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Inteligencia Artificial y transformación de negocios

jcastro| 8 de junio de 2021

 

La inteligencia artificial (IA) va más allá de las aplicaciones de uso cotidiano -previsión meteorológica, recomendaciones de música y cine, traducción de idiomas…-, los vehículos sin conductor y los asistentes robóticos. Constituye un pilar clave para el presente y el futuro de las operaciones empresariales.

Compañías líderes de todos los sectores ya están maximizando el uso de esta potente tecnología para automatizar los procesos de negocio, mejorar las relaciones con los clientes y los empleados y obtener valiosa información mediante la analítica de datos.

El objetivo clave de las distintas categorías de IA -aprendizaje automático, asistentes virtuales y de voz, procesamiento del lenguaje natural o deep learning…- es ahorrar tiempo, promover la eficiencia y la productividad, eliminar tareas monótonas y tediosas y, consecuentemente, poder mejorar el servicio ofrecido a los clientes.

Su adopción permite así reducir los costes operativos derivados de los errores humanos gracias a la automatización y el mantenimiento predictivo y preventivo, así como optimizar la eficiencia de múltiples procesos, desde la logística hasta las ventas y la contratación.

 

De conversaciones a ‘emociones’

Una de sus aplicaciones más conocidas para los negocios es la atención al cliente. Con una mínima inversión, desde grandes empresas hasta pymes pueden completar su web y posicionamiento SEO con chatbots integrados en su página corporativa y en redes sociales como Facebook o WhatsApp Business.

Estos asistentes virtuales mantienen conversaciones fluidas con las personas, atendiendo cientos de clientes a la vez. No solo resuelven consultas sencillas como informar de la dirección corporativa, actualizar el estado de un pedido o recomendar productos; sino que también, a través de un chat en tiempo real las 24 horas del día, ayudan a completar transacciones online.

Los chatbots están siendo reemplazados por robots ‘conversacionales’, capaces de imitar la conversación humana con interacciones más personales. La IA conversacional también se utiliza internamente en las empresas para organizar reuniones, enviar e-mails o realizar búsquedas en bases de datos.

El próximo paso es la denominada ‘IA emocional’, que permite clasificar diferentes categorías de emociones, como el enfado, la frustración, la felicidad y la ilusión. Obtener esta información optimizará aún más la prestación de servicios del departamento de atención al cliente, ayudando a crear relaciones con los consumidores a largo plazo y fidelizarlos.

 

Predicciones de negocio

¿Y si fuera posible conocer de antemano el éxito un nuevo producto o servicio, mucho antes de producirlo a escala o lanzarlo al mercado? ¿O saber cómo reaccionarán los clientes ante un anuncio o noticia concretos?

La IA convierte todos estos escenarios en posibilidades a nuestro alcance. Combinada con la capacidad analítica, se utiliza para predecir diversos escenarios como el comportamiento de los clientes, la gestión de riesgos o la evolución del mercado. Y ya se están generando modelos predictivos altamente precisos para eventos y acciones.

Una empresa que quiera analizar su estructura de precios puede cotejar las ventas por región, sector o competidores, obteniendo mayor visibilidad para tomar mejores decisiones informadas. Detección de fraude, control de existencias o gestión de la demanda son otras tareas intensivas en datos donde la inteligencia artificial juega a nuestro favor.

 

Ventas y Marketing personalizado

Vivimos en una época en la que los clientes buscan y esperan una experiencia personalizada. Las ventas y el marketing permiten comercializar productos y servicios. No obstante, para ofrecer esa personalización, las empresas deben actualizar y depurar sus sistemas de marketing y ventas.

La segmentación de anuncios y la IA recopilan datos históricos masivos para decidir qué tipo de anuncios funcionan mejor para cada mercado objetivo. Pueden predecir los comportamientos de los consumidores e identificar las conexiones entre variables como los patrones de clic y la frecuencia de uso de las aplicaciones para dirigirse a los consumidores.

La inteligencia artificial no solo ayuda con la automatización de tareas y la interacción con los usuarios. A medida que se recopilan más datos sobre los clientes, mejora la capacidad de predecir la mejor oferta. Mediante analítica, los algoritmos pueden convertir en valor el ‘universo’ de datos procedentes de múltiples canales como el e-mail y las redes sociales.

 

Cultura empresarial

Como vemos, la evolución de las tecnologías basadas en la IA está transformando las operaciones empresariales: reduciendo los costes operativos, avanzando en la atención al cliente y revolucionando las ventas y el marketing. También ayuda en otras áreas como RRHH -automatizando la contratación- y la ciberseguridad (con detección de malware optimizada).

Sin embargo, muchas empresas aún no disfrutan de sus beneficios por falta de cultura empresarial. En BeeDIGITAL nos estamos transformando en una compañía AI-ready. Hemos formado a todos los empleados para que conozcan el potencial de la Inteligencia Artificial, y contamos con equipos de I+D, Business Intelligence y científicos de datos.

Esta apuesta por la innovación y formación interna nos permite mejorar distintos procesos de negocio de forma transversal -en los departamentos de marketing, ventas y atención al cliente, finanzas, producción…- y optimizar los servicios a nuestros clientes. Los algoritmos abarcan desde aplicaciones para calcular ratios de abandono o de captación hasta la mejora de la productividad interna.

Por su parte, los servicios predictivos utilizan esta inteligencia para anticipar qué esperan nuestros clientes, su comportamiento y las tendencias de consumo; un análisis que ayuda a ofrecer a los usuarios un mejor servicio y ofertas personalizadas para obtener la máxima rentabilidad de su inversión digital.

La IA es un gran transformador de los negocios. Las empresas que adopten esta nueva disrupción tecnológica generarán una ventaja competitiva difícil de replicar. La UE ha invertido 20.000 millones de euros en la tecnología, a los que ahora se suman los Fondos de Recuperación destinados a la transición ecológica y digital. En España, la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial está destinando 600 millones, con ayudas para que empresas de cualquier tamaño y sector la incorporen en sus procesos. Es el momento de hacerlo.

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