Es una de esas doctoras por las que los clientes viajan. Natalia Ribé ofrece en su Institut de Barcelona lo más vanguardista en medicina estética. Sus premios y el prestigio que mantiene en el gremio, mueven tanto a los pacientes como su fama de ‘pinchar muy bien’. Pero, además, hay algo en lo que tiene muy poca competencia: los tratamientos médicos y estéticos dedicados a los genitales masculinos.Y ella trabaja y habla del tema como pocos. Adiós tabúes.
“Donde más sufre un hombre por temas asociados a la apariencia de su pene, no es en la cama ni en el vestuario del gimnasio: es en su interior. El sufrimiento no viene de fuera sino de su inseguridad y falta de autoestima, aunque evidentemente la presión social juega su papel”
La Andrología es la ciencia que se ocupa de los problemas estéticos y médicos asociados a los genitales masculinos. Poco hablamos de lo mucho que sufren los hombres por no cumplir con las expectativas sociales puestas en su vida sexual, pero en las clínicas especializadas se sabe mucho de eso. Hoy aborda este tema y nos cuenta qué es lo último en medicina estética, la fundadora y directora del Institut Natalia Ribé,que además sigue en activo atendiendo personalmente a los pacientes, y creando, constantemente, nuevos protocolos médicos de belleza.
¿Cuáles han sido para usted las grandes revoluciones de los últimos años en su materia?
Sin lugar a dudas, la toxina botulínica y el ácido hialurónico. Ante una gesticulación excesiva y la consecuente aparición de arrugas de expresión, la toxina botulínica sigue siendo la gran aliada de la prevención del envejecimiento. Y si hablamos de rejuvenecimiento facial, el mayor cómplice del profesional es el ácido hialurónico. Como bien es sabido, el colágeno aporta firmeza y estructura a la piel, pero es el ácido hialurónico quien nutre al colágeno, por lo que nos encontramos frente a un producto de relleno excepcional, ya que no solo realiza la función estética para la cual ha sido ideado, -relleno de comisuras, surcos, etc.-, sino que es capaz de estimular y aumentar la actividad celular con el fin de que el organismo produzca más colágeno. Esto se traduce en una piel más hidratada, más tersa y, en definitiva, más joven. Actualmente, el ácido hialurónico se individualiza y se adapta a la zona en la que se inyecta. Es decir: ojeras, labios, surcos, comisuras, pómulos, arrugas dinámicas, etc. Y esto supone toda una revolución en tanto que se adapta al paciente. En cuanto a aparatología, las opciones son inagotables y cada vez mejores: ultrasonidos, radiofrecuencias, láseres…
Entre las virtudes de un médico estético está eso que llamamos ‘saber pinchar’. Pero ¿a qué nos referimos cuando decimos eso?, ¿qué es ‘pinchar bien’?
Ante todo, creo que lo más importante a la hora de ‘pinchar bien’ es no ceder a los deseos del paciente. Hay que aconsejarle siempre lo más adecuado, incluso a expensas de poder perder la batalla y que se vaya en busca de otro profesional. Si considero que aquello que el paciente desea no es adecuado para él, no lo voy a realizar. Realmente pocas han sido las ocasiones en que haya perdido un paciente por ello, más bien al contrario: suele agradecer la sinceridad del profesional, eso le transmite confianza. Otra de mis máximas como médico estético es la naturalidad. Yo siempre intento que mis pacientes luzcan radiantes pero sin evidencias. Que les digan ¡qué buena cara haces! Pero que no lleguen a saber el por qué de su luz. Y eso se nota también en tratamientos como el bótox, que injustamente ha estado relacionado con rostros inexpresivos, cuando la inexpresividad no deriva directamente del producto, sino de la mala praxis o ‘mal pinchazo’ por parte del profesional. El sector médico estético, lamentablemente, cuenta con más intrusismo del deseable.
Su Instituto es uno de los pocos que trabaja y habla de los problemas estéticos asociados a los genitales masculinos. Usted es especialista, entre otras cosas, en Andrología. ¿Qué demanda tienen estos tratamientos?
Es una tendencia en auge. Hay una serie de condicionantes como el ritmo de vida que llevamos y los malos hábitos, que pueden aumentar la casuística de las patologías asociadas a la Andrología. Hoy en día son muchos los hombres que saben que tenemos herramientas para ayudar y que nos buscan cuando tienen que solucionar una disfunción. La problemática por la que acuden a nosotros es diversa: eyaculación precoz, disfunciones eréctiles, incurvación de pene, deseo de alargar el pene y de aumentar su grosor.
¿Dónde diría usted que sufre más un hombre por la presión social asociada a la apariencia de sus órganos, en la pareja o en los vestuarios del gimnasio?
