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Jon Rahm: «El peor castigo que podía tener aquí me lo cargué a las dos semanas de llegar»

Influencers| 4 de febrero de 2021

Los aficionados al golf hace tiempo que le admiran, pero es posible que el gran público aún no esté muy familiarizado con esta estrella del golf mundial que, aunque lleva unos años instalado en Estados Unidos y un peculiar apellido, es un producto nacional de pura raza. Jon Rahm (Barrika, Vizcaya, 1994), golfista profesional español actualmente número 2 del mundo, afronta un año que puede ser histórico para él. Hijo de padre vasco y madre madrileña, está conquistando el mundo del golf con un apellido heredado de un antepasado suizo que se trasladó a Bilbao hacia 1823.

 

No procede de ninguna de las dinastías del golf español y, quizá por eso, nadie de esta pequeña población pesquera en la que nació -de apenas 1.500 habitantes y famosa por sus espectaculares acantilados y playas salvajes- intuyó que se convertiría en uno de los mejores golfistas del mundo. Cuentan que, cuando empezó a destacar en los campeonatos regionales y nacionales, muchos se preguntaban de dónde había salido ese fenómeno.

 

Empezar con mal pie

Vayamos a su génesis. “Yo nací con el pie derecho zambo. La pierna hasta el tobillo estaba bien, pero el pie estaba girado 90 grados hacia la izquierda y luego hacia abajo, de manera que mi empeine tocaba el suelo. Me pusieron el pie en su sitio y mis padres me vieron por primera vez ya escayolado a los veinte minutos de nacer. La escayola no dejó que la pierna derecha creciese acorde con el cuerpo y por eso es más corta centímetro y medio, tengo movilidad limitada en el tobillo y el pie es más corto -dos o tres números de calzado de diferencia, aunque llevo los dos zapatos iguales-. Tuve dos operaciones en el tendón de Aquiles para estirarlo y obtener una mayor movilidad y, bueno, tengo ciertas limitaciones pero cuando hablamos de golf, tengo el swing que tengo por ese tobillo. Esas características de mi cuerpo nunca me impidieron practicar otros deportes; obviamente me limitaban -es imposible para mi hacer una sentadilla perfecta-, pero son cosas que de pequeño has de superar y la mejor manera precisamente es pensar que no son limitaciones, sino características que hacen que mi cuerpo se mueva de cierta manera”.

Esa competitividad individual que te da el golf contra ti mismo y contra el campo yo creo que fue lo que más me atrajo

 

Jon quería demostrarse que era un niño como los demás, que podía probarse a sí mismo que no tenía una limitación y que podía hacer lo que hacían todos. Tras practicar deportes como fútbol (de portero), piragüismo, pala o kung fu, se decantó por el golf porque “fui descartando aquellos deportes en los que era menos serio a la hora de competir y me quedé finalmente con el fútbol y el golf. Quizá porque los fines de semana la familia iba al campo de golf, o quizá porque mi hermano mayor se había decidido por el fútbol y como hermano pequeño tenía que irme a lo contrario, el caso es que me fui al golf. Esa competitividad individual que te da el golf contra ti mismo y contra el campo yo creo que fue lo que más me atrajo”.

Estudió en la Universidad de Arizona State (ASU), sede de una de las academias de golf más prestigiosas de Estados Unidos. Los informes que el centro recibió del español eran tan buenos y había tantas universidades interesadas que esta universidad le ofreció una beca sin siquiera haberle visto jugar, algo que nunca había hecho en su historia.

Aunque hoy Jon Rahm habla inglés perfectamente, no siempre fue así. Los primeros meses en Arizona fueron muy duros, le costó adaptarse y eso afectó a su juego. Su, por aquel entonces, entrenador y mánager -Tim Mickelson-, llegó a pensar que no conseguiría aprobar el curso. Pero el español se puso las pilas y en el segundo semestre ya se manejaba con solvencia. Según contó tras ganar en Torrey Pines, le ayudaron mucho las canciones de los raperos Eminen y Kendrick Lamar. “Al principio de llegar a la universidad me metí en muchos problemas por no hablar bien inglés. Una vez Tim me dijo ‘Jon, es que hay veces que no sé si me entiendes o no’, y yo en inglés le quise responder ‘no es que no te entienda, es que no te oigo’, pero en realidad le dije ‘no es que no te esté escuchando, es que no te presto atención’.

Así que, entre eso y algún enfado en el campo de golf, me puso a subir escaleras. Era el peor castigo que podías tener aquí, y me lo cargué a las dos semanas de llegar. Imagínate correr hasta la tribuna alta del estadio, subiendo y bajando, hasta dar la vuelta completa. Y eso a las 11 de la mañana, en Phoenix, cuando hacían 35 o 40 grados. Casi me muero”.

 

Rahm pulveriza récords hasta convertirse en el número 1 del mundo

Jack Nicklaus, ganador de 18 grandes, está considerado el mejor golfista de todos los tiempos, pero Rahm ya puede presumir de haber pulverizado uno de sus récords. Fue en el Campeonato del Mundo amateur de 2014, que el español se adjudicó con 23 golpes bajo par, cuando superó el registro establecido por Nicklaus en 1960.

Rahm
Jon Rahm posa con el trofeo del Memorial Tournament que le convertía en número 1 del mundo.

Rahm fue elegido mejor golfista amateur de la temporada dos años consecutivos, algo que ningún otro jugador ha logrado. Su aparición en el Phoenix Open de 2015 -donde terminó quinto- confirmó que estaba preparado para el profesionalismo, pero cumpliendo con lo prometido a sus padres cuando se trasladó a EE.UU., no dio el salto hasta terminar la carrera de Comunicación.

Una fecha que nunca olvidará es la del 19 de julio de 2020. Tras ganar el Memorial Tournament se convirtió en el número 1 del mundo, segundo español en conseguirlo tras Ballesteros y quinto más precoz de la historia (con 25 años y 9 meses) tras Tiger Woods, Jordan Spieth, Rory McIlroy y Justin Thomas.

 

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