El icónico Humvee tiene sucesor.
Por un precio de 400.000 dólares por unidad, el vehículo de Oshkohs Corporation está diseñado para reemplazar poco a poco la flota de Humvees de las fuerzas armadas de Estados Unidos. El Humvee, diseñado principalmente para el transporte, demostró no ser el vehículo ideal en zonas de combate. Afganistán o Iraq son dos de los sitios donde el veterano vehículo se e nfrentó a explosivos improvisados, minas, emboscadas y un largo etcétera y no siempre salió bien parado. Sin embargo, el JLTV ha sido diseñado con este ecosistema en mente. Una cápsula blindada protege a la tripulación de todo tipo de amenazas externas desde cualquier ángulo. Incluso el suelo está blindado.
En esencia, el JLTV es un tanque ligero. Su peso (y en realidad, casi todas sus especificaciones) es clasificado, pero el blindaje presente por todas partes da cuenta de ello. El interior es espacioso y a pesar de la naturaleza del vehículo, ofrece confort a sus ocupantes. Un avanzado panel en el lado del copiloto muestra información táctica, y recuerda más a un caza de combate que a un vehículo de cuatro ruedas. La suspensión eleva al JLTV más de medio metro por encima del terreno. Su motor Banks 866T turbodiesel otorga al JLTV la capacidad de ir a más de 100 km/h por campo a través.
Al igual que su sucesor, el JLTV tendrá diversas configuraciones. Desde transporte estándar a ambulancia, pasando por plataformas de todo tipo de armas. La versatilidad es crucial en un vehículo de esas características.
Oskohs Corporation ha hecho bien su trabajo; más de 16.000 unidades han sido encargadas por las diferentes ramas de las fuerzas armadas de EEUU. El potente blindaje, la capacidad todoterreno y la velocidad ofrecen al nuevo vehículo del ejército norteamericano una serie de ventajas que serán cruciales en zonas de conflicto. Una lección aprendida con sangre