Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente. En este contexto, los expertos anticipan un mayor desarrollo y sofisticación de la inversión sostenible en 2021, al volverse los inversores más exigentes con compañías y gobiernos. Los fondos que invierten con criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) han demostrado ser más rentables que aquellos que no los incluyen, especialmente en 2020.
La irrupción del coronavirus en nuestras vidas ha contribuido a acelerar el desarrollo y la demanda de fondos que invierten con criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Decimos acelerar porque verdaderamente es una parte de la industria que ha sido capaz de doblar en tasa de crecimiento a los fondos de inversión no ESG en los últimos cinco años, según datos de EFAMA, la Asociación Europea de Fondos de Inversión y Gestión de Activos. Solo durante 2020, el patrimonio invertido en esta clase de fondos se disparó un 37,1% frente al crecimiento del 4,8% que experimentó el patrimonio de fondos no ESG.
El patrimonio en fondos sostenibles en Europa alcanzó los 1,2 billones de euros en 2020
Según cálculos publicados recientemente por la Asociación, el patrimonio en fondos gestionados con criterios sostenibles en Europa alcanzó los 1,2 billones de euros en diciembre de 2020. Por activos, la mayoría de los fondos ESG invierten en renta variable (acciones), que representa un 56% de la oferta de productos disponibles a fecha de diciembre de 2020. Le siguen los fondos de renta fija (bonos) con un 16%, y los fondos multiactivos (que combinan acciones, bonos y otras clases de activos), con un 15%.
Sin embargo, el dato más destacado del informe de EFAMA es que, en el último lustro, los fondos que invierten con criterios de sostenibilidad han sido capaces de generar mejores resultados que aquellos que no lo hacen: en concreto, los que invierten en acciones generaron de media un rendimiento del 10,4% entre 2016 y 2020, frente al 9,2% de los no ESG. Esta diferencia se puede atribuir en gran medida al buen comportamiento registrado en 2020, dado que muchos de los fondos que invierten con criterios sostenibles no estaban expuestos a sectores que fueron muy castigados por la covid-19, particularmente energía o servicios financieros.
Inversión, cada vez más sostenible
Según el proveedor de datos financieros Refinitiv, la covid-19 ha provocado un impulso tan fenomenal a la ESG que, solo en EE.UU., el patrimonio en inversiones que invierten con estos criterios ha alcanzado los cinco billones de dólares en dos años, siendo 2020 un año que registró suscripciones récord en esta clase de estrategias. La expectativa de los analistas de Refinitiv es que la demanda crezca de manera constante en los próximos años, impulsada por otras tendencias estructurales, como la demografía:
“En las próximas décadas veremos la mayor transferencia generacional de riqueza de la historia: unos 30 billones de dólares que pasarán de manos de los baby boomers a los millennials. Esto marcará un importante hito para la inversión ESG, porque los millennials filtran sus inversiones a través de un sentido de la responsabilidad para concentrarse en inversiones basadas en valores”.
Por tanto, ahora en 2021, nos encontramos por una parte con inversores con apetito por seguir marcando la diferencia sin por ello renunciar a rendimientos interesantes y, por la otra, con una industria que se está actualizando para poder satisfacer esta creciente demanda, incrementando la gama de producto, adaptando los ya disponibles y buscando nuevas temáticas con las que seguir generando rentabilidad para los inversores. En este contexto, ¿qué tendencias deberíamos vigilar para los próximos doce meses?
¿Qué gestoras de fondo incorporan criterios ESG?
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