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José Elías: así opera, para infortunio de sus accionistas

Pedro Ruiz| 9 de abril de 2025

José Elías Navarro, o simplemente José Elías, como es más conocido, se ha convertido en un personaje público cada vez más presente en España. Hace algunos años, destacaba por ser uno de los pocos jóvenes multimillonarios del país, gracias al éxito de sus empresas —especialmente Audax—, pero en los últimos tiempos ha sumado una faceta más mediática. Tanto por su experiencia como youtuber como por sus apariciones en plataformas tradicionales como la televisión y/o más innovadoras como el streaming. También como empresario agresivo.

Sin embargo, detrás de todo ello, hay una figura más compleja. Sus prácticas empresariales, lejos de ser meramente estratégicas, han generado frustración entre muchos de sus inversores. Y es que, a menudo, sus movimientos esconden más de lo que revelan sus palabras.

Uno de los últimos episodios que lo ha colocado en el centro del foco mediático ha sido su abrupta salida de la constructora OHLA, tras desacuerdos con la Dirección, según se ha publicado. Pero más allá del desenlace, lo que realmente debería preocupar a los accionistas es cómo se ha llegado hasta ese punto. Una historia que, para muchos, repite una mecánica familiar en las operaciones del empresario: la utilización intensiva de la estructura financiera de su grupo empresarial, a menudo a través de préstamos cruzados entre sus compañías, cuyo coste termina recayendo sobre Audax y, por tanto, sobre sus accionistas. Ya sea como base para financiar créditos intragrupo, o como vía para ceder acciones que posteriormente son usadas por bajistas para presionar a la baja el precio en bolsa.

DE LA CAÍDA DE AUDAX A OHLA

Los accionistas de Audax vivieron otro día complicado el pasado viernes, cuando la compañía se dejó cerca de un 4,5% en Bolsa. A pesar del golpe, había motivos para el alivio: por un lado, la caída no respondía a la situación interna de la empresa, sino al contexto de inestabilidad geopolítica global; por otro, fue más moderada que la de otros valores, como demuestra el retroceso del 5,83% del Ibex 35.

Pero cualquier señal de fortaleza se diluye ante un dato más preocupante: desde junio del año pasado, Audax ha perdido cerca de un 26% de su valor. Justo en ese mes, la compañía alcanzaba sus máximos desde 2021. Y también, casualmente, comenzaba José Elías a mover su participación accionarial.

Audax Renovables

La operativa arranca en mayo. El día 17, José Elías recibe más de 2,5 millones de acciones de Audax —valoradas en unos 4,7 millones de euros— como parte de la cancelación parcial de un préstamo de títulos, según consta en un documento de la CNMV. Una operación que probablemente ya respondía a sus planes de desembarco en OHLA. De hecho, unas semanas antes, las acciones de la constructora habían caído por debajo de los 0,30 euros, un nivel que, según el propio Elías, representaba “su valor más bajo de la historia” y, por tanto, una oportunidad.

Tan solo un mes después, Elías vuelve a ceder parte de esas acciones. Entre junio y octubre, lleva a cabo operaciones de permuta —intercambios de bienes entre partes— con alrededor de 800.000 títulos de Audax. La mayoría, unas 600.000 acciones, se intercambiaron precisamente en junio, coincidiendo con el inicio de la caída bursátil de la compañía.

AUDAX MANTIENE UNA LÍNEA DE CRÉDITO DE 125 M€ CON JOSÉ ELÍAS

No es la primera vez que un movimiento de José Elías genera descontento entre los accionistas. Hace un par de años, vendió un paquete de acciones de Audax justo un día antes de la publicación de unos resultados financieros que provocaron una caída del 13,2% en el valor de la acción. Para muchos pequeños inversores, aquello fue un “escándalo”.

Además de prestar o permutar acciones —una práctica de la que le gusta hablar mucho en términos de pignoración—, Elías también utiliza directamente el balance de Audax como palanca para financiar otras áreas de su red empresarial. Lo hace principalmente a través de su brazo financiero, Eléctrica Nuriel, y del holding Grupo Excelsior, una sociedad unipersonal (SLU), lo que le proporciona ventajas legales y fiscales importantes.

El eje de este entramado financiero se sitúa en Audax, que ofrece una línea de crédito abierta a Eléctrica Nuriel por un valor de 125 millones de euros. A partir de ahí, los fondos se redistribuyen a otras empresas del grupo. Algunas inversiones se canalizan directamente a través de Nuriel; otras, mediante Excelsior. que controla participaciones tan diversas como las que tuvo en OHLA o en la cadena de congelados La Sirena.

Por ejemplo, en 2022, Eléctrica Nuriel prestó más de 64 millones de euros a Excelsior Time, un dinero que probablemente se destinó a sanear el balance de La Sirena, adquirida el año anterior. Aunque no es la única operación, ya que es norma general encontrar movimientos entre las empresas del propio José Elías. Una práctica que por el momento le funciona a la perfección al empresario, aunque no tan bien a sus accionistas.

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