Skip to main content

Desde Aragón a Madrid o Cataluña: así desaparece Ibercaja de España

Pedro Ruiz| 25 de marzo de 2022

Ibercaja está desapareciendo de España. Se trata de un proceso lento, aunque imparable. La cúpula directiva de la antigua caja aragonesa está centrada en su proceso de salida a Bolsa, que le permitirá mantener el control sobre la entidad. Un ambicioso objetivo que podría estar provocando que sus directivos obvien el verdadero problema de la firma: la marca se está diluyendo en el país sobrepasada por sus competidores. Una espiral de pérdida de cuota de mercado que, además, se extiende a la práctica totalidad de sus apartados de negocio. Una debacle que incluso incluye su centro de operaciones, Aragón.

La fuerte competencia en el sector bancario español es un hecho conocido. Hasta el punto de que es una preocupación compartida por presidentes, consejeros delegados, directivos e incluso representantes del Banco Central Europeo (BCE). Pero no acaba ahí. Todas las figuras relevantes de la banca también coinciden en que esa rivalidad ira creciendo a medida que cada actor juegue sus cartas. Las entidades tradicionales irán ganando tamaño para retener más clientes y aguantar mejor la guerra de precios por la captación de algunos nuevos. Las firmas tecnológicas, desde la más grande a la más pequeña, confían en que sus reducidos costes puedan servir de ventaja competitiva.

Esa es la parte teórica; en la práctica la realidad va a ser mucho más impactante. Las tradicionales son (o serán) auténticos titanes con un balance nunca visto en el país. El caso de la nueva CaixaBank es un gran ejemplo de ello. Pero los intentos de fusión de BBVA y Banco Sabadell dan la pista de que, guste o no, aparecerán otros grandes jugadores. Las tecnológicas, por su parte, ya no son esas fintech pequeñas especializadas en un campo. Ahora son verdaderos transatlánticos: Klarna, Revolut y N-26 suman más de 100 millones de usuarios.

 

IBERCAJA SE DESANGRA LENTAMENTE EN ARAGÓN

Y en ese complejo entorno que se está gestando: ¿Dónde está situada Ibercaja? La firma dice estar cómoda con su “zona de liderazgo” y pelea por asentarse en su “eje de crecimiento”. Así explicado queda muy profesional, pero la realidad es otra. Lo que llama “zona de liderazgo” apenas supone unas pocas regiones de España. En concreto, se trata de Aragón, La Rioja, Guadalajara, Burgos y Badajoz. Eso supone centrarse en un radio de acción de unos dos millones de personas y con ninguna de ellas entre las cinco mayores provincias por PIB —y PIB per cápita— en España.

Pero el problema no es ya que sea un área de actuación pequeña teniendo en cuenta los gigantes con los que compite y va a competir, sino que incluso ahí está perdiendo negocio. Empecemos por el centro neurálgico del banco como es Aragón. Ibercaja contaba en 2018 con una cuota de mercado en la región del 46% en depósitos y del 33% en créditos. Ahora, las últimas cifras que aporta la entidad son del 44% y del 31%, respectivamente. La caída porcentualmente es más abultada cuando se extiende a las otras regiones. Así, en ahorros cae del 33% al 31% y en préstamos lo hace del 24% al 22%.

 

Ibercaja

 

En otras palabras, el mercado ‘core’ de Ibercaja no solo es reducido, sino que está decreciendo. Probablemente, por el efecto de la competencia, lo que quiere decir que podría acelerarse próximamente. La entidad ha intentando disimular esa realidad creando lo que denomina “eje de crecimiento” que incluye Madrid y el “Arco Mediterráneo”, que es a su vez Cataluña y la Comunidad Valenciana. Obviamente, se tratan de regiones con un mayor potencial tanto por volumen de habitantes como por la riqueza que atesoran. Pero tampoco parece que la situación sea mucho mejor.

 

EL CIERRE DE OFICINAS EN MADRID Y CATALUÑA DUPLICA Y TRIPLICA AL DE ARAGÓN

La compañía no ofrece datos de cuota de mercado para esas regiones y se limita a explicar que el volumen de negocio respecto al total se mantiene constante. Pero hay otras formas de acercarse a esos datos, como es la evolución de las sucursales. Al fin y al cabo, los bancos suelen cerrar aquellas que tienen menor actividad y no son rentables. Más si cabe, cuando Ibercaja ha ejecutado varios planes de reestructuración en los últimos años. De ellos se deduce una retirada ordenada en Madrid y una huida acelerada de Cataluña.

Empecemos por la capital del país. Ibercaja ha cerrado hasta un 26,2% de sus sucursales en Madrid desde 2018. En concreto, ha pasado de 183 oficinas a 135, según los datos aportados en sus últimas cuentas. En Cataluña, ese porcentaje es aun mayor y alcanza el 33% de la red que tenía en 2018. Las dos cifras contrastan con fuerza con la reducción de en torno al 12% en Aragón y del 16% a nivel nacional. En otras palabras, la antigua caja aragonesa ha cerrado el doble de sucursales en Madrid y el triple en Cataluña que en su centro neurálgico.

Lo anterior da una buena muestra de que la evolución en ambos territorios no está siendo la esperada. Quizás solo se salva la Comunidad Valenciana, donde solo ha cerrado un 14% de su red, lo que la sitúa en la media del grupo. En definitiva, la suma de la caída del negocio en su “zona de liderazgo” y la huida de lo que llama “eje de crecimiento” ya dan la voz de alarma. Aunque ese efecto dilución o desaparición que se ha mencionado antes también se puede comprobar con los datos de cuota de mercado a nivel nacional.

 

LA MARCA IBERCAJA PIERDE FUERZA CADA AÑO EN ESPAÑA, ¿HASTA SU EXTINCIÓN? 

Entre todos los parámetros que sigue un banco para compararse al resto, dónde más está sufriendo la entidad aragonesa es en la captación de depósitos de los hogares. En concreto, Ibercaja ha perdido hasta un 22,4% de su cuota de mercado a nivel nacional desde el 2018. Una caída que ha sido especialmente brusca el año pasado al pasar del 3,5% —con el que arrancó el ejercicio— al 2,7%, con el que lo cerró, según los datos de la propia compañía y del Banco de España.

En cuanto al crédito la caída también es importante, pero menos abultada. Así, el segundo apartado en el que más cuota ha perdido desde el 2018 es en el crédito a hogares y sociedades no financieras. En concreto, Ibercaja ha pasado de tener un 2,75% al 2,4% a nivel nacional, lo que supone una caída del 12,7%. Por su parte, en términos de préstamos hipotecarios, para la adquisición de viviendas, la caída ha sido del 10%, al pasar del 4% al 3,6%. Al final, los datos se corresponden con la evolución de los competidores en ambos sentidos, ya que las plataformas y firmas tecnológicas que llegan se centran más en créditos al consumo que en las hipotecas.

El presidente de la entidad, José Luis Aguirre, señaló hace un año que había espacio para “entidades medianas, líderes en sus principales zonas de actuación”. Pero lo que no dijo fue cuánto tiempo puede durar ese supuesto de liderazgo. Más si cabe, cuando los transatlánticos tradicionales o tecnológicos (Apple ha comprado un banco en UK recientemente) empiezan a apoderarse de todo el pastel sin oposición o barreras. La cúpula logrará lo que anhela, mantener el poder con la salida a Bolsa, pero mantener el negocio y el reconocimiento será otra cosa muy diferente.

OTROS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
NOTICIAS RELACIONADAS
Suscríbete ahora
LO MÁS DESTACADO