La verdad sobre los incendios: el 2022 está muy por debajo de la media histórica
Los incendios se han convertido en la tragedia del momento. Como unos meses antes lo sería el volcán en erupción de La Palma o más tarde la sangrienta invasión rusa de Ucrania. La rueda mediática no frena y las tristes imágenes que deja el fuego a lo largo de la península es un gran reclamo. También para sacar del cajón un tema olvidado: el Cambio Climático. Pero los datos parecen desmontar tanto alarmismo. Al fin y al cabo, la superficie quemada hasta ahora está muy por debajo de la media en los últimos 50 años.
En concreto, en lo que va de año se han calcinado casi 122.000 hectáreas de superficie forestal, según los cálculos del Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales (EFFIS). La cifra resulta desoladora. Más si cabe, cuando se une a las terribles imágenes que llegan cada día de las muchas vidas destrozadas que deja dicho desastre. Pero quizás habría que frenar las implicaciones mediáticas. También las conclusiones del Cambio Climático. Al fin y al cabo, esa cantidad está por debajo de las 156.800 hectáreas quemadas de media cada año en las últimas cinco décadas.
De hecho, lo anormal, según los datos recogidos por el registro oficial del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), es lo sucedido durante los últimos diez o quince años. Así, las 76.000 hectáreas quemadas de media durante la última década, 95.000 hectáreas de media en los últimos 15 años, es un bagaje muy pequeño si se compara con datos pasados. Así, entre 2002 y 2011 se calcinaron unas 137.000 de media, pero entre 1982 y 1991 se llegaron a calcinar de media hasta 235.000 hectáreas.
EL 2022, TRÁGICO PERO NO HISTÓRICO
La cifra tampoco encaja como histórica en el marco español. Pese a que el número de hectáreas calcinadas a finales del 2022 este entre las más altas de los últimos años, sino la que más, difícilmente estará entre las peores de la historia. Y es que en más de 11 ocasiones se ha superado la barrera de las 200.000, lo que supone una media de dos años muy negros cada década. Pero hay años en los que esa cifra ha superado la barrera de las 400.000 hectáreas, en concreto, en 1978, en 1985, en 1989 y en 1994. Entre ellos, el peor registro fue el de 1985 con 484.476 hectáreas quemadas por incendios.
Pero al igual que es muy difícil que pueda ser histórico este 2022 en materia de fuegos, también en lo que va de siglo. Aunque es bastante más factible. Así, las 122.000 hectáreas quemadas en lo que va de año está todavía lejos de las casi 220.000 de 2012. Aun así con grandes focos todavía no controlados, como en el caso de Zamora, pueden ayudar desgraciadamente a convertir el 2022 en un año negro. De hecho, en parte lo es, ya que es más que probable que se sitúe como el segundo (o primero) peor en lo que va de siglo.
Para ello, deberá superar las 188.000 hectáreas calcinadas del 2000 y del 2005. Aunque va camino de ello. Pero los incendios actuales también tienen su reflejo en la historia. En concreto, en la provincia de Zamora. La región que ahora preocupa a toda España (después de días llorando por el desastre en Monfragüe) es una habitual en el top de más hectáreas quemadas. De hecho, durante muchos años, ha sido la que más de España, superando ella sola hasta comunidades autónomas con una superficie varias veces más extensa.
¿CON FRANCO HABÍA MENOS INCENDIOS?
Otro detalle que desmontan los datos históricos es la correlación que muchos quieren dar con el Cambio Climático. La rueda de causas parece más o menos lógica: a más calor y menos lluvia más probabilidad de fuego. Un axioma que pese a su verosimilitud termina pecando de simple. Al fin y al cabo, entran otros muchos factores en juego, algunos incluso, mucho más importantes. Uno son los medios preventivos y de extinción que han mejorado notablemente. Pero hay otros también muy importantes. Aquí hay que recordar que casi la mitad de los incendios terminan demostrándose intencionados.
Algo que ocurría en 1960 y sigue pasando. Curiosamente, es una de los pilares de una hipótesis que rápido ha corrido por redes sociales cómo es el hecho de que durante la dictadura de Francisco Franco había menos incendios. Al menos, sobre el papel. Y es que entre 1961 y 1975 el número de hectáreas quemadas cada año fue de unas 69.000, lo que supone hasta un 30% menos que en estos últimos 15 años. Aunque probablemente las cifras también tengan sus trucos. Por un lado, es probable que las pocas o ninguna ayuda para esos pastos quemados desincentivasen provocar incendios. Por otro, no se puede descartar una cierta manipulación de los datos.
En definitiva, la acumulación de datos tan extensa como difícil de tratar desde una perspectiva de análisis de brocha gorda. El 2022 está siendo un año difícil en materia de incendios, aunque más por los buenos años que habían sido los pasados que por las cifras actuales. De hecho, está todavía por debajo de la media histórica en los últimos 50 años en España. También la intención de muchos de meter el Cambio Climático con calzador, cuando quizás tiene un efecto mucho menor, ya que el volumen de hectáreas quemadas hace décadas era muy superior.