Instagram, un aliado para el activismo medioambiental
Las redes sociales, como Instagram, están propiciando formas distintas de activismo, con otro tipo de connotaciones más individuales que se diferencian de los movimientos sociales más tradicionales.
La popularización de las redes sociales y los cambios en los modelos y hábitos de consumo, mucho más visuales, han propiciado que las imágenes y las fotografías obtengan un protagonismo superior en todos los ámbitos, también en las comunicaciones vinculadas a todo tipo de contenido sociopolítico.
Debido a este auge, un reciente estudio realizado por investigadoras de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha analizado el uso de imágenes recurrentes, como los memes comparativos, en la red social Instagram relacionadas con el activismo medioambiental con el objetivo de entenderlas desde una perspectiva antropológica con base en los mitos o narraciones que proponen un modelo para percibir, comprender, juzgar y actuar en el mundo.
“La utilización de este tipo de imágenes comparativas es un formato reiterativo que cumple su función de fácil reconocimiento, por lo que resultan muy efectivas, ya que, a pesar de mostrarse como informales e incluso en ocasiones chistosas, permiten abordar temas considerados serios y de primer orden en la agenda ambiental”, explica Gemma San Cornelio Esquerdo, investigadora del grupo MEDIACCIONS de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC.
La estructura narrativa predominante en Instagram
En concreto, esta investigación, que forma parte de un proyecto más extenso sobre el estudio del activismo medioambiental en Instagram, la red social más visual y con una percepción más personal, detalla que la estructura narrativa predominante en el activismo ambiental es el formato beforeafter (antes y después). Este tipo de modelo recurre a un vector temporal que induce un mensaje hacia un mejoramiento o empeoramiento de una situación concreta, por lo que es uno de los recursos visuales más populares en las redes sociales. Además, la intención de estas imágenes busca mostrar los cambios en una situación específica expresando la idea de ‘mito’ como una verdad fundamental, y la enfrentan con el concepto de daño ambiental o fin del mundo.
«Instagram está jugando un papel muy importante en el activismo ambiental»
“Nos centramos en Instagram, que es una plataforma que inicialmente nadie piensa que sea adecuada para el activismo por su relación con las narrativas personales y el estilo de vida de los influencers digitales. Sin embargo, esta red social tan visual está jugando un papel muy importante en el activismo ambiental”, añade San Cornelio, quien incide en que el contraste basado en una narrativa temporal con una proyección de futuro, que conlleva una relación de causa y efecto, suele provocar una valoración moral de cada individuo.
De este modo, la confrontación de imágenes o comparativas aspira a conmover y concienciar mediante el reflejo de la degradación ambiental, el cambio climático y la catástrofe irreversible por la acción humana frente a la solución basada en las modificaciones del comportamiento humano que sean capaces de revertir la situación y mejorar el medioambiente.
“Esta es una estructura muy homogénea que compara los aspectos temporales sobre la base de una economía del lenguaje muy clara a la hora de elaborar los mensajes que desea comunicar. Gracias a esta dualidad, se consigue mandar un mensaje muy directo capaz de llegar a mucha más gente, lo que incrementa su impacto en el público”, subraya la investigadora de la UOC.
Llamada de atención
De hecho, la utilización de los memes es capaz de poner el foco sobre ciertos conflictos o problemas, lo que puede provocar una reacción que favorezca la reflexión sobre los ámbitos que aborda e incluso una modificación del comportamiento. “Este activismo visual va más allá de la vertiente artística, ya que ofrece un contenido dirigido hacia un compromiso político concreto y expresa una necesidad de cambio en nuestra forma de vida”, detallan las autoras.
Asimismo, las autoras destacan que la gran mayoría de imágenes o memes analizados realizan una llamada implícita a la acción individual como parte de una acción colectiva. Así, este tipo de composiciones visuales aspiran a lograr una transformación positiva mediante una implicación personal con el objetivo de lograr un bien colectivo o global.
El nuevo activismo en redes sociales apela a la acción y a la responsabilidad individual
“Las redes sociales están creando una forma distinta de activismo, con otro tipo de connotaciones, en la que a las personas no les interesa estar tan implicadas con los movimientos sociales más tradicionales. En este aspecto, los nuevos modelos de activismo en las redes sociales apelan a la acción y a la responsabilidad individual para realizar una transformación profunda”, recalca San Cornelio.
Es más, las autoras explican que la estructura comparativa del antes y el después o mito escatológico se utiliza de modo recurrente en el activismo ambiental. Sin embargo, no suele denunciar directamente a las instituciones o a las corporaciones que provocan daños en el patrimonio natural ni cuestiona de forma explícita el orden social establecido. De hecho, los memes ambientales suelen dirigirse a la persona y se centran en mensajes como el abordaje de los desastres ambientales a partir de la suma de acciones individuales.
De este modo, se consigue crear una imagen mucho más dramática que lleva implícita una resolución. “El uso de un modelo de narración mitológica para el cambio medioambiental a partir de memes en redes sociales, por un lado, contribuiría a la creación de nuevos espacios de participación ciudadana y, por otro, fomentaría la inteligibilidad de temas complejos a partir de un impacto visual conciso, promoviendo e invitando a la acción desde la emoción y la implicación personal”, concluyen las investigadoras.