Sin duda en su interior, el sufrimiento no viene de fuera sino de la inseguridad y autoestima. Evidentemente la presión social juega además su papel, pero lo más importante es tener una buena autoestima. Me encuentro en multitud de ocasiones con que el problema no es fisiológico sino psicológico, y nace de una serie de inseguridades que se han ido forjando con el tiempo, y de una serie de expectativas que socialmente se ejercen sobre el hombre y la mujer. Por esa razón mi Institut es holístico, y cuenta con un servicio de psicología .Para que el abordaje sea lo más multifactorial posible.
¿Cómo son los resultados del alargamiento y el aumento de grosor? ¿Y cómo se logran?
Por un lado tenemos el alargador o extensor de pene: un dispositivo que usa principalmente para agrandar el tamaño por motivos ‘estéticos’ y también en la enfermedad de Peyronie, en este caso con la intención de rectificar la curvatura. Si la problemática no está relacionada meramente con la estética, puede ser recomendable recurrir a la cirugía. Y con esta se obtienen resultados verdaderamente eficaces. La técnica estrella es la sección del ligamento suspensorio que es el que sujeta el pene desde el hueso púbico hasta su parte interna. Hay que subrayar la importancia de realizar esta cirugía solo en casos en los que sea verdaderamente necesario pues hay que tener en cuenta que puede tener efectos secundarios como un ligero acortamiento del pene.
Al margen de la estética, ¿cómo mejora su vida sexual?
Cuando mejora la autoestima, mejora lo demás. Si me gusto, si me quiero, voy a proyectar seguridad. La autoestima se asienta sobre esos pilares, y sobre todo en la aceptación de uno mismo. Para quererse no es necesario ser perfecto. De hecho, ¿qué es la perfección? ¿Perfección para qué? Los cánones de belleza cambian constantemente.
Dificultades para la erección y tamaño del pene son dos grandes cargas (y miedos) que pesan sobre los hombres. Algo así ocurre con la belleza en general y las mujeres. ¿Se nota esta dicotomía social y machista, en la demanda de tratamientos, por mucho que estemos en el siglo XXI?
Sin lugar a duda la dicotomía empieza a romperse. Cada vez son más los hombres que quieren cuidarse, y que saben que las cremas y los tratamientos estéticos no entienden de sexo, porque al final, ¿a quién no le gusta sentirse bien consigo mismo y verse más joven y con un aspecto más saludable? El porcentaje de hombres que visitan el Institut gira alrededor el 25-30%, una cifra nada despreciable. Además, los hombres son muy fieles en ese sentido ya que si se sienten comprendidos y satisfechos con el resultado, ¡repiten! Y cada vez son también más las mujeres que demandan resultados naturales y que quieren cuidarse y sentirse bien pero sin exigencias, y por ellas mismas, no para gustar. Empezamos a asociar, cada vez más, medicina estética con salud. Si me veo bien, me siento bien, y viceversa, de ahí que el abordaje del Institut sea holístico y contemple el servicio de Psicología y Coaching. Y sentirse bien no es cosa de mujeres ni de hombres, ¡es cosa de todos!
Su instituto es referencia en muchos aspectos. ¿Han descendido los pacientes que viajan a Barcelona para ser atendidos por usted por el COVID?
Por supuesto la pandemia nos ha afectado a todos. En un mundo cada vez más intercomunicado y movilizado, este parón ha sido un mazazo para la economía. Pero cuando la crisis es sanitaria, cuando la vida de las personas y especialmente de nuestros mayores está en juego, por duro que sea el resto, es secundario. Ya vendrán tiempos mejores…Todo pasa.
¿Cree que el virus ha producido algún cambio en la demanda de tratamientos? ¿Hay alguno que se solicite más ahora que antes?
Debemos transmitir más que nunca a través de nuestra mirada. Con ella nos expresamos emocionalmente, ahora más que nunca, y a tal efecto los tratamientos relacionados con el rejuvenecimiento de la zona periocular están a la orden del día. He notado un aumento en la demanda de mi técnica Atenea© de relleno de ojeras. También en la de toxina botulínica, ya que justamente por esa sobre expresión del tercio superior (en tanto que el resto se esconde tras la mascarilla) quizás fruncimos el ceño más que nunca. También han ido en aumento los tratamientos de belleza relacionados con equilibrar la piel, dado que la mascarilla empieza a hacer estragos: pieles más asfixiadas, rojeces, eczemas e irritación de la piel en general, concretamente en la zona del tercio inferior. Los labios se nos resecan, deshidratan e irritan por el roce de la mascarilla, motivo por el cual hemos observado también un aumento de la demanda de mi Técnica Personal Clodia©, para hidratar, refrescar y/o aportar volumen en dicha zona.
¿Hay tratamientos estéticos que tienen que ver directamente con las secuelas del COVID?
Tal vez con relación indirecta como comentaba por el uso continuado de la mascarilla, por ejemplo. Del mismo modo es cierto que la gente está muy interesada en cualquier tratamiento que les haga sentir bien por fuera, y en sesiones de terapia emocional, para sobrellevar estos duros de momentos.
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