Iberdrola dispara un 1.000% sus beneficios en renovables tras ‘vaciar’ los pantanos españoles
El pasado 25 de agosto, Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, respiraba un poco más tranquilo. Ese mismo día, la Mesa del Congreso rechazó una petición para que el ejecutivo informase del vaciado de los embalses explotados por la compañía. Una decisión política que impidió conocer qué había detrás de las actuaciones de la firma energética. Aunque ese secreto se ha terminando revelando tras la publicación de sus cuentas trimestrales: un notable incremento de la producción hidroeléctrica, pese a las menores reservas de agua en 2021. Y unos beneficios disparados hasta un 1.000%.
La tarifa de la luz se ha vuelto uno de los temas más seguidos del año. Así, la creciente escalada de precios a causa del aumento del coste del gas, de los derechos de CO2 y del aumento de la demanda ha disparado el descontento social. Además, ha puesto sobre la lupa a las compañías eléctricas como Iberdrola por sus dudosas actuaciones. Una de ellas era la de aprovechar en las facturas los altos precios mayoristas, que desde junio han ido sumando máximos históricos casi cada semana.
Pero sin tener que asumir esos costes gracias, principalmente, al uso desaforado del agua acumulada en los embalses que gestiona. El escándalo saltó a principios de agosto, después de que los embalses de Ricobayo (Zamora) y Valdecañas (Cáceres) quedasen en mínimos. Una actuación ante la que la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se mostraba “escandalizada”. Y que ahora, unos meses después, ha quedado patente después de que Iberdrola muestre que su margen “crece significativamente (casi se duplica en España en el segmento de renovables) gracias a la mayor producción impulsada por la generación hidroeléctrica».
IBERDROLA: 33% MÁS DE HIDRO Y 1.000% MÁS DE BENEFICIOS
En concreto, la eléctrica bilbaína incrementó los ingresos de su negocio de renovables en España hasta los 1.655 millones. Una cifra que supone hasta un 86,6% más. Aunque es en la parte baja de la cuenta de resultados donde el incremento es más notable. De hecho, los beneficios obtenidos, una vez descontados todos los costes, se multiplicó por 10 respecto a hace un año. Así, Iberdrola cerró los nueve primeros meses de 2021 con unas ganancias de 1.094 millones frente a los 99,1 millones de un año antes.
Ese incremento, superior al 1.000%, responde a varias causas, entre las que destaca el uso de las reservas de agua. Así, Iberdrola disparó hasta en un 33% la producción de sus centrales hidroeléctricas, hasta los 12.431 MW, en España. Una cifra muy significativa por varios motivos. La primera es que implica que el 55,6% de la energía limpia generada por la compañía provino de esta fuente, la siguiente -la eólica- apenas llega al 37%. La segunda es que el auge de la hidroeléctrica ha sido cuatro veces más intenso que la eólica (+7,5%) y 30 veces más que la nuclear (+1,2%).
Por último, la compañía ha sido capaz, con ese incremento, de reducir el uso del gas, la materia que encarece la factura. De hecho, Iberdrola señala que el uso de los ciclos combinados, las centrales de gas, cayo en un 10%. Con ello, la compañía ha logrado reducir el coste total de la energía producida, sin rebajar el precio cobrado. Al fin y al cabo, el sistema marginalista de precios dice que es el coste de la última unidad de energía generada, y no el medio, el que determina el precio.
LOS PANTANOS ESPAÑOLES, UN SITUACIÓN CRÍTICA
Aunque esa habilidad de Iberdrola para ingresar más y reducir costes tiene una derivada peligrosa. Y es que su afán, y el de otras compañías, de utilizar el agua para generar energía, junto a la falta de precipitaciones, está poniendo a los pantanos españoles en problemas. De hecho, con datos de esta misma semana, los embalses del país están un 46,2% por debajo de su nivel de hace un año. Hasta un 51,1% más bajos que la media de los últimos diez años. Un escenario trágico en previsión de lo que se acerca: un invierno frío y seco.
Iberdrola, a su vez, ofrece otras explicaciones adicionales a ese incremento descontrolado de los beneficios de su área de renovables en España. En concreto, la eléctrica explica que también ha registrado “un efecto extraordinario positivo de la reversión de tributos en España correspondiente a importes pagados en los ejercicios que van del 2013 al 2016, tras la sentencia del Tribunal Supremo”. Un fallo que se ha traducido en un impacto positivo de 417 millones de euros que ha compensado otro negativo por 114 millones, por el RDL 17/2021 de “minoración de la retribución por el precio del gas”.
En definitiva, Galán se libró de explicar todos estos detalles en el Congreso. Pero la presión social, y política, contra la compañía parece que seguirá en adelante. Y más por el uso partidario de un bien de primera necesidad como el agua. Un problema que todavía sigue causando estragos. Sin ir más lejos, el embalse que más se ha vaciado en la última semana es el de Cedillo, donde los ríos Tajo y Sever se unen, que gestiona la propia Iberdrola y da electricidad tanto a España como a Portugal. Y es que soltar el agua de las presas parece que nunca ha sido tan rentable. Tampoco tan polémico.