Recopilamos algunos de los momentos más importantes del Foro Económico Mundial.
Lo más granado de la economía y la política se dan la mano en la preciosa y nevada localidad de Davos, en Suiza. Cientos de encuentros en menos de una semana en los que se firman negocios y alianzas, se liman asperezas, se refuerzan relaciones diplomáticas y se traza el rumbo de nuestras sociedades para los próximos años, aunque en ocasiones no pase de una tribuna en la que expresar miedos, anhelos y buenas intenciones. La edición de este año no ha defraudado, pero tampoco ha aportado nada que no supiéramos a estas alturas: los desafíos más importantes que tienen las sociedades por delante son la lucha contra el terrorismo y el cambio climático, así como la defensa del libre comercio, en palabras de Narendra Modi, el popular presidente indio. Aunque al Foro va cada líder con su discurso, y si no que se lo digan a Donald Trump, que hizo gala de la espectacularidad que le rodea y defendió a capa y espada su «America First», aunque aclarando que eso no significa «alone», sola.
En general, el Foro ha dejado importantes titulares, como los que lanzaron Merkel y Macron durante su participación. Ambos abogaron por refundar una Unión Europea necesitada de un impulso que atraiga a los desencantados por una década de crisis mal gestionada desde Bruselas, y que solo en los últimos años ha dado verdaderos brotes verdes (que, sin embargo, tardan en llegar a algunas capas de la sociedad). El Brexit y el auge de los populismos extremistas en el continente, ya sean de derechas, de izquierdas o nacionalistas, son grandes peligros para una UE que busca encarar un futuro donde la revolución digital y sus problemas derivados, como los ciberataques o los problemas socioeconómicos que provocará, son algunos de los retos que debe afrontar con unidad y sin la tentación de volver atrás. Macron dejó claro que Francia iba a apostar por una Europa fuerte como único camino para una nación verdaderamente fuerte, que anunció que «ha vuelto» a la escena internacional.
Quien también se dejó ver por el Foro fue el Rey Felipe VI, quien habló de Cataluña y del necesario respeto a la ley como único camino para progresar. El discurso del Rey, sin embargo, se centró en vender las bondades de España a los inversores, algo frecuente en este foro. El Rey se reunió con Jack Ma, el fundador de Alibaba, y con Brad Smith, de Microsoft. Porque la tecnología estuvo muy presente en Davos, adonde acudieron importantísimas figuras del ecosistema digital. No hay que olvidar que la revolución tecnológica es la que verdaderamente cambiará el mundo en todos sus planos y sectores, hasta el punto de que Sundar Pichai, el máximo dirigente de Google, llegó a decir que la Inteligencia Artificial será más importante que el descubrimiento del fuego.
Davos da para grandes titulares año tras año, aunque pocas veces pasan de eso, titulares. En otras ocasiones, estas palabras sirven para impulsar verdaderos cambios que penetren en la sociedad. Es lo que sucedió con Dimas Gimeno, presidente de El Corte Inglés, quien en su estreno en Davos pidió a la Unión Europea una nueva regulación para los distribuidores que equipare las normas a las que están sujetos con la laxitud que regula a los gigantes digitales que trabajan en sus mismos sectores, en clara referencia a Amazon. Aunque para titulares los que dio el magnate George Soros, quien cargó con dureza contra los gigantes digitales de origen estadounidense, incluso poniendo fecha de caducidad a su hegemonía, entre otras sorprendentes palabras que han copado titulares en prensa. A fin de cuentas, es lo que importa en un sitio como Davos. Lo creamos o no.
0 comentarios