo sus medidas. Y la política de Unidas Podemos y Sumar se resume fácilmente: voy a ganar votos engañando a la población y diciéndole que va a tener una vivienda de alquiler por el precio que quiera, donde desee. A partir de ahí, se han inventado una batalla en la que el propietario es un malvado especulador al que hay que atacar. Pero resulta que, en primer lugar, en España hay mercado de alquiler porque hay propietarios; en segundo lugar, ese propietario ve que una persona declarada vulnerable puede estar un tiempo indefinido en su vivienda sin pagarle; y, en tercer lugar, si se produce una ocupación, la propia policía muchas veces se inhibe. Al final, la suma de todo ello es que dejará de alquilarla, la traspasará al mercado de alquiler vacacional o la venderá, haciendo el mercado más pequeño. 

Entonces, según dice, deberíamos dar por hecho que la situación va a seguir así, porque las últimas medidas del Gobierno tampoco parecen ser eficaces, ¿no? 

En realidad no tienen ninguna intención, por ejemplo, de construir viviendas sociales. Los datos dicen que, en la década anterior, el número de viviendas de protección oficial de alquiler no llegó ni a 500 unidades. La verdad es que a los políticos no les conviene promover este tipo de activos porque tienen una morosidad elevada y su cuidado es menor. Por otro lado, el control de alquileres es un desastre. Ahora estamos en la batalla del relato diciendo que funciona, pero no es así. No es cierto que los precios estén bajando como nos quieren hacer ver. Simplemente es un dato falso para fundamentar el actual relato. Te diré más: el desastre de la política de vivienda y los controles de precios lo vamos a ver en Cataluña próximamente, donde se ha aplicado. Los propietarios han desplazado las viviendas de alquiler, haciendo el mercado muy pequeño. Por ello, ahora el problema no es el precio, si no encontrar una vivienda de alquiler para vivir, por lo que pronto veremos cómo muchas familias se van a ver desplazadas a chabolas, roulottes o tiendas de campaña en los márgenes de los ríos. 

Los españoles ven con mejores ojos, por fin, la situación del empleo. Tras muchos años siendo la principal preocupación, ya no lo es. ¿Qué ha cambiado? 

Principalmente, que el nivel de empleo está en máximos históricos. Nunca ha habido tantas personas ocupadas en España y es indiscutible que es una buena noticia, pero esto tiene un lado negativo. Y es que, a pesar de este nivel tan elevado de empleo, nuestro nivel de paro está muy por encima del resto de países europeos. De hecho, desde la llegada de la democracia, somos unos campeones en niveles de paro. Por lo tanto, pese a los buenos datos, yo creo que es necesario repensar qué podemos hacer para mejorar el paro. Una de las claves está en que parte de los desempleados buscan un empleo cuando les quedan entre tres y seis meses para acabar la prestación por desempleo. Para solucionarlo, propondría tres opciones: la más amable, compatibilizar durante algún mes el cobro del desempleo y el trabajo obtenido. Y las menos amables serían recortar los meses de subsidio o eliminarlo en caso de que rechacen uno para el que estén cualificados. 

«SE NECESITARÁ QUE LOS TRABAJADORES EN ACTIVO PAGUEN MÁS. TAMBIÉN QUE HAYA UN AUMENTO DE LA EDAD DE JUBILACIÓN Y, PROBABLEMENTE, QUE TERMINEN BAJANDO LAS PENSIONES»

Hablando de empleo y sus efectos sobre la sociedad, nos lleva a otro punto: ¿el sistema de pensiones es sostenible? 

El principal problema del sistema de pensiones tiene que ver con la jubilación de la generación del baby boom, por su alta demografía. Su jubilación genera dos problemas: el primero, que son muchos; y el segundo, que han tenido carreras laborables espléndidas y han logrado bastante más que en las anteriores. Entonces tenemos asegurado que el gasto en pensiones en los próximos años se disparará. Y para ello no será suficiente un incremento en el empleo. Se necesitará que los trabajadores en activo paguen más. También que haya un aumento de la edad de jubilación y, probablemente, que terminen bajando las pensiones. Hay que entender, como punto final, que, si no hacemos nada y seguimos con la actual senda, veremos como el déficit alcanza los 100.000 millones, lo que será difícilmente aguantable. 

Saliendo fuera de España, aunque nos afecta igualmente, la situación internacional se ha desbocado. Donald Trump finalmente ha cumplido su promesa y ha fortificado EE.UU. con aranceles. ¿Esa situación es sostenible en el medio plazo? 

Me hace gracia cuando algunos economistas buscan coherencia en la política de Trump; que no la busquen, que no hay ninguna. Es simplemente improvisación. Estados Unidos se ha convertido en un barco donde no hay timonel. En cuanto a los aranceles y las políticas de Trump, lo que van a generar son dos cosas: la primera es inflación y la segunda una recesión. La clave es que cuando hay una gran incertidumbre, como está pasando en Estados Unidos, la economía se resiente porque se deja de invertir, se compra menos y se cancelan planes. Ese ciclo afecta muchísimo a la economía, como ya lo está haciendo. De hecho, la Reserva Federal de Atlanta advirtió hace tiempo que la economía estadounidense estaba ya en recesión. 

¿Cuáles serían las tres medidas estrella de Gonzalo Bernardos si mañana fuera nombrado presidente de España? 

Es algo que nunca he ambicionado, porque considero que no sirvo para ello. No obstante, la primera sería hablar con sinceridad a la población y decirle que no puede vivir ahí donde desee, sino donde pueda e impulsaría la construcción de viviendas. La segunda sería la de permitir compatibilizar empleo y paro durante seis meses, para reducir la tasa de desempleo. Y la tercera, eliminar los subsidios para quien tenga la capacidad de trabajar y no lo haga. Una extra sería la de eliminar también todas las subvenciones que se pagan en España a asociaciones que viven del Estado.  

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